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viernes, 13 de septiembre de 2024

HISTORIA DEL BANCO DE LA EDIFICADORA DE OLAVARRÍA

Autor: Cr. Adolfo Hipólito Santa María



En el mes de agosto de 1910, se dio a publicidad el proyecto de constituir una sociedad que se denominaría La Edificadora de Olavarría S.A, con el objetivo social, según los estatutos, de destinar fondos a la edificación de casas, la construcción o toma por encargo de particulares o sociedades de cualquier trabajo de construcción, ampliación o refacción de propiedades. El instrumento legal autorizaba también a comprar y vender bienes raíces, emitir títulos de edificación, administrar propiedades de terceros y, por sobre todo, fomentar el ahorro en todas las clases sociales, emitiendo a ese objeto títulos de renta, con el propósito de solucionar el problema habitacional de los sectores de la población de medianos y bajos recursos.
Para interesar a los vecinos en la suscripción de las acciones de la sociedad, se constituyeron tres equipos con las siguientes personas: José Franzi y Timoteo Gainza; Armando Collinet y José Alba; y Juan Baldana y Maximiliano D. Córdoba.
El capital inicial de la sociedad sería de trescientos mil pesos moneda nacional, dividido en cinco series de sesenta mil pesos moneda nacional cada una, donde las dos primeras series serían de acciones preferidas.
Cuando ya se habían suscrito más de sesenta mil pesos del capital, se llamó a los accionistas a una Asamblea, que tendría lugar en la Sociedad Española de Socorros Mutuos de Olavarría, el día 2 de octubre de 1910.
Ese día, a las 14 horas, el salón de la Sociedad Española estaba colmado. Se había suscripto ya la primera serie y parte de la segunda.

En la Asamblea presidida por el conocido vecino de la ciudad Pablo Fassina, se constituyó la Sociedad Anónima "La Edificadora de Olavarría".
El Estatuto Social fue aprobado en general y en particular todos sus puntos.
Como consecuencia del acto eleccionario para elegir a los directores, el resultado de la votación fue el siguiente:
Directores Titulares:
Pablo Fassina, José Alba, José Franzi, Maximiano D. Córdoba, Adolfo Errecart, Ignacio Guarrochena y Bernardino Ormazábal.

Directores suplentes:
Francisco Cajén, Claudio Presa y Francisco Cereseto.

Dos días después, a las 16 horas en la escribanía del Dr. Córdoba se reunieron los miembros electos, con el fin de proceder a distribuir los cargos del Directorio, que quedó constituido con los siguientes:

Presidente: Pablo Fassina
Vice Presidente: José Alba
Secretario: Maximiliano D. Córdoba
Tesorero: José Franzi
Vocales Titulares: Claudio Presa, Bernardino Ormazábal, Adolfo Errecart
Vocales Suplentes: Francisco Cajén, Francisco Cereseto
Síndico Titular: Pablo Laborde
Síndico Suplente: Antonio Renero

Solo restaban los arreglos legales y la aprobación del Poder Ejecutivo que le daría a la entidad el carácter de persona jurídica, condición que logró el 14 de diciembre de 1910.
El periódico El Popular, publicaría sobre el acontecimiento el 9 de octubre de 1910, como un signo evidente de progreso para Olavarría, lo siguiente:
"Lo que fuera ayer una feliz iniciativa es hoy una plausible realidad. Han quedado echadas las bases definitivas de la Sociedad Anónima La Edificadora que patrocinaran, con noble empeño factores decisivos".
El domingo 2 de octubre, a las 2 de la tarde, se efectuó la asamblea a la que habían sido convocados sus accionistas, concurrió a la misma un buen número de personas estando representado un capital suscripto superior a sesenta mil pesos.
La asamblea tuvo lugar en el local de la Sociedad Española y fue presidida por  Pablo Fassina.
Se entró a considerar la orden del día, que la constituían el estatuto y la elección definitiva del Directorio.
Puesto a discusión artículo por artículo del estatuto fue aprobado en general en todas sus partes, con pequeñas modificaciones.
Luego de ilustrar acerca del capital emitido y suscripto, y de detallar la constitución del Directorio, el artículo del periódico concluía:
"Se dispuso someter inmediatamente el estatuto a la aprobación del P. E. y solicitar la personería jurídica.
El vecindario sigue suscribiendo con entusiasmo, acciones de La Edificadora. Se lleva suscripto hasta ayer una suma aproximada a setenta y cinco mil pesos.”
La sociedad se instaló en un local que alquiló, ubicado en la calle Rivadavia 264 (antigua numeración) frente a la plaza central.
El personal estaba compuesto por el gerente Eduardo Perdriel, secundado por un auxiliar administrativo. La gestión de Perdriel se extendió por cuatro meses, siendo reemplazado por Ascensio Camelino.
                                            
Ascensio Camelino

El gerente Ascensio Camelino se desempeñó en el cargo por más de 30 años, ocupando también el de tesorero. A partir de 1922, el Banco amplió su dotación del personal y contó a partir de ese año con un gerente, un contador, un cajero y dos auxiliares administrativos.

PRESIDENTES DEL DIRECTORIO

Pablo Fassina desde 1910 hasta 1931
Juan Minvieele desde 1931 hasta 1936
Francisco Cajén desde 1936 hasta 1937
Guillermo G. Striebeck desde 1937 hasta 1951
Ascensio Camelino desde 1951 hasta 1960
Pablo Fassina (hijo) desde 1961 hasta 1971
Doctor Julio Oscar Fassina desde 1972 hasta 1980
Señor Oscar Juan Rigada desde 1980 hasta 1981
Ingeniero Mario Alberto Indavere desde 1981

GERENTES GENERALES

Eduardo Perdriel desde enero de 1911 por cuatro meses
Ascensio Camelino desde 1911 hasta 1951
Carlos Marino desde 1951 hasta 1959
Enrique L. Laplace desde 1960 hasta 1973
Omar Rafael Schiavone desde 1973


Omar Rafael Schiavone


La Transformación

La Edificadora S.A de Olavarría era ante todo una empresa dedicada exclusivamente a solucionar las necesidades habitacionales de los vecinos mediante una política de préstamos accesibles. Muy poco después de su fundación, los directivos entendieron que era necesario transformar a la empresa en un Banco. De esta forma, la sociedad obtendría los fondos suficientes para ampliar los créditos destinados a la construcción y destinarlos también a otras necesidades de los vecinos.
El 11 de julio de 1913, en sesión del Directorio, quedaba resuelta la transformación de la sociedad en una entidad bancaria y la creación de una sección de seguros contra incendio.
La reforma del estatuto estuvo a cargo del presidente del Directorio, Pablo Fassina, y de los directores Pausanías Michelini y Maximiano D. Córdoba; estatuto reformado que debería ser puesto a consideración de la asamblea de accionistas para su aprobación.
El domingo 10 de mayo de 1914, se celebraron dos asambleas. Una Asamblea Ordinaria donde se aprobó la Memoria y Balance de la Edificadora S.A de Olavarría, y se trataron la distribución de utilidades y el informe del síndico Ramón A. Rendón.
Concluida la sesión ordinaria, se inició la Asamblea Extraordinaria, donde el presidente del Directorio, Pablo Fassina, anunció que a los efectos de la constitución de la Asamblea se hallaban presentes 102 accionistas, conformando un capital de ciento treinta mil pesos, cifra que excedía las tres cuartas partes del capital exigido por la ley.
Acto seguido se expuso que era indispensable la creación de una entidad bancaria, para proporcionar de esa manera a la sociedad La Edificadora de la capacidad financiera suficiente para atender la demanda creciente de solicitudes de créditos para la edificación.
A continuación se trató la cuestión de la transformación de la sociedad en un Banco, donde se sometió a consideración de la asamblea los fundamentos de esta iniciativa. Del análisis de la situación se justificaba su creación por las potencialidades propias de Olavarría, donde ya funcionaban el Banco Provincia de Buenos Aires, el Banco la Nación Argentina y el Banco de Olavarría S.A.

El Banco Nación, en la esquina de las calles Rivadavia y Belgrano, hoy edificio ocupado por Coopenet, el Banco Provincia, en la calle Vicente López entre San Martín y Belgrano, hoy lugar del  Banco Comafi, y Banco Olavarría, en la esquina de San Martin y Vicente López, hoy un comercio.


Las reformas estatutarias fueron sancionadas por unanimidad.
Finalmente se concluyó que las dos instituciones bancarias de capitales locales debían hacer un frente común con el fin de fomentar el progreso de la comunidad. Así nacía el Banco de La Edificadora de Olavarría S.A.
El 29 de julio de 1914, por un decreto del Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires, con las firmas del gobernador Marcelino Ugarte y del Ministro de Gobierno, el Dr. Rodolfo Moreno (h), se autorizaba la creación del Banco de la Edificadora de Olavarría S.A.
A partir de enero de 1915, el banco comenzaría un paulatino y sostenido crecimiento en Olavarría.
El local alquilado donde funcionaba La Edificadora S.A y posteriormente el Banco Edificadora de Olavarría, no contaba con la infraestructura necesaria para la atención de una clientela que crecía junto con las prestaciones y servicios.
Por tal motivo, se consideró necesario el traslado a otro lugar más apropiado para un mejor funcionamiento de la entidad.
En septiembre de 1919, el banco adquirió en la suma de pesos treinta y seis mil una propiedad ubicada en la esquina de las calles Rivadavia y Dorrego, donde levantaría un edificio propio; inmueble que había sido ocupado anteriormente por el almacén de ramos generales El Tigre, de Robustiano Fernández Conto.
En ese mismo año se llamó a concurso de proyectos, estableciéndose un primer premio de seiscientos pesos y un segundo premio de trescientos pesos.
El proyecto elegido por el jurado se conoció en enero de 1920, y le correspondió al presentado por los arquitectos de Buenos Aires, José R. Hortal y Enrique H. Fabre, con el lema "CRESO". El segundo premio le correspondió al proyecto presentado por Carlos Anceli y Héctor Gamboa, con el lema de "JUSTICIA".
En junio de 1920 se llama a licitación para la adjudicación de la obra. La empresa constructora que obtuvo la licitación para la construcción del edificio fue la firma olavarriense Juan B. Rípoli y Cía., de reconocida trayectoria posterior en la ciudad.
El 5 de marzo de 1922, a las 17 horas, se inauguró la sede propia del Banco de La Edificadora S.A. 


                             

Una formidable obra de un estilo arquitectónico academicista, el edificio consta de dos plantas con un gran hall de doble altura, al cual se accede a través de un vestíbulo. La entrada principal al Banco es por la esquina, donde dos columnas dóricas sobre pedestales por lado son la base de un frontón curvo que hace de cubierta antes de trasponer una gran puerta de hierro de dos hojas, que fue forjada por los olavarrienses Antonio y José Fittipaldi. En el friso del frontón curvo la leyenda: BANCO DE LA EDIFICADORA DE OLAVARRÍA. En la parte superior del edificio, delante de una gran cúpula gallonada revestida de pizarras y coronada por un pararrayos, dos columnas adosadas son la base de un frontón elíptico formando un espacio para albergar en el interior de una figura circular un reloj, que fue colocado el 1 de junio de 1926.  
Años después, se ampliaría el ala izquierda del edificio que da sobre la calle Dorrego. 
El día de la inauguración, el Banco estaba colmado de un público compuesto por vecinos de la ciudad y representantes de sectores comerciales, industriales, ganaderos y bancarios.
Hicieron uso de la palabra el Intendente Municipal del Partido de Olavarría, Ramón A. Rendón, y otras personalidades de la ciudad. El discurso del director Pablo Fassina fue el más aclamado.

Estas fueron sus palabras:

"En nombre del Directorio del Banco, me es grato dar a todos los presentes un cordial saludo de bienvenida, que aportáis a esta fiesta el concurso de vuestra presencia, que significa unánime aprobación a la obra realizada.
Esto representa en las actuales circunstancias un esfuerzo que hemos realizado serenamente a cuya conclusión nos ha guiado un solo concepto, que fue dar forma a una idea encaminada a favorecer y a acentuar el progreso de nuestra ciudad.
Nos hemos interesado por levantar esta institución local de crédito y progreso, con miras a extender su acción y llevarla a un alto límite. Y ésa que era toda nuestra aspiración, se ha convertido en realidad con la construcción de esta casa que ha sido levantada en un punto céntrico de la ciudad, dando tono y relieve a nuestra edificación y que constituye una demostración de nuestra capacidad o, mejor dicho, potencialidad económica. Sólo con la fe y entusiasmo que inspiran las obras de progreso, pudo concebirse y llevarse a cabo la realización de nuestra obra.
Nos hemos anticipado así, muchos años, sin esperar a las fuerzas que podrían habernos ayudado, pero no podíamos perder tiempo en la espera, porque el desenvolvimiento creciente de la institución no lo permitía. El Banco al levantar su edificio no ha hecho nada más que cumplir con su deber, respondiendo en forma amplia a las aspiraciones y a las esperanzas que en él depositaron sus fundadores.
Con la obra concluida hemos andado la parte más difícil del camino que nos habíamos trazado y si al plantar las estacas y dar a conocer los planos que mostraban las líneas grandiosas que habría de exhibir este edificio antes de iniciado, llegaba hasta nosotros la crítica porque se dudaba de la capacidad del Banco, ellas nos alentaron más bien para llevar adelante la obra que hoy es aplaudida por el pueblo de Olavarría, recompensa ésta que nos indemniza suficientemente de la labor realizada.
Corresponde y es cumplir con un acto de estricta justicia, exteriorizar en esta fiesta el criterio del Banco o mejor, su conformidad hacia los técnicos señores Hortal y Godoy y a la empresa constructora J. B. Rípoli y Cía., por la intervención inteligente que han tenido en el levantamiento de esta casa.
Ellos prestaron su mayor actividad y entusiasmo y consagraron sus mejores conocimientos y su arte, en la erección de este edificio y por eso alcanzó él, formas tan hermosas y tanta suntuosidad.
Con mi saludo respetuoso a las familias que han venido a ocupar un puesto en esta fiesta del progreso; con los votos y augurios de todos los presentes para que el Banco siga viviendo su vida próspera, doy por inaugurada esta nueva casa".

En la calle, una banda de música ejecutaba un variado repertorio para los invitados y público que se había acercado para presenciar el acontecimiento.

Sucursal Chillar

El año 1928 se iniciaba con mucha prosperidad para la institución bancaria. Un año donde los integrantes del directorio decidían instalar una sucursal en Chillar, localidad perteneciente al partido de Azul. El Banco cobraba así presencia fuera del partido de Olavarría.
La sucursal de Chillar se inauguró el 13 de mayo de 1928. El evento tuvo gran repercusión social y visos de fiesta popular.
A las 10:30 horas salió de la estación un tren especial que conducía a los miembros del Directorio, a las autoridades municipales de Olavarría, a empleados del Banco y a representantes de la prensa, el comercio, la industria y otros invitados.
La comitiva, integrada por ochenta personas, fue recibida en la estación de Chillar por numerosos vecinos que acompañaron hasta el edificio de la nueva sucursal situado en las calles San Martín y Cortázar. Se trataba de un local remodelado que ocupara anteriormente el ex-Banco Comercial de Azul.
Más tarde,  se realizó una comida en la confitería Roma del centro de la localidad para más de doscientos asistentes, entre los que se contaban el Intendente Municipal de Azul, Venancio Berdiñas, y el Intendente Municipal de Olavarría, Juan Erripa.
A los postres hizo uso de la palabra el presidente Pablo Fassina, manifestando la importancia que tenía para el Banco la instalación de la sucursal.
Posteriormente, a las 15 horas, el Banco comenzaba su operatoria bajo la dirección del gerente Poublan y el contador Galasso.
La nueva sucursal fue cumpliendo con las expectativas y con los años alcanzaría cierta relevancia. Esto hizo que los directivos decidieran construir un local propio, para dotar a la sucursal bancaria de mayores comodidades. La inauguración del nuevo edifico, ubicado en la calle San Martín 240, se realizó el 8 de agosto de 1959. Contaba con un gran salón de atención al público, sala de espera, despacho de gerencia, sala de directorio y dependencias auxiliares,  como así también casa de familia para funcionarios.
Años más tarde, el 20 de marzo de 1979, el edificio propio sería renovado totalmente para mejorar el funcionamiento y la atención a los clientes.
El edificio renovado constituyó un nuevo suceso para la localidad de Chillar. El acto contó con la presencia del Delegado de la Municipalidad en Chillar, Laureano Porrás, el comisario de Policía de la localidad, el gerente del Banco de la Provincia de Buenos Aires (Sucursal Chillar), el Intendente Municipal de Olavarría, Dr. Carlos Víctor Portarrieu, los integrantes del Directorio del Banco de La Edificadora, el director del Diario Tribuna de Olavarría, Dr. Juan G. Becker, el Director de L.U. 32 Radio Coronel Olavarría, el Tte. Cnel. (R.E.) José Avalos, y comerciantes e industriales de Chillar y Olavarría, como así también  numeroso público.

Fallecimiento de Pablo Fassina

                                            

El 31 de mayo de 1931 fallecía Pablo Fassina, socio fundador y primer Presidente del Directorio. Había nacido en Italia en 1858, pueblo de Lomello, provincia de Pavia. Se casó en Olavarría en 1890 con Mercedes Elichirigoyte, y tuvieron nueve hijos. Durante toda su vida tuvo una activa participación en la sociedad olavarriense. Fue socio fundador de la Sociedad Rural de Olavarría y su primer presidente, cargo que ejerció desde 1899 hasta 1931.
Se desempeñó como concejal y presidente del Consejo Escolar. Fue también un entusiasta colaborador y directivo de varias instituciones de Olavarría: la Escuela Normal, la Escuela de Agricultura, el Asilo San José, la Biblioteca Popular, el Club Social y el Tiro Federal, entre otras.
El gobierno de Italia, el 16 de julio de 1921, le había conferido el título honorífico de Caballero del Trabajo.
Sentidos actos y homenajes evocaron su memoria. Una calle y una plaza de Olavarría llevan su nombre. En el cementerio local un mausoleo se erige en su memoria.

Mausoleo de Pablo Fassina


Sucursal Sierras Bayas

La industria minera de Olavarría tiene en la zona de Sierras Bayas un extenso desarrollo. Desde muy temprano se radicaron allí numerosos establecimientos de canteras y caleras y la primera fábrica de cemento Portland de nuestro país.
Consciente de las posibilidades de esta zona serrana el Banco de La Edificadora de Olavarría S.A., inició trámites y obtuvo del Banco Central de la República Argentina la respectiva autorización para habilitar en Sierras Bayas una filial con la categoría de Delegación.
La apertura de la delegación se concretó el 15 de febrero de 1971, en un local cedido en alquiler por la Seccional de la Asociación Obrera Minera Argentina de Sierras Bayas.
Al acto inaugural concurrió numeroso público y autoridades locales, militares y eclesiásticas, y asistieron además representantes de la banca regional y los directivos del Banco.
El discurso inaugural estuvo a cargo del presidente, señor Pablo Fassina (hijo), cuyo mensaje fue la expresión de la filosofía del Banco: "Deseamos recibir el aporte de todos los habitantes de la zona, grandes y pequeños ahorristas, siendo estos últimos el principio y más tarde la base financiera del Banco”, decía Fassina en su discurso.
También hicieron uso de la palabra, destacando la importancia que tenía el evento para la localidad de Sierras Bayas, el ingeniero Ovidio Acosta, Enrique Bautista por la Compañía Argentina de Cemento Portland, Antonio Poli, en representación de A.O.M.A, y el Dr. Carlos Víctor Portarrieu,  en nombre del Directorio del Banco de la Edificadora de Olavarría.
La delegación tuvo un rápido crecimiento, esto hizo que los directivos del Banco decidieran expandir sus servicios en un edificio propio que se inauguró el 21 de febrero de 1975. El nuevo local, con todas las comodidades requeridas, estaba ubicado en la esquina de las calles Alfonso Aust y San Martín,
La ceremonia inaugural contó con la presencia del  Intendente Municipal, Dr. Raúl Omar Pastor, el presidente de Banco, Dr. Julio Oscar Fassina, el presidente del Honorable Concejo Deliberante, Dr. Julio H. Alem, el jefe de la Guarnición Militar de Olavarría, Tte. Cnel. Mario Aguado Benítez, el Comisario de Policía, Adolfo Alejandro Franci, el legislador provincial, Antonio Colella, los directores del Banco, Oscar Juan Rigada, Dr. Dalton A. Jáuregui, Dr.  Víctor Portarrieu y Heriberto Cajén, los contadores Pedro Cura, Pablo Cura y Enzo W. Soccini, el Dr. Pablo H. Erramouspe, el Sr. Gerente General, Ornar Rafael Schiavone, el encargado de la Delegación Sierras Bayas, Manuel Monteiro, el cura párroco de Olavarría, José Tommasi, el secretario adjunto de A.0.M.A. Seccional Sierras Bayas, Roberto Bracamonte, el Ing. Enrique Ronchi, en representación de la Compañía Argentina de Cemento Portland, y la esposa e hija del fallecido Pablo Fassina (hijo).
El acto fue transmitido por LU 32 Radio Coronel Olavarría, y tuvo la bendición del cura párroco de Sierras Bayas, Enrique Pablo Violino.
El discurso del presidente del Directorio, Dr. Julio Oscar Fassina, exhortaba esa noche a la apertura de un nuevo capítulo que formaría parte de la historia común de hombres e instituciones.


Edificio donde funcionó la Sucursal Sierras Bayas


Sucursal Pueblo Nuevo

En Olavarría, con el trascurrir del tiempo fue creciendo la población al otro lado del arroyo Tapalqué que cruza la ciudad. A este crecimiento poblacional le siguió el establecimiento de explotaciones comerciales, industriales y de servicios. Conformando de este modo dos núcleos poblacionales que en la expresión lugareña se les denominó Pueblo Viejo y Pueblo Nuevo.
Este desarrollo en la margen izquierda del arroyo, hizo que el Banco decidiera crear una agencia en Pueblo Nuevo.
Fue el 19 de marzo de 1971 cuando el Banco de la Edificadora de Olavarría inauguró un local en la esquina de las calles Belgrano y Maipú, espacio arrendado a Julio Laspina.

                                      
Sucursal de la calle Belgrano y Maipú

En el acto de inauguración se hallaban presentes el Intendente Municipal, ingeniero Enrique Alfieri, los integrantes del directorio del Banco y numeroso público. El discurso principal estuvo a cargo del Presidente del Directorio, Dr. Pablo Fassina (h) y en nombre de los vecinos Juan F. León.
Poco tiempo después, en la necesidad de un espacio con mayores comodidades, se trasladó el 29 de abril de 1974 a la calle Belgrano 2000.
En pocos años el nuevo local resultó inapropiado para brindar un buen servicio a los clientes, por esta razón el Directorio del Banco decide construir un edificio propio en la calle Independencia 2903. 
El proyecto estuvo a cargo de la arquitecta Susana M. de Aguilar y del ingeniero Julio Ferrara.
La firma Bologna y Abdo Pérez será la encargada de la construcción del edificio.

Edificio donde funcionó la sucursal   Pueblo Nuevo del  Banco de la Edificadora de Olavarría.
 Hoy IOMA. 

El 29 de abril de 1983, queda inaugurada la sucursal Pueblo Nuevo. (hoy espacio ocupado por I.O.M.A)
Se trata de un espacioso edificio, con un hall de doble altura, que podríamos incluirlo dentro de la Arquitectura Brutalista.
En la ceremonia inaugural hizo uso de la palabra el Director y Gerente General, Omar Rafael Schiavone, quien recordó en su alocución el origen del Banco, su trayectoria y el éxito alcanzado merced al apoyo y a la confianza manifestada por toda la clientela.

Sucursal Mar del Plata

Los planes de expansión del Banco continuarían, esta vez la ciudad elegida para crear una sucursal fue Mar del Plata, una ciudad donde un gran número de olavarrienses viven y eligen para vacacionar.
Con este propósito el Banco adquirió un inmueble en la calle San Luis 1819, casi esquina Rivadavia, que fue inaugurado el 13 de febrero de 1979.
El rápido crecimiento de la sucursal hizo que las oficinas resultaron insuficientes para la atención de los clientes. En consecuencia se decidió trasladar la sucursal a un nuevo edificio ubicado sobre la misma calle San Luis 1840.
La inauguración se realizó el 10 de octubre de 1981, y constituyó un acontecimiento social en el que se  hallaban presentes el titular del Directorio, Ingeniero Mario Alberto Indavere, el Director y Gerente General, señor Omar Rafael Schiavone, el intendente de  General Pueyrredón, Luis Nuncio Fabrizio, y el de Olavarría, Dr. Carlos Víctor Portarrieu, el delegado municipal área Mar del Plata, ingeniero Mario Spina, el jefe de la guarnición área de Mar del Plata, comodoro Atilio J. Triulzi, el jefe del Aeropuerto de Camet, Vicecomodoro (R) Martín Álvarez, el juez de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial, doctor Federico García Medina, el jefe de la Prefectura Naval de Mar del Plata, prefecto principal Osvaldo R. Salomone, y el titular de la  Bolsa de Comercio de la ciudad balnearia, Norberto R. Pezatti, además de vecinos de Olavarría y miembros de la Peña Olavarriense de Mar del Plata.
Habían viajado desde la ciudad de Olavarría el director del diario Tribuna, doctor Juan G. Becker, el jefe de redacción del diario El Popular, señor Luis Horacio Echeverría, y el gerente del Banco de Olavarría S.A., señor Félix Rota.
Todos los visitantes fueron recibidos por el gerente y subgerente de la sucursal,  Raúl O. Carelli y Juan P. Pilotta respectivamente.
En el acto, que tuvo contornos emotivos con la entonación del Himno Nacional y bendición de las instalaciones por parte del párroco de la Iglesia Catedral, hizo uso de la palabra el presidente del Directorio del Banco de La Edificadora S.A., Ingeniero Mario Alberto Indavere, con un mensaje que estableció el formal compromiso del Banco,  para contribuir al desarrollo siempre pujante de la ciudad de Mar del Plata. 

Sucursal Buenos Aires

El Banco de La Edificadora de Olavarría S.A. llegaba a la capital de la República.
Para cumplir con este propósito, los directivos del banco iniciaron contactos con funcionarios del Banco Federal Argentino S.A. con el fin de contar con una oficina en la Capital Federal que cumpliera funciones de asesoramiento, consultas ante el Banco Central de la República Argentina e interrelaciones con otros Bancos.
El 1 de febrero de 1978, una oficina del Banco comenzó a operar en el 6º piso del edificio del Banco Federal Argentino en la calle Reconquista 315.
Poco después, se trasladaría a dos oficinas de su propiedad ubicadas en la calle Sarmiento 470, 4º piso, para seguir operando.
El rápido crecimiento de la sucursal fue el motivo para que el 17 de mayo de 1982, inaugurara la Sucursal Buenos Aires en un edificio propio ubicado en calle Maipú 272.
En el acto, el presidente del Directorio, Ing. Mario Alberto Indavere, pronunció el discurso inaugural.
Al evento asistieron autoridades y representantes de la banca capitalina y del interior del país, los Directores de la entidad, Dr. Dalton A Jáuregui, Dr. Juan G. Becker, Dr. Pablo H. Erramouspe, Esc. Carlos Erramouspe y el  Sr. Roberto Rigada, también el Director y Gerente General, Rafael Schiavone, los Síndicos, contadores Pedro Cura y Enzo Soccini, los contadores Mario Cura y Omar Bonsignore, el Auditor, contador Martín Arroyo, el gerente de la sucursal, Jorge Pablo Olivieri Acosta, y otros funcionarios y numeroso público.

Sucursal Saladillo

A principios de la década del noventa, el Banco decidió seguir expandiendo sus actividades fuera de Olavarría, y lo hizo con la inauguración de tres nuevas sucursales.
El sábado 31 de agosto de 1991, se inauguró la sucursal Saladillo en la esquina de las calles Moreno y Mitre, iniciando la atención al público el 2 de septiembre.
Durante el acto de inauguración la sede fue bendecida por el Cura Párroco Antonio Gradoazo.
Posteriormente, el presidente del Directorio, Pablo Erramouspe, pronunciaba el siguiente discurso:
“El Directorio del Banco de la Edificadora de Olavarría, se encuentra por mi representado en este acto de inauguración de la Sucursal Saladillo, porque tiene profunda fe en su destino y porque cree necesario hacer conocer las razones en las cuales ha fundamentado la decisión de instalar esta nueva casa y las expectativas formuladas al respecto.
Nuestro Directorio reconoce que se trata de un gran desafío, pues mientras otras instituciones de crédito proceden el cierre de dependencias, éste, nuestro banco, decide la habilitación de una nueva filial, inspirado en la absoluta convicción que las grandes instituciones de crédito en el mundo, nacieron precisamente en momentos de crisis.
La fundación de esta casa se basa en una filosofía de trabajo y se concreta como respuesta a la inquietud de numerosos vecinos de Saladillo que requirieron del Directorio, se estudiara la posibilidad de radicación del Banco de la Edificadora de Olavarría en esta progresista ciudad.
La decisión está a la vista… Está en nuestra presencia institucional y en una conjunción de valores que amalgaman: el bien común, la vocación de eficiente prestación de servicios y el espíritu de regionalización. Es, entonces, aspiración de nuestro Banco llegar a esta región aledaña y hermana de Olavarría por múltiples razones geográficas e históricas, con el fin de apoyar y asistir todas las actividades productivas: el agro, la industria, el comercio y los servicios.
Somos conscientes que los problemas de desenvolvimiento y desarrollo son afines en todas esas zonas, pero para ello contamos con nuestra experiencia casi centenaria de Banco de interior proyectado hoy a toda la República.
El Banco Edificadora trae a esta casa la mejor tecnología y valiosos recursos humanos. Creemos por lo tanto, que el porvenir queda exclusivamente librado a la respuesta del pueblo saladillense, lo que autoriza a sentenciar, además, que Saladillo tendrá el banco que merezca, al mismo tiempo no dudo en asegurar que, con la ayuda de Dios, será un ejemplo y un modelo de inspiración entre empresas y hombres, que construirán el futuro con esperanza y voluntad”.

En el acto de inauguración estuvieron presentes: los contadores Mario Cura y Enzo Soccini, el gerente de la sucursal, Raúl Rodríguez, el Ing. Mario Alberto Indavere, los señores Roberto Rigada y Eduardo Ithurralde, el escribano Carlos Alfredo Erramouspe, el contador Pedro P. Cura, el doctor Carlos Erramouspe y el señor Omar Rafael Schiavone.

Sucursal Lobos


Sucursal Lobos

El 14 de mayo de 1993 se realizó la inauguración de la Sucursal Lobos.
Gran cantidad de público colmó las instalaciones de un nuevo edificio ubicado en la calle Rivadavia 57.
El acto contó con la presencia de autoridades municipales y del directorio del Banco. También participaron representantes de la política, entidades bancarias, miembros de Instituciones y Fuerzas Vivas de la ciudad, en un acontecimiento de singular significación para Lobos y su zona de influencia.
El presidente del directorio del Banco, Rafael Schiavone, pronunció el discurso inaugural; le siguió para dar la bienvenida a la nueva institución el Intendente de Lobos, Manuel Manin, y finalmente el Padre Claudio Mosca bendijo el local. Asumió el cargo de gerente de la sucursal, Rubén A. Coumieg.

Sucursal Cañuelas

El sábado 9 de octubre de 1993, se inauguró la sucursal Cañuelas, en un local ubicado en la calle Rivadavia 701. La sucursal inició la atención al público el lunes 11, contando con un plantel de 12 empleados a cargo del gerente Ricardo Daltés.
Con la creación de esta sucursal, el Banco de la Edificadora de Olavarría finalizaba la política de expansión que iniciara en 1928.

Reciclaje y refuncionalización del Banco 

A principios del año 2001, el Directorio del Banco decidió refuncionalizar y reciclar las instalaciones existentes.
El profesional convocado para evaluar y proyectar el trabajo a realizar fue el arquitecto Julio César Bide.
La propuesta del profesional, que fue aceptada por los directivos,  fue la de priorizar la atención personalizada del cliente creando nuevos puestos de atención y espacios de espera. Se reubicaron, realinearon y se crearon cajas de depósitos y pagos. Todo el mobiliario fue reemplazado y adecuado a la atención del cliente, generando boxes de madera y vidrio.
Se rehízo toda la yesería, revoques e instalaciones eléctricas. Se reemplazó por completo todo el piso y alfombrados de la planta baja, y en la parte superior se cambiaron todos los cortinados. Se pulieron mármoles de carrara, escaleras y maderas de ebanistería. Se mejoró toda la iluminación y se realizaron trabajos de pintura.  
Se reubicó el busto del  Dr. Pablo Fassina, en un lugar donde fuera visible. Se establecieron espacios con sillones de espera y se colocaron pinturas de reconocidos artistas resaltando visualmente zonas elegidas.


Fotos gentiliza del arquitecto Julio César Bide



Fotos gentiliza del arquitecto Julio César Bide

Sobre los trabajos realizados en el Banco en el año 2001 y el destino actual del edificio, el arquitecto Bide nos cuenta:
En estas tareas  se genera  una relación dialéctica entre lo existente y las nuevas intervenciones, poniendo en evidencia la coexistencia de dos tiempos, el de la construcción original y el presente . 
Y como corolario siempre está en juego la significación del edificio inserto en el tejido urbano de la ciudad, teniendo en este caso una identidad diferenciada con singularidades que lo destacan.
Aún hoy,  que se lo ha imputado en gran parte de su origen y con la descuidada determinación de convertir a los pisos superiores y su patio de cocheras para estacionamientos vehiculares. La historia de un edificio no tiene que revalorizarse por la restitución exacta de eso que alguna vez fue, ni tampoco por la indiferencia que significa su destrucción parcial -en este caso- o total, sino por los rastros de posibles usos, las posibles maneras de constituirse y el sentido que puede adquirir por la materia, la función y el símbolo. El futuro perfecto -o anterior- es memoria del porvenir. 

El final de una institución bancaria casi centenaria

En 1995 se produjo en argentina una crisis financiera provocada por un shock externo que se denominó efecto Tequila, como consecuencia de una devaluación de casi un 50% del peso mexicano a fines del año anterior.
Si bien la crisis mexicana afectó a casi toda Latinoamérica, en la argentina tuvo consecuencias relevantes por el elevado retiro de depósitos bancarios. La pérdida de confianza hizo entre el 20 de diciembre de 1994 y el 12 de mayo de 1995, que los depósitos bancarios cayeron en casi un 19%.
De 168 bancos existentes a finales de 1994, seis meses después quedaban 147 debido a quiebras y fusiones. Mientras que en junio de 2000, la cantidad de Bancos en nuestro país se había reducido a 92.
Ante la retirada masiva de depósitos, un Banco Central cuenta con algunas herramientas para enfrentar este tipo de situaciones: otorgar redescuentos y disminuir la tasa de encaje legal. Pero en aquellos años en Argentina regía la Ley de Convertibilidad, y esto hacía que tuviera el Banco Central restringida en parte esas funciones. Si bien no se trataba en el sentido estricto de una Caja de Conversión, porque las reservas internacionales podían estar parcialmente constituidas por títulos públicos, el margen para aplicar políticas activas de parte del Banco Central era restringido por la antes mencionada Ley.
La crisis de la Convertibilidad estallaría en el 2001, desencadenando una crisis económica y financiera que agravó la situación de muchas entidades financieras, entre ellas el Banco de la Edificadora de Olavarría.
Este complejo escenario de clientes que solicitaban retirar los depósitos, le provocó al Banco un grave problema de liquidez que le imposibilitaba poder cumplir con sus compromisos. Cuando ya había agotado todos los recursos posibles tratando de solucionar esta grave situación, el Banco tomaría una decisión fuera de las normas legales, que tendría consecuencias para la continuidad de la institución.
La determinación de apropiarse de una muy importante suma de dinero depositados por una empresa  en concepto de impuestos, hizo que la AFIP denunciara la maniobra al Banco Central de la República Argentina, y este emitiera el 27 de junio de 2002 la Comunicación “B” 7337 a todas la Entidades Financieras para informarles que había dispuesto la suspensión de todas las operaciones del Banco de la Edificadora de Olavarría.
En ese momento, la entidad bancaria estaba presidida por Romeo Andretta, y contaba con 238 empleados y 9 sucursales.
Cuando ya estaba por terminar el máximo de plazo posible (120 días) para mantener suspendido al Banco Edificadora de Olavarría, el Banco Central (BCRA) resolvió entregar el control a la Compañía Financiera Columbia, propiedad de Santiago Ardissone, Carlos Abente y Hernán Cibils Robirosa, previa transformación de ésta en un banco comercial minorista, que lo hizo con el nombre de Banco Columbia S.A.
En octubre de 2013, después de años de estar a la venta el edificio de la casa central, el Banco Columbia vendió al productor agropecuario local Luis Schwindt el inmueble  ubicado en la esquina de las calles Rivadavia y Dorrego, para la construcción de locales comerciales, oficinas y cocheras, contemplando la conservación de  la fachada original. Proyecto de construcción, que de acuerdo al cartel de obra,  estaría a cargo de los ingenieros Marcos G. Cavilla y Alejandro J. Gopar.
Antes de concretarse la venta se habían presentado propuestas de inversores de Buenos Aires, Rosario y Mar del Plata, con la intención de construir un shopping.

El edificio de la casa central del Ex Banco de la Edificadora en el estado actual.

Tal como había manifestado el comprador del inmueble, que se mantendría sin grandes modificaciones el estado original de su fachada, vemos que el edificio ha sufrido parciales reformas y amputaciones sin perder totalmente su identidad original. Ahora, si  observamos detenidamente su frontispicio, vemos en la parte superior un evidente deterioro por falta de reparaciones y mantenimiento. 


Edificio del Ex Banco de la Edificadora de Olavarría 


Deterioros en la parte superior del edificio

Un antes y un después


El edificio del ex Banco de la Edificadora de Olavarría está incluido en el Patrimonio Histórico Cultural de Olavarría.
La Ordenanza Municipal Nº3934/16 se ocupa del Patrimonio Histórico Cultural del Municipio de Olavarría (PHCMO). Vetada por Dto. D.E. 1485/16 – Anulado el Veto por Dto. D.E. 1650/16.
En su artículo 1º expresa: "La presente Ordenanza constituye el marco legal referente a la determinación, preservación, restauración, promoción, acrecentamiento y transmisión del Patrimonio Histórico Cultural del Municipio de Olavarría (PHCMO)". A partir del artículo 20 hasta el artículo 24, se establecen las restricciones, preferencias y/o expropiaciones de los bienes que la integran. Y desde el artículo 26 al artículo 29, de las sanciones por incumplimientos a la normativa vigente.
Los bienes tangibles e intangibles de una sociedad tienen su propia historia y constituyen un valioso patrimonio social, cultural y arquitectónico. El patrimonio posibilita la formación de una memoria colectiva en la comunidad, nos habla de nuestra historia y nos muestra como somos como individuos y como sociedad; son bienes que conforman la identidad de un pueblo.
Por tal motivo creemos, que las autoridades y el conjunto de la sociedad deben asumir como algo propio y valioso cuidar y preservar este patrimonio.


Fuentes consultadas
Anuario del Diario El Popular, Olavarría, 1929.
Anuario del Diario La Democracia, Olavarría, 1929.
Diario La Democracia, de Olavarría.
Diario El Popular, de Olavarría.
Diario Tribuna, de Olavarría.
Diario El Ciudadano, de Cañuelas.
Periódico "Lobos".
Publicación  del Banco de la Edificadora -75 Aniversario-

Un agradecimiento muy especial a:
Arquitecto Julio César Bide.
Señor Gustavo Timo.

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