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martes, 25 de mayo de 2021

 La Parroquia de Monte Viggiano

Autor: Cr. Adolfo Hipólito Santa María

  

  En 1885, procedente de la región napolitana, se instaló en Olavarría Doña María Capuano; entre sus pertenencias traía una pequeña imagen de la Virgen de Monte Viggiano. El hogar de la señora Rosario Goseglia de Visconti, en la calle Sargento Cabral casi Lavalle, fue el primer lugar donde se comenzó a venerar a la virgen. Concurrían en familia, la mayoría eran inmigrantes italianos de condición humilde, se rezaba el Santo Rosario y se hacían de tanto en tanto fiestas en honor a ella. Con los años surgió la idea de levantar una capilla en su honor, y con ese fin se formó una comisión compuesta por María Capuano, Josefa Cranco y Carolina Marino, con el auspicio del cura de la iglesia San José, Pbro. Antonio Bertolini. Con mucho esfuerzo consiguieron primero el terreno y poco a poco fueron construyendo la pequeña capilla, que se inauguró el primer domingo de septiembre de 1925, día de las fiestas patronales; y actualmente es el lugar que se utiliza como salón de Cáritas Monte Viggiano. Con la capilla nació la Congregación de Nuestra Señora de Monte Viggiano, formadas por socios y socias, que llevaban como distintivo una cinta con la medalla de la Virgen Patrona.


Primitiva capilla de la Virgen de Monte Viggiano - Hoy Càritas Monte Viggiano



En la foto: Fray Romeo junto a  Beatriz D'Angelo, Marina Fal, Nelly Rossi, P. Hernando de Chiappe, Norma Pinochi y Dora Irazàbal. 


    Con el tiempo, la capilla resultó chica para recibir a tantos fieles y se formó una comisión para la construcción de un nuevo templo, que fue integrada por los siguientes: presidente, Fernando Cranco; vicepresidente, Cayetano Ciuro; secretario, Tito Bertolini; prosecretario, Antonio Tenaglia; tesorero, Nicolás Lanaro; protesorero, Juan Manolio; y vocales Vicente Barresi, Antonio Antista, Domingo Spitale, Alfonso Visconti, Antonio Garcea y Remigio Zampatti. Contaron con la colaboración del cura párroco de la iglesia San José, Pbro. Francisco Romano, quien cada segundo domingo de mes comenzó a celebrar una misa en la capilla. 

     El 7 de septiembre de 1930, se colocó la piedra fundamental del nuevo templo, donada por los Srs. Gregorini Hnos. Fueron padrinos de la ceremonia el Comisionado Municipal y la Sra. Esther Fassina de Olivieri. El 2 de mayo de 1932, previa licitación, se adjudicó la obra a Vicente Améndola, siendo el proyecto del ingeniero Arístides Améndola. Para recaudar fondos, el 11 de noviembre se organizó una peregrinación a Luján, logrando vender más de mil doscientos pasajes y se destinó parte de esos ingresos para la construcción.
   


Inauguración de la Capilla

 Finalmente, el 6 de septiembre de 1936, día de las fiestas patronales se inauguró el nuevo templo, contando con la presencia del obispo de la Diócesis de Azul, monseñor Cáneva y su bendición. La señora Felisa Leiva de Bax sería la cuidadora y responsable del Santuario de la Virgen. 

 

Parroquia de Monte Viggiano

      En marzo de 1948, llegaron a Montevideo, Fray Vicente Corradini y Fray Guillermo Conte. Poco después se dirigieron a Buenos Aires, donde hicieron contacto con los Hermanos Franciscanos Capuchinos de la Iglesia Nuestra Señora de los Ángeles, y a través de Fray Antonio Monterosso, capuchino y amigo de Monseñor Cáneva de la Diócesis de Azul, se iniciaron los trámites para la llegada de los Hermanos Franciscanos Conventuales a Olavarría. 
       Esta Orden es la familia religiosa fundada por San Francisco de Asís, con el nombre de Hermanos Menores. A la que después se le agregó la denominación de Conventuales, porque la morada de los franciscanos se llama convento. Es una fraternidad en la que los hermanos, como una familia, participan en la vida y actividades de la comunidad. San Francisco de Asís quería que sus religiosos sean Hermanos Menores como vivencia personal y que al mismo tiempo se pusieran al servicio de los que son los más frágiles de la sociedad. Les había dado la consigna: “Esta es la regla y la vida de los Hermanos Menores: guardar el santo Evangelio, viviendo en obediencia, pobreza y castidad”. El espíritu franciscano de esta Orden fue enriquecido aún más por la presencia y obra de San Antonio de Padua. Motivo por el cual, en el frente de la primitiva capilla (hoy Cáritas), se observan las figuras de San Antonio y San Francisco.
       El 12 de junio de 1948, los franciscanos llegaron a Olavarría y comenzaron a colaborar con el Pbro. Francisco Romano y el Pbro. Celestino Fal de la iglesia San José, en la atención de la capilla de Monte Viggiano. Al comienzo, la familia Ormazábal los hospedó en su casa. El 28 de octubre de 1948, se instalaron en una dependencia del templo, llegaron con la orden que les había dado el Obispo Monseñor Cáneva: “Trabajen, trabajen mucho, entren en todas partes, acorten las distancias, trabajen...”
En 1949, la comunidad franciscana de Monte Viggiano la componen los hermanos: Fray Corradini, (Guardián de la comunidad), Fray Bernardo Mazzorana, Fray Lorenzo Turetta y Fray Gaudencio Salvaterra.


Hermanos Franciscanos Conventuales en 1949

    Fray Lorenzo Turetta organizó un grupo de Exploradores, con banda y uniforme, formado por niños y jóvenes que participaban en las procesiones. Un boletín de Nuestra Señora de Monte Viggiano se publicaba semanalmente y llegaba a dos mil familias olavarrienses, siendo colaboradoras Santa Grasso, Elisa Cuadrado y Dorita Gatti.  
      En la Tercera Orden Franciscana, fundada y constituida en Olavarría por un centenar de hombres y mujeres, dirigida por Fray Vicente Corradini, nace Caritas Monte Viggiano; hasta la llegada de Fray Romeo la responsable era Doña Felisa, una mujer pequeña, regordeta, bondadosa, ayudada por un grupo de damas. 
    En el partido de Olavarría, la Orden Franciscana posee un campo de 220 hectáreas atravesado por el arroyo Nievas. Allí se fundó el Recreo San Francisco, un lugar para el retiro o esparcimiento de los jóvenes. Ese campo, como otras propiedades en la ciudad de General Belgrano, pertenecían a las hermanas Clara y Adela Piaggio, que no teniendo herederos ofrecieron  parte a la Congregación Salesiana y parte a Monte Viggiano. Las  Piaggio vivían en Hinojo, y los padres franciscanos de Monte Viggiano asumieron la asistencia y el cuidado de las hermanas. Quién influyó para que el campo pasara a la Orden Franciscana fue el Padre Antonio de Monterosso, capuchino.   
       En un principio, en el campo se sembraba trigo y maíz; cuando asumió la administración del campo Fray Romeo, destinó parte a la lechería. Con la leche que producía alimentaba a los niños y a los enfermos. El cuidado del campo y las tareas de ordeñe la hacían cuatro o cinco conscriptos que cedía el Regimiento. 
       Fray Romeo no fue el iniciador de la obra de las Casitas Económicas, pero desde su llegada a Olavarría le dio un extraordinario impulso. El creador de esa obra fue el Padre Búffoli, cura extrovertido, carismático y progresista. En sus funciones como cura párroco de Monte Viggiano visitaba a los enfermos, bendecía casas, recorría los alrededores de la ciudad. Allí se encontró con gente que vivía en precarias casitas, y por más deseos que tuvieran de progresar, su difícil situación económica no los ayudaba. En vista del problema se le ocurrió proyectar la construcción de  casitas económicas y su financiación. 
      Preparó un plano para una vivienda mínima: dos dormitorios, comedor cocina y baño, a la que en un futuro se le podría agregar otras habitaciones. Los materiales para la construcción se ofrecerían al fiado y sin interés; se fomentaría la colaboración  vecinal y ayuda recíproca mutua. El beneficiario pagaría poco a poco una cuota mensual para cubrir el costo de los materiales entregados. La condición exigida era que el lote donde se debería construir la casita esté debidamente escriturado ante escribano. El proyecto se presentó en la Municipalidad de Olavarría y tuvo una buena acogida. El fiador ante las empresas por los materiales sería la parroquia de Monte Viggiano. Con este sistema se construyeron una gran cantidad de casitas económicas y otras fueron renovadas.  
       Muchos han sido los franciscanos que vinieron a ejercer su apostolado a Olavarría; pero, seguramente, el más querido y recordado de los franciscanos, por su carisma y extraordinaria labor pastoral y asistencial realizada durante más de 30 años, será por siempre Fray Romeo Musaragno. Había llegado a Olavarría en los primeros días de enero de 1967 y falleció en nuestra ciudad el 19 de agosto de 1998. Sus restos, junto a otros franciscanos, yacen en la capilla de la Virgen de la Loma. 

Algunos de los Hermanos Franciscanos Conventuales que ejercieron su apostolado en Olavarría fueron: 
Fray Vicente CorradiniFray Ángel Franzoni
Fray Guillermo ConteFray Higinio Gottardo
Fray Lorenzo TurettaFray José Bozza
Fray Bernardo MazzoranaFray Federico Scantamburlo
Fray Gaudecindo SalvaterraFray Daniel Spanu
Fray Jorge ScainiFray Leonardo Rasia
Fray Contardo MiglioranzaFray Alejandro Ferreirós
Fray Leopoldo BoscaroFray Ricardo Cittadini
Fray Luciano BiasioFray Pedro Beltrame
Fray Nicolás RaimondiFray Antonio Carraro
Fray Emiliano BuffoliFray Martín Bitzer
Fray Romeo MusaragnoFray Pacífico Szkignier
Fray Emilio FavaratoFray José Luis Gennaro
Fray Urbano SantinonFray José Miguel Castillo
Fray Lorenzo Ballan
     
Desde el 26 de febrero de 2020,  Fray Pablo Bajuk es el cura párroco de la parroquia. 
                            
Fuentes consultadas
Fray Contardo Miglioranza, Fray Romeo Musaragno . El Hermano de los pobres.
Diario El Popular.
Revista Santuario de Nuestra Señora de Monte Viggiano. Edición 1997.