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martes, 26 de julio de 2022

CRÒNICA  DE UN CASAMIENTO EN COLONIA HINOJO, PARTIDO DE OLAVARRÌA.  Publicada en el diario El Pueblo de Azul, en 1898. 

                                                                              Autor: Cr. Adolfo Hipólito Santa María. 


¿No han asistido ustedes a alguna boda rusa, en las colonias de Hinojo?

Los que  han tenido ocasión de presenciar tal espectáculo, habrán perdido seguramente un momento agradable, y me parece que muchos son los que totalmente desconocen cómo se llevan a cabo estas ceremonias, por  demás originales.

Por cierto que no voy a mencionar  que estas tienen un carácter distinto a las nuestras, sino lo original del acto con sus particularidades no conocidas en nuestra sociedad y el alcance, hasta cierto punto distinto, del matrimonio para la mujer rusa.

Voy a tener el placer de contarles algo, poniéndolos, de esta suerte, al corriente de lo que yo mismo he pre­senciado en un viaje exprofeso que hi­ce a una de las colonias cercanas a Hinojo.

No he tenido que salvar (Dios sea loado) las inmensidades del Océano, para darme cuenta de visu de lo que voy a narrarles.

Sin tocar para nada la parte religio­sa que da origen a doctrinas contra­dictorias, pues tan buena es la de ellos para ellos como lo es la mía para mí, voy a exponerles algunas excentrici­dades que tienen lugar en las bodas.

La sorpresa más grande y que pro­voca no pocas reflexiones que pasaré por alto, es la que nos proporciona la novia durante el acto de la bendición del matrimonio, en el cual ésta apare­ce triste y apesadumbrada, en cambio de la felicidad que de su nuevo estado podría lógicamente esperar, y como si tales tristezas la ocasionarán, verda­deramente, el temor de llevar consigo la cruz del matrimonio.

Los convidados, que lo son todos los habitantes de la Colonia, están siempre dispuestos a presenciar estas ceremonias nupciales y por cierto no es necesario insistir en la invitación para obtener su presencia.

Sigamos adelante. Una vez reuni­dos en la casa del padre de la novia, forman una columna bastante nume­rosa, teniendo siempre como van­guardia a distancia de treinta varas, a una docena de ellos, por lo general todos jóvenes, que armados de su fusil hacen descargas con un fuego rápido y desordenado.

¡Y que fuego encarnizado! Pero una vez a pocos pasos de enfrentar la puerta principal de la iglesia, se suspende  el ensordecedor fogueo, reem­plazándolo el mayor silencio, y al pasar el novio y la novia quítansen res­petuosamente el sombrero y tras ellos entran también en el templo.

Rápidos instantes pasan y la cere­monia nupcial termina, sin más inci­dentes que la unión de los desposados y un raudal de lágrimas que vierte al parecer afligidamente la novia, sin que nadie le dé importancia al hecho.

¡Rarezas del genio!

Pasados algunos instantes, vuelve la columna a ponerse en marcha hacia la casa de los casados, y vuelven a re­petirse las múltiples descargas de fu­silería que la vanguardia dispara ale­gremente.

Una vez en casa de los flamantes esposos, se empieza a desarrollar el plan confeccionado, y los festejos y la alegría invaden los corazones de unos y otros, mientras van tomando asien­to los convidados alrededor de una gran mesa, y entonces hácense (sic)) los de­bidos honores a los diferentes manja­res dispuestos especialmente al paladar favorito de los convidados.

Pero lo más original es que en me­dio del festín, métanse desórdenes que todos los reciben con muestras de sa­tisfacción y que son originados por una encarnizada lucha que mantienen el novio con varios de los jóvenes in­vitados, que sigilosamente se han  es­cabullido por debajo de la mesa para arrancar a la novia, primero los boti­nes y luego las ligas.

Los pies del novio defienden enér­gicamente las prendas que pretenden arrebatarle a su esposa, y de ahí resul­tan los raptores con más o menos gran­des rasguños en manos y brazos, a causa de las coces del novio.

Pero el novio no puede luchar con­tra tantos y resulta vencido. Luego, para olvidar las penurias porque han pasado, los raptores, ofrecen en venta dichas prendas, y entonces el novio se ve obligado a abonarles una suma de dinero. Después se corren carreras, las que no dejan de revestir cierto interés.

¡Y como no! Se coloca de parte a parte de la calle, un grueso cable que  viene a quedar amarrado fuertemente por sus puntas a un fuerte palo colo­cado intencionalmente. En medio de dicho cable, se suspende un ganso con la cabeza hacia abajo, fuertemente ase­gurado al cable por las patas.

Como se comprende, la pobre ave está sujeta a concluir su existencia en medio de un suplicio bárbaro.

Una vez todo dispuesto, se corren las carreras y cada uno que pasa por debajo del ave, debe tratar de arran­carle el pescuezo al pasar, limpia­mente.

Así que, tantas manos son tantos violentos ataques que sostiene el ganso, hasta que alguien queda con el pescuezo deseado, y el ave sucumbe horriblemente, mientras la concurren­cia prodiga entusiastas aplausos al vencedor.

Es inútil agregar que éste es quien se come el ganso mártir.

Esta es la descripción fiel de las bodas rusas y sus originales fiestas, agregando solamente un baile que dura consecutivamente dos días y dos noches.

 

 


lunes, 18 de julio de 2022

PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN 
HINOJO. PARTIDO DE OLAVARRÍA

                                                                       Autor: Cr. Adolfo Hipólito Santa María


Parroquia Nuestra Señora de la Asunción

        El 5 de enero de 1878, favorecidos por la ley 1147 de 1877 que destinaba 16 leguas cuadradas medidas y amojonadas del partido de Olavarría a inmigrantes ruso-alemanes, nativos y de otras nacionalidades, llega a Olavarría un grupo compuesto por ocho familias y tres solteros que provenía de la zona del Volga, en Rusia. Este grupo y otros colonos que fueron llegando al lugar, fundan poco después la Colonia Hinojo.
     Este agrupamiento, que poco a poco fue creciendo, repetía la misma organización que durante los cien años de vida en Rusia los había mantenido cohesionados, preservando la identidad cultural, lingüística y étnica. Una organización social que tenía la centralidad de lo religioso en la vida cotidiana. Por este motivo llega poco después a la colonia el sacerdote Luis Servet, sacerdote español que había estudiado en Alemania, comenzando sus recorridas apostólicas por toda la zona en sulky. A la muerte del Padre Servet, que murió a los 46 años, muy pronto se hicieron cargo de la misión apostólica y los servicios religiosos los misioneros de la Congregación del Verbo Divino en toda esta zona. La Congregación del Verbo Divino había sido fundada por Arnoldo Janssen el 8 de septiembre de 1875 en Steyl, un pequeño pueblo de Holanda, cercano a la frontera con Alemania.
       En 1887, muy cerca de la colonia, por un decreto del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, el Dr. Carlos Alfredo D'amico, y a instancias de los pobladores Ángel Bardi y David Spinetto, se autorizaba la fundación de un pueblo en el partido de Olavarría denominado Hinojo, junto a la estación homónima del Ferrocarril del Sud.
        El lugar, con la llegada del ferrocarril el 15 de marzo de 1883, había comenzado a acelerar su crecimiento. Poco después, la construcción de los ramales ferroviarios a Sierra Chica y Sierra Bayas contribuyó a que sea muy intenso el transporte de materiales de las canteras hacia la estación de Hinojo, transformándola en una de las más importantes. Canteras de piedra, hornos de ladrillos y de cal se habían establecido en toda esa zona.
     En 1931, siendo que el pueblo de Hinojo tenía ya una considerable población, carecía de una iglesia, un viejo anhelo de la población hinojense.
       En Hinojo, los oficios religiosos se venían haciendo en un galpón propiedad de la familia Díaz Elisagoyen.
        Es con el P. Santiago Keiner, cura párroco de la Colonia Hinojo, que los deseos de los pobladores de tener una iglesia comienzan a cristalizarse.
        El 9 de agosto de 1931, se reúnen en el local de la Sociedad Italiana, un grupo de vecinos de la localidad para constituir una comisión pro – templo.
Se hallaban presentes el señor Cura Párroco de la Colonia Hinojo, R.P. Santiago Keiner; el Delegado Municipal, Sr. Manuel Díaz Marín; el Jefe del Registro Civil, Escribano Aníbal J. Grigera; el Jefe del Telégrafo de la Provincia, Sr. Andrés Amaya; el Jefe de la Oficina de Correos, Sr. Guillermo Demaestri; el Jefe de la Unión Telefónica, Sr. Juan Mazzoleni;  y los señores Ángel Bardi, Ceferino Caponi, F. Juan Balbi, Francisco Oliveto, Victorio Zago, Ramón Martínez, Eduardo De Pierris, Ángel Marcos, Juan F. Verdalle, Vicente Oliveto, Antonio Santamarina, Jaime Gari, Juan Antocci, Martín Álvarez, Anastasio Rodríguez, Pas­cual Sgrilletti, Máximo y Daniel Tambucci, Daniel Vívoro, Simón Cleyp, Amadeo Verucchi, Hnos. Dietrich, Gregorio Naviliat, Juan Pedro Sauer y Salvador Raimundi.(1)
        Siendo designado presidente de la comisión el Padre Santiago Keiner; la ubicación del futuro templo sería el tema a considerar por la asamblea.
        El Padre Keiner sostenía que la iglesia debía construirse frente a la plaza pública, como era práctica tradicional y generalizada en la mayoría de los pueblos.
      El Sr. Balbi puso a consideración la donación del terreno que realizó la Sra. Vda. de Brizzio, situado al noroeste de la población y que consideraba sería el más apropiado.   También manifestó, que  él había donado un terreno para la iglesia en el noroeste del pueblo y que, a su juicio, debía ser aceptado. Esto es rebatido por los Sres. Grigera y Francisco Oliveto, que no creían que dicha ubicación sea la apropiada y acorde a las necesidades de la población, y que tampoco llenaba las condiciones exigidas en cuanto a las dimensiones.
      Acotaron, además,  que existían terrenos inmejo­rables frente a la plaza, cuyos propietarios eran: Gabino Diorio, sucesión de Pascual Colella, y Estanislao Secher, a quienes se les solicitaría informen el valor que estarían dispuestos a vender sus terrenos.
     Después de un intercambio de opiniones entre los presentes, no se llega en esta reunión a ninguna conclusión sobre la ubicación del templo.
      El padre Keiner sería el encargado de nombrar a los miembros de la comisión directiva, siendo elegidos los Sres. Francisco Oliveto, Manuel Díaz Marín, Anastasio Rodríguez, Aníbal J. Grigera, Vicente Oliveto, Angel Marcos, Jaime Gari y Juan Francisco Verdalle. Luego de ser aceptada por los asambleístas esta nómina, se procedió a la constitución de una comisión honoraria para la cual se designa a los Sres. Germán Louge, Eugenio L. Piaggio, F. Juan Balbi, Miguel Bonserio, Victorio Zago, Urbano Domecq (h), Juan Marín, Ambrosio Colombo, Ceferino Caponi, Guillermo Darnet, Ramón Martínez, Juan Iriarte, Juan Pilotta, Faustino Galgano, Dr. Andrés A. Biaggi, Miguel Gregorini, Domingo Pascua, Juan Lacoste y Francisco Saloñia.
        El mismo 9 de agosto a las 17,30 hs., con la sola presencia de los miembros designados para la comisión pro-templo, se distribuyen los cargos de la comisión directiva, en las siguientes personas:
        Presidente, R. P. Santiago Keiner; vicepresidente, Francisco A. Olivetto secretario, Escribano Aníbal Grigera; tesorero, Vicente Oliveto. Vocales: Manuel Díaz Marín, Ángel Marcos, Juan F. Verdalle, Jaime Gari, Anastasio Rodrí­guez.
        También se resuelve publicar en los diarios del partido y en los capitalinos La Prensa y La Nación, lo acordado en esta reunión.
La comisión resuelve dirigirse al Sr. Gabino Diorio, Sucesión de Pascual Colella y Sres. Oliveto Hnos., "para que remitan antes del día veinte y dos del actual las propuestas cerradas y lacradas sobre venta de terreno para la construcción del templo, precio por metro cuadrado y cantidad de terreno" (transcripción textual del acta).(2)
      El 23 de agosto, en una reunión realizada en la Delegación Municipal, se ponen a consideración de la asamblea las propuestas recibidas.
        Siendo las siguientes: Gabino Diorio ofrece en venta el terreno de su propiedad con una superficie total de 2.158 metros cuadrados a razón de $2m/n el metro cuadrado.
       Nicolás Colella ofrece por sí y sus coherederos el terreno situado frente a la plaza a razón de $1.50m/n el metro cuadrado.
       Los Hnos. Francisco y Vicente Oliveto ofrecen vender su terreno que hace esquina con la plaza, con una superficie de 2.400 metros cuadrados, a razón de $85 centavos el metro cuadrado.
        El presidente da lectura a una carta del Dr. David Spinetto, que es respuesta a una suya sobre terrenos que éste posee frente a la Playa de la Estación.
    Analizadas las propuestas, la comisión resuelve tomar una decisión definitiva en una próxima reunión.
    El 2 de septiembre de 1931, se reúne la comisión para tratar este tema. En dicha reunión se da a conocer la respuesta concreta del Dr. Spinetto, quien resuelve donar los terrenos en cuestión. Los Hnos. Francisco y Vicente Oliveto, adoptan igual determinación que el Dr. Spinetto, sobre los terrenos que anteriormente habían ofrecido en venta.
     Examinadas ambas propuestas, se resuelve por unanimidad aceptar la de los Hnos. Oli­veto, por considerarla muy ventajosa y reunir las condiciones requeridas.
       Se cursa nota a Su Excelencia Mons. Francisco Alberti acerca de lo resuelto, y la aceptación del P. Keiner del poder que se le otorga para subscribir la correspondiente escritura a nombre de la Diócesis de La Plata.
        En la escrituración de los terrenos intervino el escribano  Aníbal Grigera, quien las realizó en forma gratuita.

EL PROYECTO
    Para la construcción del templo es aceptado el proyecto presentado por el Reverendo Padre Juan Scharle, de Coronel Suárez, cuyo costo estimativo sería de $ 60.000 m/n.
       Se piden presupuestos a empresas constructoras y hornos de ladrillos.
    Analizados los diferentes presupuestos, se decide aceptar el presentado por la firma Pedro Giantomasi e Hijos, con quienes se firma el correspondiente contrato de obra y locación de servicios el día 23 de noviembre de 1931.
    El agrimensor Carlos M. Pinto procede, por encargo de la Comisión, a demarcar el terreno.

RECAUDACIÓN DE FONDOS
    Se nombra una Comisión de Damas, para que coopere también en la recauda­ción de fondos y materiales para la construcción.
  En Colonia Hinojo se constituye una comisión de vecinos para colaborar con la Comisión Pro-Templo de Hinojo en la obra a realizar. Dicha comisión, con motivo de las Fiestas Patronales de Colonia Hinojo, recibe el primer beneficio de una Carrera de Sortijas, cuyo importe de $325,20 m/n. entregan al tesorero Vicente Oliveto.

PRIMERAS COMUNIONES

     La labor apostólica del P. Keiner continúa y se organizan, con motivo de la fiesta de Cristo Rey, siete días de misión, que él mismo predica en un galpón cedido por la familia Piaggio, ubicado éste frente a la Playa de la Estación local.
    El día 25 de octubre de 1931, a las 8hs., los niños hacen su Primera Comunión.

SE INICIA LA CONSTRUCCIÓN

      En diciembre de 1931, se realiza la demarcación de los cimientos del templo.
    Se siguen recaudando fondos mediante colectas en las que se solicitan donaciones en efectivo o materiales, y se organizan rifas, carreras de sortija, veladas cinematográficas, suscripciones públicas, etc.
    Los ladrillos son provistos por José Guasura, Antonio Riva, Alejandro Gisler y otros.
     Se reciben donaciones de cemento de las fábricas de Sierras Bayas y Loma Negra, de esta última a través del Sr. Hans Becker.
     La arena para la construcción es aportada por las canteras de Balbi y Passarelli, y la cal viva de las caleras de Arata y Campagnale, entre otras.

La iglesia en construcción

COLOCACIÓN DE LA PIEDRA FUNDAMENTAL

    En los primeros meses de 1932, la comisión directiva comienza los preparativos para la colocación de la piedra fundamental de la iglesia. El mes de mayo sería el mes elegido, aprovechando la Fiesta Patria del 25.
      El programa preparado para la ocasión sería el siguiente:
PROGRAMA:
1) Llegada y recepción del señor Obispo
A las 9,30 llegará procedente de Azul el Excmo. y Revmo. Señor Obispo Auxi­liar de La Plata, Monseñor Doctor Juan Chimento. El ilustre huésped será esperado a la entrada del pueblo por una escolta de jinetes a la Dumond y acompañado en caravana de autos por las principales calles hasta la obra del Templo en construcción, donde lo recibirán la comisión directiva y el pueblo reunido.
2) EN LA OBRA
a) Saludo de bienvenida, poesía.
b) Himno Nacional, ejecutado por la Banda Municipal y coreado por la concu­rrencia.
c) Misa de campaña, celebrada por el R.P. Guillermo Leusch, viceprovincial de la Congregación del Verbo Divino.
d) Alocución por el señor cura vicario R.P. Santiago Keimer S.V.D.
e) Bendición solemne de la piedra fundamental por el señor Obispo, apadri­nada por la señora Elena Dhers de Louge con el señor A. Germán Louge y la señorita Inés Elizagoyen con el señor José Manuel Ferreccio, intendente muni­cipal.
f) Tedeum en acción de gracias al Todopoderoso por las dos fechas conmemo­radas.
g) Discurso por S.E.R. el señor Obispo.
h) Distribución de juguetes a todos los niños, donados por la Delegación Municipal.
3) A LA TARDE
Gran corrida de sortijas con valiosísimos premios.(diario El Popular del 24 de mayo de 1932)
EL DÍA DE LOS FESTEJOS
    El día 25 de Mayo, conmemorando el aniversario patrio la Comi­sión Pro-Templo celebró tal acontecimiento colocando la piedra fundamental del templo en construcción, cumpliéndose en todas sus partes el programa preparado.
   A las 9,30 fue recibido solemnemente el Rndo Ilustrísimo Señor Obispo, por la comisión respectiva y una numerosa concurrencia. Una vez celebrada la misa de campaña el R. P. Keiner dirigió su autorizada palabra a sus feligreses, procediéndose después a la bendición de la piedra fundamental, actuando como padrinos la señora Elena Dhers de Louge y el señor Germán Louge —siendo representado éste por el doctor Juan A. Errecart— y la señorita Inés Elizagoyen y el intendente municipal don José M Ferreccio, pronunciando una alocución el Ilmo. Señor Obispo. La banda municipal ejecutó el Himno Nacional que fue coreado por todos. La concurrencia fue enorme. El lunch ofrecido por la Comi­sión fue espléndidamente servido. Puede decirse que la fiesta realizada será recordada por todo el vecindario. (diario El Popular del 28 de mayo de 1932)
        Cuando se colocó la piedra fundamental, las paredes laterales del templo se hallaban levantadas hasta la altura donde hoy se encuentra la base de las ventanas. El interior del templo había sido engalanado.
        En el lugar donde se encontraba el altar del Sagrario, en una pequeña cámara de cemento forrada con madera, se colocó una botella conteniendo recortes de los periódicos La Prensa y El Popular, que daban cuenta de los actos realizados.
        Fueron padrinos de la ceremonia, la Sra. Elena Dahers de Louge, Germán Louge, la Srta. Inés Elizagoyen y el Intendente Municipal, J. Manuel Ferreccio.
        Durante la celebración de la Santa Misa, el Obispo Dr. Juan Cimento procede a bendecir la piedra fundamental.
        Días antes se había realizado un homenaje al R P. Cristián Huber, consistente en la colocación de una imagen de San José, de la que fue madrina la Sra. Ana Bardi de Zago. Dicha imagen se conserva y venera aún en el templo. 


Placa recordatoria
Imagen de San José








                 En memoria del Rdo Padre Cristian Huber
          sus feligreses de Hinojo.  
                                              1932










PRIMERAS ACTIVIDADES PASTORALES

    Mientras la construcción del templo avanzaba, crecía también la vida espiritual de la sociedad hinojense. En un galpón cedido por la familia Cattaneo, el P. Keiner comienza la enseñanza de la doctrina cristiana en los niños, preparándolos para la Primera Comunión. Se brindan conferencias, y se atienden bautismos y matrimonios El día 20 de noviembre, tiene lugar la Primera Comunión.
    Del 10 al 24 de septiembre de 1933, los Padres Redentoristas Alfonso Schwindt y José Waimann, predican una misión popular en Hinojo. Las conferencias y ceremonias se reali­zan ya en el interior del templo, que aún no estaba concluido. Esta misión logra gran repercusión y al año siguiente, del 1 al 9 de diciembre, se realiza la renovación de la misma por los Reverendos Padres Misioneros Redentoristas Luis Gottau y Alfonso Schwindt.
  Con el correr de los años surgen diversas instituciones parroquiales, tales como la Acción Católica en sus cuatro ramas, la Congregación de las Hijas de María, el Apostolado de la Oración, la Asociación de la Doctrina Cristiana, las Damas Vicentinas y asociaciones de niños.


BENDICIÓN DE LAS CAMPANAS

       El 30 de mayo de 1937, tiene lugar la bendición de las campanas a cargo del Obispo Diocesano de Azul. Mons. César A Cáneva. Preparadas en un armazón especial, se hacen tañer por primera vez frente al templo.
      La campana principal fue adquirida en la Casa Juan Bellini e hijos de San Carlos Centro, provincia de Santa Fe. Da la nota FA y pesa 96 kilogramos. Construida totalmente en bronce, costó $538.00 m/n. Fueron sus padrinos la señora Dominga de Gregorini, el señor Domingo Pascua, la señora Irene de Lourbet, el doctor Ismael López Merino, la señora Ana M. de Galgano, Hans Becker, la señorita Emilia Occhi y Vicente Gregorini
    La campana más pequeña tuvo por padrinos a la señorita Celia Balbi, Mario Sgrílletti, la señorita Elida Pilota y Armando Maitini.

DETALLES DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA IGLESIA

    Según los planos existentes en el archivo parroquial, la nave principal tiene una longitud de 27.20 metros de largo y 11,75 metros de ancho. Además se hallan previstos el presbiterio, dos sacristías, la entrada, el bautisterio y la escalera que conduce al coro. Dichos planos levan las firmas del ingeniero Carlos Venzano y del contratista Sr. Carlos Fogeler.
    Los cimientos de la torre tienen tres metros de profundidad y noventa centímetros de ancho. La torre tiene treinta y siete metros de alto y veinticinco metros cuadrados de base. La cúpula está construida por ocho hierros colocados formando un triángulo de base octo­gonal, entrelazados con hierros redondos y llantas de ruedas de carro. Se completa con un hormigonado de aproximadamente treinta centímetros de espesor En su vértice superior se encuentra la cruz de hierro artístico, de tres metros de alto. El costo total de mano de obra de la torre, fue de $3.000 m/n.
    Las paredes laterales del templo, descansan sobre cimientos de ochenta centímetros de profundidad. Su base tiene el ancho de tres ladrillos y continúa hasta los diez metros con el ancho de dos ladrillos. Los cimientos se pagaron a razón de $1,90 el metro lineal y la mampostería $6 el metro cúbico. (3)
       Entre los operarios de Pedro Giantomasi, se encontraban sus hijos Antonio y Luis (integrantes de la firma) y los señores Musci, Conforti, José Larrondo, Juan Camiletti, Antonio Durán, entre otros.
       Cabe hacer mención de muchas personas que donaron su trabajo para la construcción en forma anónima y desinteresada.
       El Sr. Félix Leguercio inspeccionaba periódicamente la obra, por encargo de la Comisión Directiva.
       El techo de cinc, sus correspondientes cabreadas y accesorios, fueron preparados y colo­cados por obreros de Coronel Suárez, contratados por el R.P. Juan Scharle.
      Las ventanas laterales fueron confeccionadas en el Penal de Sierra Chica. La puerta de entrada fue hecha en la carpintería de Caponi. 

TERMINACION DEL TEMPLO 

REVOQUE INTERIOR:

    El templo funcionó mucho tiempo con su techo de madera a la vista y sus paredes sin revocar
    Más tarde, aproximadamente en el año 1943, se logró construir el actual cielorraso, con sus bóvedas y revocarlo íntegramente en su parte interior.
   Todo esto se hace con fondos que provee el Superior Gobierno Nacional, conseguidos por la gestión del R P. José Fuchs, quien por aquellos años se desempeñaba como cura párroco.

COLOCACIÓN DEL PISO: 

        A pesar de encontrarse terminado el revoque de las paredes y las bóvedas, aún faltaba otro tramo importante: la colocación del piso.
      Es durante el período en que se desempeñaba como párroco el R. P. Enrique Roth, cuando se realiza la colocación. 
       Los fondos se recaudan mediante una campaña, en la que se pide la donación de un metro cuadrado de mosaicos. En breve lapso se reúne el material. Las tareas de colocación del piso estarán a cargo del Sr. Mario Ardizone.
El piso es inaugurado v bendecido el 15 de agosto de 1945, por el Excelentísimo Señor Obispo Diocesano, Monseñor César A Cáneva. Fueron sus padrinos el Dr. Alfonso Hourcade y Sra., el Sr Pascual Sgrilletli y Sra. , los Sres. Clara \ Alberto Piaggio, el Sr Victorio Zago y Sra. y la Sra. Adelaida G de Marín.
En esos años se hacen los trabajos de pintura del presbiterio, realizado por el Reverendo Hermano Lucas, de la Congregación del Verbo Divino.(4)

Interior de la iglesia

EL RELOJ DE LA TORRE

    Surge la idea de colocar un reloj público en la torre de la iglesia. Y para que el deseo de los pobladores pueda hacerse realidad, se decide comenzar a recolectar los fondos necesarios. Esta tarea fue llevada a cabo por la Comisión de Damas de la Sociedad de Fomento que presidia Juan Marín.
      Se realiza la colocación de la escalera que comunica con la torre .
    En las Fiestas Patronales de Hinojo, realizadas en los primeros días de septiembre de 1952, tiene lugar la inauguración del reloj. Fueron padrinos el Intendente Municipal de Olavarría, Alfredo Fernández y Sra, el ex inten­dente municipal, Santiago A. Cañizo, Juan Marín y Sra., Tito M. Alloggia y la Srta.  Amelia Maitini.
   Tuvo a su cargo la bendición el Superior Provincial de la Congregación del Verbo Divino, R P. Juan Kemerer, especialmente invitado por el P. Roth.

Vista del reloj de la iglesia

LA CASA PARROQUIAL

    Los sacerdotes que atendían la vida espiritual de la población, residían en la Parroquia de Colonia Hinojo, desde donde se trasladaban para cumplir sus funciones pastorales en Hinojo.
    No obstante ello, existía una pequeña Casa Parroquial junto al templo, donde el sacerdote permanecía cuando las circunstancias así lo exigían. Dicha casa fue construida también por la empresa de Giantomasi e hijos, poco tiempo después de hallarse concluido el templo. Constaba de un pasillo de entrada, dos habitaciones, un baño y un corredor. Se hallaba exactamente donde hoy se encuentra el Salón Parroquial, que fue construido, en gran parte, con los ladrillos que formaban parte de la anterior construcción.
    Con el correr del tiempo se hizo necesario que el sacerdote estuviera permanentemente en la población, para atender todas las necesidades de los fieles a medida que fue creciendo la población.
        Par tal fin, se constituyó la Comisión Pro-Casa Parroquial, que tuvo por asesor al R. P. Miguel Riedel. Formaron parte de la misma: Armando Maitini, Alberto L Piaggio, Sebastián Panebianco, Kibio Ricardini, Juan C. Bonetti, Mario S. Sgrilletti, Osvaldo Pagella, Gustavo D Suárez, Mario H L. Galgano, Miguel Gregorini, León Oliveto, J. Alberto Presa y Simón Cleyp.
      En dos años quedó terminada la actual Casa Parroquial.
     El Obispo Diocesano, Monseñor Dr. Manuel Marengo la inauguró y bendijo el día 15 de agosto de 1958.

Casa parroquial

EL SALÓN PARROQUIAL

        La primitiva Casa Parroquial fue transformada en un Salón, que se utilizaba para las clases de catequesis, como también para reuniones de tipo social.
    Tanto por sus pequeñas dimensiones, como el estado de su construcción, exigían una remodelación.
       Es así que en el año 1973, estando a cargo de la Parroquia el R.P Alberto Hercun, se da comienzo a las obras de refacción.
    Se organizaron festejos y se solicitaron donaciones. A fines del citado año, ya comienza a funcionar el actual Salón. Algunos años después se construye una cocina-fogón junto al mismo. La empresa F.A.B.I contribuyó con un importante aporte para la realización de la obra.
    El Salón Parroquial, tal como se lo había proyectado, presta una gran utilidad en el desarrollo de todo tipo de actividades parroquiales.


AUTORIDADES ECLESIÁSTICAS

   En el transcurso de todos estos años, se han sucedido distintas autoridades eclesiásticas.
    Cuando se formó la Comisión Pro-Templo, esta zona correspondía a la jurisdicción de la Diócesis de La Plata.
    En 1934, cuando se crea la Diócesis de Azul, pasa a depender de esta jurisdicción.

LA CONGREGACIÓN DEL VERBO DIVINO

    La historia de la vida espiritual de Hinojo se halla íntimamente ligada a la Parroquia Santa María de Colonia Hinojo, desde donde se atendió por muchos años las necesidades espirituales de los hinojenses.
     El siguiente es un listado de sacerdotes que cumplieron su misión apostólica en Hinojo.
P. Cristian Huber (párroco)
P. Santiago Keiner ( pàrroco)
P. Jorge Shell (teniente)
P. Juan Lambrecht (teniente)
P. José Fuchs (párroco)
P. Enrique Roth (teniente - párroco)
P. Agustín Sperle (teniente)
P. Pedro Wodarka (párroco)
P. Adán Schafer (teniente).

    Desde 1953, los sacerdotes comenzaron a residir en Hinojo como Capellanes Vicarios. A partir de el año 2008, cuando la parroquia pasa al Obispado de Azul, los sacerdotes residen en Colonia Hinojo, y atienden también Hinojo y Colonia Nievas.   

P. Miguel Riedel
P. Gregorio Kippes
P. Federico Aqua
P. Alfredo Huterman
P. Casiano Sieben
P. Meinrado Schat
P. Jorge Krieger
P. Alberto Hercun
P. Antonio Heit.
P. Antonio Vedelini      (desde marzo de 1989 hasta febrero de 1993)
P. Bonifacio Nuval       (desde febrero de 1993 hasta diciembre de 1995)
P. Enrique Skowronek (desde diciembre de1995 hasta febrero de 1996)
P. Bonifacio Nuval       (desde febrero de1996 hasta enero de 1997)
P. Casimiro Lamparki  (desde enero de 1997 hasta febrero de 2000)
P. Bonifacio Nuval       (desde febrero de 2000 hasta diciembre  de 2005)
P. Wieslaw Wisiewski  ( diciembre de 2005 hasta enero de 2006)
P. Bonifacio Nuval       (enero de 2006 hasta marzo de 2008)

A partir de marzo de 2008, los sacerdotes pertenecen a la Diócesis de Azul 
P. Andrés Pérez             (desde marzo de 2008 hasta agosto de 2011)
P. Pablo Lodeiro           ( desde febrero de 2011 hasta mayo de 2018)
P. Miguel Ostertag        ( desde julio de 2018 hasta octubre de 2019)
P. José Quattrocchio     ( desde noviembre de 2019 hasta ....) 

LA PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN 


Vistas de la parroquia


Vistas del interior de la parroquia

    Contigua a la nave de la iglesia se construyó una capilla, que se ingresa por la puerta que se observa a la izquierda del altar; y también un cinerario, que se encuentra a la izquierda al ingresar a la nave.    

Capilla


Cinerario parroquial


EL PADRE SANTIAGO KEINER


Padre Santiago Keiner

   Al Padre Santiago Keiner, se le debe en gran parte la concreción de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción.
  Había nacido en la Aldea María Luisa, provincia de Entre Ríos, y era hijo de Juan Keiner y Cristina Keiner. 
   El P. Keiner hizo sus primeros estudios en el “Seminario Conciliar” de Paraná, fundado en 1899, durante el gobierno pastoral de Mons. Rosendo de la Lastra y Gordillo. Posteriormente fue enviado a completar sus estudios de filosofía y teología, al seminario misionero St. Gabriel de Mödling, cerca de Viena.
   En 1920, fue ordenado sacerdote en Holanda para la Congregación del Verbo Divino. Ese mismo año regresó a la Argentina para cumplir con su misión apostólica.
   El P. Santiago, había prometido consagrar el templo a la Virgen, si los ayudaba a terminarlo, de ahí el nombre de Nuestra Señora de la Asunción. Desde 1938 a 1945, fue el párroco de la Arquidiócesis de Santa Fe. En la plaza San Martín, ubicada en la localidad de las Tunas, provincia de Entre Ríos, se encuentra un  busto sobre pedestal del padre Santiago Keiner.  
   Falleció el 27 de enero de 1984, siendo sepultado en Rafael Calzada.


Fuentes consultadas
Diario El Popular de Olavarría
50 Años proyectando Luz y Fe-Templo de Nuestra Señora de la Asunción- Bodas de Oro- 1932 -25 de Mayo-1982
Un agradecimiento muy especial, para el  Presbítero José Quattrocchio, actual párroco de la parroquia de Hinojo, por la colaboración prestada.  

Notas
1)-50 Años proyectando Luz y Fe-Templo de Nuestra Señora de la Asunción- Bodas de Oro- 1932 -25 de Mayo-1982, página 2
2)-50 Años proyectando Luz y Fe-Templo de Nuestra Señora de la Asunción- Bodas de Oro- 1932 -25 de Mayo-1982, página 3.
3)-50 Años proyectando Luz y Fe-Templo de Nuestra Señora de la Asunción- Bodas de Oro- 1932 -25 de Mayo-1982, página 5
4)-50 Años proyectando Luz y Fe-Templo de Nuestra Señora de la Asunción- Bodas de Oro- 1932 -25 de Mayo-1982, página 6