-Logias Masónicas en
Olavarría- Autor: Cr. Adolfo Hipólito Santa María
Historia de la
masonería en Olavarría (personajes de la historia olavarriense que fueron masones)
La Masonería en Argentina
Hacia fines del siglo XVIII tenemos noticias de la existencia de logias masónicas en Buenos Aires. Una, “llamada Logia Independencia, fundada a fines del siglo XVIII y que obtuvo Carta Constitutiva de la Gran de Loge Génerale Ecossaise de France, cuerpo este que fue absorbido el 8 de enero de 1805 por el Gran Oriente de Francia”. (1)
La otra, conocida como Logia San Juan de Jerusalén de la Felicidad de esta parte de América, fundada por el portugués Juan de Silva Cordeiro, con carta constitutiva de la Gran Logia de Maryland.
En 1810, al producirse la Revolución de Mayo, existía en Buenos Aires una Logia presidida por Julián B. Álvarez, que aparece algunas veces con el nombre de San Juan y otra como Independencia.
A mediados de 1812 es fundada la Logia Lautaro (2), que integraron San Martín, Alvear, Zapiola, Chilavert, Holmberg, Tomás Guido, Julián Álvarez y otros. Se organizaron otras subsidiarias en las ciudades de Santa Fe, Córdoba y Mendoza, y también en Chile y Perú.
Prescindiendo de las controversias suscitadas, en cuanto a si se trataba de una sociedad secreta política o de una logia masónica operativa, es coincidente la opinión de historiadores que, esta logia, tenían un fin determinado dentro de una estrategia continental: lograr la independencia de nuestro país, Chile y Perú.
Es sabido, además, que durante su existencia participaron sus miembros en la formación de los gobiernos y en las decisiones políticas de los tres países.
Nos dice Mitre sobre la Logia Lautaro: “La asociación tenía varios grados de iniciación y dos mecanismos excéntricos que se correspondían. En el primero los neófitos eran iniciados bajo el ritual de las logias masónicas que desde antes de la revolución se habían introducido en Buenos Aires y existían desorganizadas a la llegada de San Martín y Alvear. Los grados siguientes eran de iniciación política en los propósitos generales.
En la Primera Junta, en el Primero y Segundo Triunvirato, muchos de sus integrantes tuvieron reconocida filiación masónica.
Hubo Logias en el Ejército de los Andes y en Ejército del Norte, la primera presidida por San Martín y la otra por Belgrano. El general Belgrano fundó además la Logia Argentina de la ciudad de Tucumán, denominada posteriormente Unidad Argentina (3).
En 1815, con la caída de Alvear, se profundiza la crisis entre los miembros de la Logia Lautaro de Buenos Aires; de la desintegrada Logia surgieron la Logia del Sol, Logia Provincial y Logia Valeper.
Después de 1820 se fundaron las logias masónicas Estrella del Sur o Sureña (donde actuó Rivadavia), Asilo de la Virtud, San Juan de la Frontera, Constante Unión y Jorge Washington.
Derrocado Rosas se organizaron logias extranjeras y argentinas. Los franceses fundaron la Logia Amie des Naufragés en 1852. La colonia británica de Buenos Aires formó la Logia Excélsior en 1853.
De las argentinas cabe mencionar a las logias Fraternidad de San Nicolás de los Arroyos, Concordia (1852), Constancia (1855), Unión del Plata (1855) y Confraternidad Argentina (1856), estas últimas de Buenos Aires.
A comienzo de 1857, Miguel Valencia (1799-1870) que provenía de una familia unitaria exiliada en Brasil, crea con algunas logias el denominado Gran Oriente de la Confederación Argentina, que tiene efímera duración.
EL 11 de diciembre de 1857 se crea la Gran Logia Central de la Argentina, por iniciativa de José Roque Pérez (1815-1871), dando nacimiento así, a la masonería argentina.
El pacto de unión lo realizaron las logias Unión del Plata, Confraternidad Argentina, Consuelo del Infortunio, Tolerancia, Regeneración, Lealtad, y Constancia. Siendo elegido Gran Maestre el doctor José Roque Pérez
La carta patente le fue otorgada por el Supremo Consejo y Gran Oriente del Uruguay, adoptando el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
El mayor crecimiento de la Orden se verificó en el período 1857-1902, algunos de los que presidieron la Gran Orden en esos años fueron: José Roque Pérez (1857-1861) y (1864-1967), Vicente Fidel López (1879-1880), Domingo Faustino Sarmiento (1882-1883), Leandro N. Alem (1883-1885), y Bartolomé Mitre (1893-1894).
En un principio, los iniciados en la masonería pertenecían a las clases más altas de la sociedad: políticos, comerciantes, profesionales y también fue importante la participación de militares.
Los obreros comenzarían a ingresar en la década del ochenta, con el proceso de inmigración y formación de la clase obrera.
Primero la Gran Logia de Argentina se instaló en la calle Bolívar, donde hoy está el edificio del City Hotel. Posteriormente se trasladó al primer piso del antiguo Teatro Colón, que estaba en el lugar que actualmente ocupa el Banco de la Nación Argentina. Allí permaneció hasta el 3 de marzo de 1872, al inaugurarse la actual casa de la calle Perón 1242.
En 1902, se divide la Gran Logia y surge el Gran Oriente Argentino Azul basado en los tres primeros grados: Aprendiz, Compañero y Maestro.
En ese mismo año el sector disidente se subdivide en Gran Oriente del Rito Confederado y Gran Oriente Nacional del Rito Argentino, esta última volvió al sistema de treinta y tres grados masónicos; presidida primero por Carlos Dámico (gobernador de la provincia de Buenos Aires), y seguidamente por Carlos Pellegrini (Presidente de la República por el período (1890-1892).
En 1881 se crea la Logia Docente, donde participaron Leandro Alem, Aristóbulo del Valle e Hipólito Yrigoyen entre otros.
En 1910, la Masonería Argentina en sus diferentes ramas, contenía a 146 logias regulares nacionales y 21 extranjeras.
En 1914, 41 logias formaron un tercer organismo denominado Masonería Universal, Supremo Consejo Grado 33, Gran Oriente del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
En 1916 se produce el reingreso a la Logia madre de la Gran Logia Argentina del Rito Azul, lo mismo ocurre en 1927 con la otra Logia disidente.
En 1935, cuando presidía la Gran Logia el doctor Fabián Onsari, ocurre un quiebre institucional en el seno de la Masonería Argentina, un sector disidente forma el Gran Oriente Federal Argentino (GOFA), división que duraría hasta 1956.
El 30 de agosto de 1956 se suscribió el acta de fusión de las dos instituciones masónicas, situación que se concretó el año siguiente, conformándose con esta unión la actual Gran Logia de la Argentina de Libre y Aceptados Masones.
La Masonería Argentina obtuvo del Poder Ejecutivo Nacional, el 14 de agosto de 1914, por decreto suscrito por el presidente de la Nación Argentina, doctor Victorino de la Plaza, la Personería Jurídica.
En sus estatutos civiles establece en su Art. 2º que: la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones es una institución iniciática, filosófica, educativa, benéfica y filantrópica. Reconoce la existencia del Gran Arquitecto del Universo y en todas sus enseñanzas, actos y ceremonias se dirigen a captar la Esencia, Principio y la Causa de todas las cosas. Investiga las leyes de la Naturaleza para extraer de ellas las bases de la Moral y de la Ética. La educación del afiliado está concebida como un sistema gradual del perfeccionamiento de la personalidad humana, usando como método característico el Simbolismo. Por su parte, en el Art. 5º determina que: La Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones es una entidad autónoma que no reconoce dependencia de ningún poder u organización extranjera y, en tal carácter, asume la exclusiva representación de los Masones que la integran en los congresos, conferencias o reuniones masónicas internacionales que concurra.
Su divisa: la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. Su lema: Ciencia, Justicia y Trabajo Según Alcibíades Lappas, autor del libro La Masonería Argentina a través de sus hombres, se puede mencionar que fueron masones los siguientes presidentes:
Bernandino Rivadavia, Vicente López y Planes, Justo José de Urquiza, Santiago Derqui, Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento, Miguel Juárez Celman, Carlos Pellegrini, Manuel Quintana, José Figueroa Alcorta, Roque Sáenz Peña, Victorino de la Plaza, Hipólito Yrigoyen y Agustín P. Justo.
Vicepresidentes: Salvador María del Carril, Juan Esteban Pedernera, Mariano Acosta, Adolfo Alsina, Francisco B. Madero, Norberto Quirno Costa, y Julio A. Roca (h).
Escritores: Bartolomé Hidalgo, José Hernández, Hilario Ascasubi, Estanislao del Campo, Miguel Cané, José Mármol, Alejo Peyret, Eduardo Wilde, Leopoldo Lugones y José Ingenieros entre otros.
Hombres de Ciencias: Luis M. Drago, Juan Antonio Fernández, Teodoro Baca, Manuel Augusto Montes de Oca, Eduardo Acevedo, Oscar Doereing, José María Ramos Mejía, José María Moreno, Juan María Gutiérrez, Carlos Murray, Florentino Ameghino y Eduardo Logia Holmberg entre otros
Historiadores: Lucio V. Mansilla, Manuel Trelles, Antonio Zinny, Alejandro Rosa y Adolfo Saldías entre otros.
Militares: Manuel Blanco Escalada, Luis Cabassa, Bartolomé Cordero, Mariano Cordero, Edelmiro Correa, Antonio Somellera, Juan a. Gelly y Obes, Wenceslao Paunero, Emilio Mitre, Benjamín Victorica, Emilio Conesa, Donato Álvarez, Nicolás Levalle, Luis Piedrabuena, y Luis Py entre otros.
Hombres de teatro: Florencio Sánchez, Emilio Onrubia, Florencio Parravicini, Enrique Muiño, y Enrique de Rosas entre otros
Artistas: Carlos Enrique Pellegrini, Ignacio Manzoni, Pridiliano Pueyrredón, Mariano Agrelo, Martín Boneo, Ernesto de la Cárcova, y Rogelio Yrurtia entre otros.
Sacerdotes, que en forma pública rompieron sus vínculos con la Iglesia: Julián S. Agüero, Emilio Castro Boero, Celestino Logia Pera, y José E. Labbé. (5)
La Masonería en Olavarría
No muchos años después de la fundación de Olavarría, tomamos conocimiento de la existencia de logias masónicas por la participación activa en la sociedad de los residentes italianos.
En junio de 1883, se reunían en la carpintería
del Sr. Araujo un grupo de inmigrantes italianos, entre los que se encontraban
los señores Sebastián Coiro, Tomás Falzone, Francisco Lettieri, Alfonso De
Lellis, Juan Giudici, Enrique Michelini, Severo De Martini, Severo Pagano, José
Genovese, Isidoro Flesca, Antonio Manzini y Geremías Sica, con el propósito de
fundar una sociedad de beneficencia. De
esa reunión surge la Sociedad Filantrópica de Socorros Mutuos, a la que le dan
el nombre de Menotti Garibaldi, en reconocimiento al hijo del patriota italiano Giuseppe
Garibaldi.
La primera comisión directiva estaba
presidida por el escribano Alfonso De Lellis, y como vicepresidente el Sr.
Sebastián Coiro. Esta sociedad mutual, la primera en la localidad, inicia poco
después de su fundación la creación de su propio hospital.
De la estrecha vinculación entre algunos de
los miembros de esta sociedad y la masonería local [1],
debemos suponer, son las obras adjudicadas a integrantes de la logia masónica Obreros
del Sud, la primera logia masónica
regular de Olavarría.
La Sociedad Menotti Garibaldi inició las
obras del hospital en un terreno donado por el Sr. Michelli Mazzuchi y la municipalidad
de Olavarría en la calle Dorrego. La Masonería Argentina donó $118, por
intermedio de Mazzuchi, maestro de la Orden, el 22 de setiembre de 1889.
Se desconoce cómo se originó esta primera logia
masónica y los nombres de los fundadores, la falta del acta constitutiva es un
obstáculo para conocer sus identidades; pero, se podría conjeturar, por algunos
de los documentos que mencionaremos más adelante, los nombres de algunos de
ellos.
En
principio estimamos, como una de las posibilidades, el haber tenido la
asistencia y los auspicios de la Logia Estrella del Sud de Azul, que fuera
fundada por Álvaro Barros el 8 de agosto de 1867, asumiendo él la
presidencia.
“Siendo Jefe de la Frontera Sud de la Provincia de Buenos
Aires con asiento en Azul, Barros escribe con fecha 4 de junio de 1867 al Gran
Maestre doctor José Roque Pérez solicitando autorización para formar una logia
en la citada localidad bonaerense".
El
pedido de Álvaro Barros fue apoyado por el doctor Manuel G. Argerichi, quien en
carta dirigida al doctor Pérez le expresa:
“Estimado compadre y Hermano: Habrá recibido
noticias del Hermano Barros, de mi logia Regeneración Nº5, sobre su deseo de
fundar una Logia en Azul. Es un hombre de grandes cualidades y se le debe
autorizar porque será un servicio para nuestra causa, máxime que sabemos hará uso medido de las facultades que se
otorguen ".[2]
En la Logia de Azul fueron fundadores, además de
Barros, los señores Saturnino López, Poliliano Sanchez Boado, Juan Blas Dhers,
Pedro Lava, José Barés y Pedro Loustau. A quienes se les sumarían poco después,
Joaquín Pourtalé, Manuel Aztiria, Luis Lajeunesse, Matías Miñana y otros.[3]
En la mencionada Logia se iniciaron en 1872 destacados vecinos de
Tandil, como los señores Ramón Santamarina, Luis Arabehety, Nicanor de Elizalde
y otros, para poco después, más precisamente el 7 de setiembre de 1873, fundar
la Logia Luz del Sud de Tandil.
Fueron fundadores de la Logia de Azul(*)
1-Álvaro
Barros. Grado 3. Argentino. Edad: 40 años. Militar. Fecha de su iniciación: Octubre 17 de
1866. La Logia Regeneración Nº 5.
2-Pedro
Lavao: Grado 3. Argentino. Edad: 43 años.
Hacendado. Fecha de iniciación Agosto 28 de 1865. La Logia Regeneración Nº 5.
3-Pililiano
Boado: Grado 3. Argentino. Edad: 39 años.
Médico. Fecha de iniciación junio 6 de 1859. La Logia Regeneración Nº 5.
4-Pedro
Loustau: Grado 3. Francés. Edad: 35 años.
Comerciante. Fecha de iniciación: en blanco. La Logia Amie des Naufragés.
5-José
Barés: Grado 3. Francés. Edad: 37 años. Comerciante.
Fecha de iniciación: Agosto 8 de 1867. La
Logia Regeneración Nº 5.
6-Saturnino
López: Grado 3. Argentino. Edad: 49 años.
Militar Fecha de iniciación Junio 9 de junio 1860. La Logia San Nicolás de los
Arroyos.
7-
Blas Ders (sic): Grado 3. Francés. Edad: 46 años. Comerciante. Fecha de
iniciación: Julio 7 de 1867. La Logia Amie
des Naufragés..
Primeros Dignatarios y Oficiales de la Logia.
El Venerable: Álvaro Barros
El Primer Vigilante: Pedro M. Lavado
El Segundo Vigilante: Pilidiano Boado
El Orador: Pedro Loustau
El Secretario: José Barés
El Guarda Sellos: Saturnino López
No hay evidencia documental que nos permita
establecer, como sí sucediera con la Logia de Tandil, la asistencia y los
auspicios de la Logia de Azul en la fundación de la Logia de Olavarría, pero existe
documentación de la Logia Estrella del Sud de Azul, donde consta que el Sr. Sebastián
Coiro fue iniciado allí, y el Sr. Severo Demartini se desempeñó, en el año
1887, como Guarda Sello. Sebastián Coiro, que se desempeñaba como carpintero, tenía en Olavarría un taller de carpintería y mueblería en el domicilio de José Grigera, con el nombre comercial de Partenopea; este nombre hace alusión a la República Partenopea, también llamada República Napolitana, que tuvo una duración efímera en el Reino de Nápoles.
Dignatarios y Oficiales de la Logia
Estrella del Sud- Severo Demartini (renglón 1º)
Como creemos que, por aquellos años en
Olavarría, conseguir la cantidad de maestros masones necesarios para la
creación de una logia masónica debería haber tenido cierta dificultad, no debemos
por tal motivo desestimar, que haya sido el origen de la primera de las logias
de Olavarría la constitución previa de un triángulo masónico, con uno de sus
integrantes Ex Venerable o Venerable Maestro Instalado; iniciado en la
masonería en nuestro país o en sus países de origen y algunos de ellos con el grado de maestro. En el triángulo
masónico se irían produciendo nuevas incorporaciones y ascensos hasta reunir la
cantidad de siete maestros masones, que es el mínimo necesario para constituir
una Logia masónica regular.
Decíamos en un principio de la estrecha relación entre los integrantes de la logia masónica Obreros del Sud y la Sociedad de Socorros Mutuos Menotti Garibaldi, los residentes italianos, garibaldinos, tenían muy presente los sucesos del XX de Setiembre de 1870 en su patria. En los festejos conmemorativos de esa fecha,
a través de los discursos pronunciados por los directivos de las asociaciones
italianas, podemos conjeturar, aun teniendo en cuenta el motivo de la
conmemoración, una marcada ideología anticlerical, al igual que los integrantes
de la Logia Obreros del Sud. El Presidente
de la primera comisión directiva de la Menotti Garibaldi, escribano De Lellis, decía el 20 de Setiembre de 1883:
"Estamos
aquí reunidos en un frugal banquete campestre, conmemorando el día histórico de
la grandeza de nuestra Patria que con alegría debemos recordar por ser el día
en que nuestro valeroso ejército, entrando por la brecha de Porta Pía en la
ciudad de Roma abatía para siempre el poder que tantos siglos había sido la
causa de la discordia y de las guerras fratricidas que promovía para mantenerse
en el aborrecido dominio(...) Si, oh, señores! ese dominio cayó, el dominio de
los curas, para nunca resurgir, Ya que los pueblos que vendrán sabrán mejor aún
que nosotros comprender que un Papa, siendo el representante de Cristo en el mundo
es sin embargo siervo de pasiones y ambiciones, debe ocuparse solo de evangelio
y caridad, de humildad y de pobreza y no de reinos y gobiernos...".
Luego se lanzaron vivas al pueblo italiano, a
la Nación libre y fuerte, a la Sociedad Menotti Garibaldi y a la República Argentina.
Si
bien dijimos se ignora cómo y quienes fundaron la primera Logia, el dato cierto es que el 10 de octubre de
1889 se le concede la Carta Constitutiva a la Logia Obreros del Sud, con el Nº 94, constituyéndose así en
una Logia regular.
Medalla de Logia Obreros del Sud. Año 1889
ANVERSO: Sobre una corona de laurel frutado, el
emblema masónico de la escuadra y el compás. En su interior, dos manos
estrechadas.
Sobre la escuadra, la leyenda:
LOG.'.(LOGIA) OBREROS DEL SUD
Colección: A.H.S.M.
Integrantes
de la logia masónica Obreros del Sud
Colección:
Museo “Enrique Squirru” de Azul, Provincia de Buenos Aires.
Masones formados en la Logia Obreros del Sud, miembros fundadores de una logia masónica en Coronel Suarez
Decíamos anteriormente, que se necesitaban siete maestros masones para constituir una logia regular, y que un masón podía pertenecer a una o varias logias.
En 1897, masones iniciados en la Logia Obreros del Sud, participan en la fundación de la logia Abnegación de Coronel Suárez, que obtuvo su Carta Patente el 10 de agosto de 1897. (b)
Logia Obreros de Olavarría
Poco después de su fundación, desavenencias entre los miembros de la Logia Obreros del Sud y también sobre principios masónicos, como veremos más adelante, motivaría el alejamiento de muchos de sus miembros, quienes pronto decidirían constituir una nueva logia
En junio de 1891, los integrantes separados de la logia masónica Obreros del Sud se dirigen a la autoridad superior adjuntando el acta preparatoria "para levantar nuevas columnas en el Gran Edificio de la Masonería Regular”, es decir, constituir una nueva logia o taller con el nombre de Logia Obreros de Olavarría.
Días después, el 7 de julio, reciben como
respuesta a una consulta sobre la pertenencia de los fondos de una Logia que: "Los fondos de una Logia pertenecen de
derecho a los hermanos que permanecen fieles a la Autoridad Regular sean o no
mayoría".
Finalmente, el 10 de julio reciben la siguiente comunicación: "El superior Consejo y Gran Orden en su
tenida ordinaria de fecha 10 de cte. se sirvió conceder a esa Logia, Carta
Constitutiva bajo el título distintivo de "Obreros de Olavarría". Esta Logia tiene como fecha de fundación registrada en la Orden, el 28 de julio
de 1891 y el Nº 107.[4]
Medalla de Logia Obreros de Olavarría. Año 1891
ANVERSO: En el interior de un
círculo con borde perlado, un triángulo equilátero que encierra un ojo radiante; en cada lado
del triángulo, cinco estrellas de cinco puntas y una en cada vértice.
En el perímetro, las leyendas semicirculares,
superior: AUG. '.
(AUGUSTA) LOG. '. (LOGIA), e inferior: OBREROS DE
OLAVARRIA. Ambos conceptos, separados por dos estrellas de cinco
puntas. Surmontado, el emblema masónico del compás y la escuadra. Borde de
granetería.
Colección: Museo Mitre, Buenos Aires.
Las
medallas que dicen Logia, como la descripta, son distintivos para los miembros
de una logia, no representan grados en la escala masónica. Un masón puede
pertenecer a una o varias logias, por lo que tendrá una o tantas medallas como
logias a la que pertenezca. Cuando un maestro de una logia deja de ser
Venerable por primera vez, se agrega debajo de la medalla una escuadra de la
que pende un cuadrado pequeño con la representación del teorema de Pitágoras,
indicando la condición de ex Venerable de esa Logia. El compás representa la
justicia con que deben medirse los actos de los hombres. La escuadra es el
símbolo de la rectitud a la que deben sujetarse todas las acciones de los
hombres y de la virtud que debe rectificar los corazones; constituye la joya
del cargo de Venerable. El triángulo equilátero, también denominado Delta, es
el símbolo de la divinidad y de la naturaleza que los masones reverencian en
alto grado. El ojo radiante, que encierra en su interior, simboliza al Gran
Arquitecto del Universo contemplando la creación. En otras medallas masónicas
aparece en el interior del triángulo la letra "G", generalmente
radiante, que significa: Geometría, Generación, Genio, Gravitación, Gnosis, y
también a Dios (del inglés God).
La
estrella de cinco puntas, que se representa generalmente flamígera, simboliza
el espíritu que anima el universo, y cada una de sus puntas representan a la
Fuerza, la Belleza, la Sabiduría, la Virtud y la Caridad.
El
compás, la escuadra y el Libro Sagrado constituyen las grandes luces materiales
de la orden. El Círculo es la figura geométrica más perfecta y por medio de la
cual se representa la creación y el universo. La manera de abreviar la
escritura se denomina abreviatura tripuntuada.
Muy
poco después de constituida la nueva Logia, un hecho provocado por uno de sus miembros
causaría un grave problema interno. Un integrante de la logia en posesión de
los fondos de Obreros de Olavarría, los entrega al taller Obreros del Sud al
cual perteneciera.[5]
Puesto a consideración este hecho ante los presentes
integrantes de la logia, el H .ˑ. (Hermano)[6] Juan
de la Fuente, gr.32, presentaba "entre
columna[7]
al H.ˑ.
en infracción, el cual dijo que estaba dispuesto a devolver los fondos
sustraídos, pedir perdón y solicitar nueva afiliación.”
Ante el arrepentimiento, el H.ˑ. V.ˑ. (Hermano Venerable) lo hace
cubrir el templo y pone a votación [8]
del taller si se lo debía perdonar, resultando de la votación por el sí.
El hermano cuestionado pedía perdón entre
columnas, añadiendo "que en caso de
no cumplir con lo prometido estaría conforme que todos los HH.ˑ.MM.ˑ.
(Hermanos Masones) esp.ˑ. (Esparcidos) por el Univ.ˑ. (Universo) lo miraran con
desprecio". Posteriormente, creemos, que ante el incumplimiento de la
promesa, surge de la documentación que se establece juicio contra el “her.ˑ. (Hermano) Hosp.ˑ.
(Hospitalario)[9] de la Logia, en consecuencia, el
taller solicita al Gran Sec.ˑ. (Secretario) del Or.ˑ. (Oriente) Rep.ˑ. (República) Arg.ˑ.
(Argentina) su expulsión del orden masónico.”
Años
después, precisamente el 6 de marzo de 1892, se discute en sesión: "sobre la traslación del taller en
otro lugar más adecuado y más apropiado para nuestra comodidad". Y se
acuerda tres días después por unanimidad, conformar una comisión compuesta por
los HH.ˑ.
(Hermanos) Mazuchi, P. Ferrante y Savino, que sería la encargada de decidir el lugar donde trasladará el taller la logia.
El lugar elegido por la comisión es la casa que había ofrecido en alquiler el H.ˑ. (Hermano) S. Coiro [10], la que “se arreglará a la más brevedad”, según consta en actas.
El
día 2 de mayo piden a la autoridad superior habilitación del nuevo local.
El 12 de
mayo reciben como respuesta que se "acordó
nombrar al Pod.ˑ. (Poderoso) Her.ˑ. (Hermano) Rosario Grande[11] grado 33, para efectuar la
consagración del Templo y dar posesión a los nuevos dignos D.D.ˑ.
(Dignatarios)[12]
y O. Df .ˑ. (Oficiales)[13]
de ese Aug.ˑ. (Augusto) Tall.ˑ.
(Taller).”
El día 15 de mayo de 1893, con la autoridad
del citado Hermano, se procede a la consagración del nuevo templo de la Logia
Obreros de Olavarría.
Años
después, el 5 de agosto de 1898, el “Or.ˑ. (Oriente) de Buenos Aires comunica que
el Poder Legislativo de la Orden, ha sancionado la Ley de Intervención a esa
Aug.ˑ.
(Augusta) Logia y en cumplimiento de la misma ha sido nombrado el interventor
el Her.ˑ.
(Hermano) Luis Panizza, quien oportunamente se trasladará a ese Valle en
cumplimiento de su cometido".
El 26 de agosto y bajo la presidencia del
interventor se realizan nuevas elecciones que son comunicadas inmediatamente a
la autoridad de Buenos Aires.
Dos años después, en el mes de febrero de
1900, la Logia Obreros de Olavarría recibía una comunicación que expresaba:
“Habiendo
solicitado incorporación a la Obediencia, la Logia “Obreros del Sud", que
hace nueve años funciona independientemente en el Valle de Olavarría, y siendo
necesario conocer las condiciones y hábitos y costumbres de los HH.ˑ.
(Hermanos) peticionantes (...) para que podáis enviar informes
dentro del plazo de veinte días de la fecha"[14]
Con esta comunicación queda en evidencia el carácter
de Logia irregular al que es considerada por la Obediencia desde hace nueve
años la Logia Obreros del Sud, a partir de la separación de varios de
sus miembros en 1891.
En 1905, el Venerable Maestro de la logia Obreros de Olavarría era Rugggiero Ippòlito, y Secretario Pascual Medici. En 1906, Francisco Baldana y Carlos Liotard; y en 1909 y 1912 lo fueron Luis Montenegro y Pedro Cedrun.
Con el hallazgo de nueva
documentación en
la vecina ciudad de Azul se pudo comprobar, que la Logia Obreros del Sud, luego de la separación de sus miembros, quedó
conformada como un triángulo masónico. Confirmando que, una mayor cantidad de los miembros maestros masones de la primera logia, cuando sucedió la separación, se fueron para fundar la Logia Obreros de Olavarría. En Azul se encuentra un
diploma de maestro masón perteneciente al Sr. Martín Urrutia, donde de la
lectura surge que es miembro del Triángulo Masónico Obreros del Sud de
Olavarría.
El diploma de Maestro
Masón- Colección Museo Etnográfico
"Enrique Squirru”
TEXTO DEL DIPLOMA[15]
FIAT
LUX (Hágase la Luz)
A LA GLORIA DE LA MASONERIA UNIVERSAL
La Gran Logia Provincial Bonaerense al Oriente de la Plata, Capital de la Provincia de Buenos Aires
Envía a todos los Masones esparcidos por ambos Hemisferios
AMOR, UNION, TOLERANCIA.
La Gran Logia Provincial Bonaerense al Oriente de la Plata, Capital de la Provincia de Buenos Aires
Envía a todos los Masones esparcidos por ambos Hemisferios
AMOR, UNION, TOLERANCIA.
Nos,
Gran Maestro y Miembros del Supremo Concejo de la Gran Logia Provincial
Bonaerense.
Hacemos
saber por el presente: que el muy querido Hermano Martín Urrutia nacido en
España el año 1864, estado soltero y profesión comerciante Miembro activo del Triángulo titulado Obreros del Sud en el
Valle de Olavarría habiendo sido elevado al grado 3º en virtud de sus
relevantes méritos.
Por
tanto: le conferimos el presente Diploma de Maestro Masón para que pueda ser
reconocido, protegido y auxiliado por todos los Masones y Corporaciones
Masónicas de cualquier Oriente donde se presente; prometiendo por nuestra parte
obrar con igual reciprocidad para todos los Hermanos Masones que se presenten
en los Talleres de nuestra jurisdicción con títulos espedidos (sic.) en debida
forma.
Dado
por Nos, en el Oriente de la Plata el día 23 de febrero de 1892 Era Vulgar
El Gran Secretario Canciller de Gobierno
E.
M. de Sta. Olalla (Enrique M. de Santa Olalla)
El
Gran Maestro
Dámaso
E. Uriburu (Dámaso Eduardo Uriburu)
El
Gran Secretario de Relaciones Exteriores
Honorio
Daverez
En
margen izquierdo: NE VARIETUR (Sin variedad o modificación)
El 10 de abril de 1900, la Obediencia respondía ante los informes nada favorables recibidos sobre los hermanos de la Logia Obreros del Sud, de parte de la Logia Obreros de Olavarría, que la Logia Obreros de Olavarría ha prestado buenos servicios a la humanidad, pero no puede impedir los auspicios a la Logia Obreros del Sud, y se extiende en consideraciones para aconsejar un acuerdo de las dos logias masónicas existentes en el pueblo de Olavarría. La oposición realizada por la Logia Obreros de Olavarría a la constitución de la logia no prosperó, porque el 13 de enero de 1901, de acuerdo a los registros de la masonería, se fundaría la Logia Obreros del Sud asignándoles el Nº 163.[16]
En nuestro comienzo decíamos de la importante participación de los inmigrantes italianos en la conformación inicial de las logias masónicas en nuestra ciudad.
El siguiente cuadro confeccionado de acuerdo al Libro de los Iniciados de las Logias Obreros de Olavarría y Primitivos Obreros de Olavarría, que nos muestra la nacionalidad de sus miembros, corrobora nuestras afirmaciones.
Perìodo Nacionalidad Cantidad de iniciados
1898-1900 Italiana 13
Argentina
/otra 2
1900-1918 Italiana 33
Argentina
/otra 39
1918-1928 Italiana 2
Argentina /otra 13
La ocupación declarada de sus miembros, era
la siguiente: comerciante, 30; empleado, 25; propietario, 6; educador, 5;
agricultor, 4; sastre, 3; jornalero, 3; farmacéutico, 2; hacendado, 2;
carpintero, 2; herreros, 23; constructor, 2; escribano, 1; contador, 1 y otros,
6.[17]
Las logias masónicas de Olavarría, en sus
inicios, participaban activamente con sus miembros en eventos y conmemoraciones
que se realizaban en la ciudad. Desfilaron sus miembros llevando estandartes de
sus logias para los cuatrocientos años del descubrimiento de América, y con
motivo de las fiestas organizadas por la colectividad italiana conmemorando el
XX de Setiembre de 1870, fecha que representaba para los italianos la unidad
política y geográfica del reino de Italia.
Una
nota aparecida en el diario local El
Popular, de septiembre de 1900, nos relata lo sucedido en ese día: "como complemento de este hermoso cuadro, la
Sociedad Masónica "Obreros de Olavarría", que había engalanado e
iluminado el frente de su local, celebró en la noche del 20 una conferencia pública,
alusiva al día a las que habían sido invitadas algunas familias de la localidad...
Hicieron uso de la palabra, los señores Cayetano Prebendé, Matassi, Fontani y
Ojeda, estuvieron todos ellos muy felices, mereciendo espontáneos aplausos en el desarrollo de sus respectivos temas".
Comentábamos anteriormente de las
desavenencias entre los integrantes de las dos primeras logias olavarrienses. Diferencias
personales entre sus integrantes, disputas por la pertenencia de los fondos de
las logias, y sobre principios masónicos que provocaron el alejamiento de
varios de los miembros de la primera logia para conformar otra. Como veremos seguidamente, en notas aparecidas en un diario local y de Buenos Aires, nos hablan de una difícil
relación que permaneció invariable por mucho tiempo.
El diario local El Popular, el 2 de mayo de 1901, reproduce una nota del colega El Infierno, donde dice: “El pueblo de Olavarría, tan famoso en los
anales del clericalismo está de enhorabuena, pues en la semana última ha
recibido la visita del obispo Alberti. La Municipalidad que ya tiene acreditada
desde antiguo ser muy rumbosa con los clérigos que visitan el Pueblo, ha
gastado en pólvora y otras yerbas 1500 pesos. En cambio los enfermos del
Hospital local mueren de hambre como ya sucedió con uno, por no haber fondos en
la caja común.
El hecho de que la Municipalidad encuentre
fondos para banquetear al obispo y no la encuentre en atender a los enfermos
pobres, es un fenómeno que podría explicar el señor Ojeda, que es quién invitó
al vecindario a que saliera a recibir al Obispo Alberti, con gran escándalo de
los liberales del pueblo, por ser el señor Ojeda venerable de la Logia Obreros
de Olavarría, y estar por lo tanto excomulgado. El parrocán (sic) de Olavarría
sabe cómo sabe todo el Pueblo que Ojeda va por la noche al taller, y sin
embargo lo reciben poco menos que con palio cada vez que lo ve entrar en la
Iglesia, olvidándose de las repetidas excomuniones que en todo tiempo ha
lanzado el catolicismo contra la masonería. Los masones de Olavarría lo aceptan
como venerable, sabiendo que Ojeda esta entregado de cuerpo y alma al
parroquidermo (sic), y que tal la masonería no transige con los cuervos. Y entre
tanto el Obispo banquetea y los enfermos ayunan y vayan Ustedes a entender este
lío".
Las logias y los curas de Olavarría tuvieron desde la fundación de las logias una conflictiva relación, una carta del cura vicario Bertolini, nos ilustra sobre esta cuestión. El cura Bertolini, que reemplazó al cura Castro Rodríguez, después del crimen cometido por éste en 1888, se queja de las logias de Olavarría en una carta donde dice: "Los continuos trabajos que diariamente hacen las dos logias masónicas y especialmente el jefe y algunos miembros de una de las logias, los cuales se valen de todos los medios hasta de calumnias, de las burlas, del desprecio, de las venganzas y de las amenazas" (*).
El motivo de la salida del cura Castro Rodríguez, ya mencionado, fue aprovechada por los integrantes de las logias, que tenían un pensamiento anticlerical, para denostar a los curas y a la iglesia. Seguramente la carta del cura Bertolini aceleró una misión evangelizadora que llegó a Olavarría, después de pasar por otras localidades en 1892. La misión de evangelización llevada a cabo en Olavarría y Sierra Chica por el vicario general Dr. Espinosa-en representación del arzobispado de Buenos Aires- y los jesuitas Gualdo, Gazet y Antillac, el cura de la parroquia de la Piedad Pbro Apolinario Larrosa, el salesiano Ángel Savio y los seminaristas Lescano y Etchevertz. Dice en el informe: "La llegada del tren a Olavarría fue el 30 de enero (1892). En el pueblo no había templo, utilizándose un salón que alquilaron para tal fin. Estuvieron quince días y se destaca la comunión de 184 hombres. Como ya era practica se fundó el Apostolado de la oración. En esa localidad tuvieron que enfrentarse con la acción de las logias masónicas.." .
Las logias y los curas de Olavarría tuvieron desde la fundación de las logias una conflictiva relación, una carta del cura vicario Bertolini, nos ilustra sobre esta cuestión. El cura Bertolini, que reemplazó al cura Castro Rodríguez, después del crimen cometido por éste en 1888, se queja de las logias de Olavarría en una carta donde dice: "Los continuos trabajos que diariamente hacen las dos logias masónicas y especialmente el jefe y algunos miembros de una de las logias, los cuales se valen de todos los medios hasta de calumnias, de las burlas, del desprecio, de las venganzas y de las amenazas" (*).
El motivo de la salida del cura Castro Rodríguez, ya mencionado, fue aprovechada por los integrantes de las logias, que tenían un pensamiento anticlerical, para denostar a los curas y a la iglesia. Seguramente la carta del cura Bertolini aceleró una misión evangelizadora que llegó a Olavarría, después de pasar por otras localidades en 1892. La misión de evangelización llevada a cabo en Olavarría y Sierra Chica por el vicario general Dr. Espinosa-en representación del arzobispado de Buenos Aires- y los jesuitas Gualdo, Gazet y Antillac, el cura de la parroquia de la Piedad Pbro Apolinario Larrosa, el salesiano Ángel Savio y los seminaristas Lescano y Etchevertz. Dice en el informe: "La llegada del tren a Olavarría fue el 30 de enero (1892). En el pueblo no había templo, utilizándose un salón que alquilaron para tal fin. Estuvieron quince días y se destaca la comunión de 184 hombres. Como ya era practica se fundó el Apostolado de la oración. En esa localidad tuvieron que enfrentarse con la acción de las logias masónicas.." .
El 20 de setiembre de 1901 tomamos
conocimiento sobre la Logia Obreros del Sud, por una carta enviada al diario
local El Popular, con el título
"Salve Italia", que dice así: "La Logia Masónica Obreros del Sud se adhiere con toda su alma a la
fiesta conmemorativa de los italianos, en el aniversario de la fecha gloriosa en que un puñado de valientes, con
Garibaldi a la cabeza, destruyeron el vergonzoso gobierno temporal de los papas... “ y continua
más adelante: “Felicita doblemente a sus
queridos HH.ˑ. (Hermanos)
los italianos. Así como a todos los hijos de la heroica y magna Italia. Gloria
a Garibaldi y a su heroica legión de bersaglieri.”
El
10 de noviembre de 1901 leemos en el diario local una nota titulada "En
queja", que dice: “Estimado señor: Infinidad
de señoras y caballeros de esta localidad están suscribiendo una queja dirigida
a S.S. Ilustrísima el Obispo de la Plata contra nuestro cura[18],
por haber entregado la dirección de un colegio de que es dueño, nada menos que
al venerable de la Logia Masónica. Este cambio tan opuesto ha tomado a muchos
de sorpresa y sabemos que la mayoría de los firmantes que forman la Sociedad
Corazón de Jesús piensan alejarse de ella hasta tanto no deje la Dirección un
infiel de la talla del gordo Ojeda. Firmado: Un suscriptor.”
El
11 de noviembre, en el mismo diario, aparece una nota respondiendo a la del día
anterior, que dice lo siguiente: “Muy
señor mío: Habiendo visto en el último número de su ilustrado periódico, una
protesta de varias Sras. y Caballeros contra el cura párroco de la localidad,
por haber dado este la dirección del Colegio "Belgrano-Mitre" al
señor J. Ojeda Venerable de la Logia Masónica; le estimaría al señor Director
quiera hacer constar de que dicho señor es Venerable de la Logia Masónica
Obreros de Olavarría, pues hay dos Logias y la nuestra se titula Logia Obreros
del Sud; desearíamos que el público no nos confunda; perteneciendo como
pertenecemos, a una Institución liberal la cual tengo el honor de presidir, y
que sostiene ante el mundo profano, los deberes de todo verdadero masón.
El señor Ojeda no pertenece, ni ha
pertenecido nunca a nuestra Logia. Lo saluda al señor Director por los miembros
de "Obreros del Sud". Firmado: Jorge B. Newberry.”
Y por último, ese mismo día, se reproduce una nota en el número 35 del periódico El Infierno, de Buenos Aires, que dice: “Muy quer.ˑ. (querido) H.ˑ. (hermano), (supongo que lo será): Vengo a ocupar vuestras líneas como suscriptor y liberal de corazón con la siguiente denuncia:
En ese Vall.ˑ. (Valle) hay un señor con el nombre de Mas.ˑ. ( Maestro) Ven.ˑ. (Venerable) de una Log.ˑ. secretario de la Municipalidad, Director y se dice propietario de un periódico llamado "La Razón", que actualmente se hace cargo de un colegio bajo el nombre de Mitre-Belgrano, propiedad y dirigido por el cura Párroco. ¿Qué me dice H.ˑ. de esto? Es así como progresa la M.ˑ. (Masonería) Argentina. Después extrañaran los hijos de estas tierras que los verdaderos Mas.ˑ. se acobarden y busquen otros Orientes que son más fieles a la Institución. Basta por ahora, rogándole al señor Director quiera publicar íntegro lo dicho. Lo saluda con un frat.ˑ. abraz.ˑ. un Mas.ˑ. de corazón.”
La última logia masónica de Olavarría
El
15 de diciembre de 1908, la Logia Obreros de Olavarría extiende un comunicado a
distintos puntos del territorio, donde "se
declara libre e independiente de ese Sup.ˑ. (Supremo) Cons.ˑ.
(Consejo) y Ser.ˑ.
(Serenísimo) Gr.ˑ. (Gran) Or.ˑ.
(Oriente) Argentino, enviándonos con esta, nuestro abrazo fraterno de
neutralidad y despedida"; es decir, se desvinculaba de
toda Obediencia y se constituía en consecuencia en una Logia irregular.
Situación que debió prolongarse por el término de un año, considerando que en
el mes de septiembre de 1909, se acordaba que el Her.ˑ.
(Hermano) Francisco Gicca 30º debía dirigirse al Valle de Olavarría, para que
se conviniera "ad referéndum la
forma de incorporación a la Obediencia y que en dicho Valle han constituido una
Logia irregular". Este último párrafo, nos brinda la noticia de la
creación de una nueva Logia en Olavarría, en efecto, miembros procedentes de la
logia masónica Obreros de Olavarría y de la ex Logia Obreros del Sud habían constituido una nueva Logia
con el título distintivo de Primitivos Obreros de Olavarría.
El
27 de diciembre de 1909 se nombraba a Francisco Gicca, “para presidir la solemne ceremonia de la Consagración e instalación
previo al cumplimiento....” y en otra comunicación se dictaba devolver la
Carta Constitutiva de Obreros de Olavarría, que retendría en su poder.
Medalla de Logia de Primitivos Obreros de Olavarría( 1909)
Colección.
Adolfo H. Santa María
ANVERSO: En el centro del campo, en el
interior de un círculo de orla acordonada, un triángulo equilátero
que encierra un ojo radiante. En el perímetro, las leyendas semicirculares, superior:
AUG.ˑ. (AUGUSTA) LOG.ˑ. (LOGIA), e inferior:
PRIMITIVOS OBREROS DE OLAVARRIA. Ambos conceptos, separados por dos estrellas
de seis puntas. Bordura láurea. Surmontado,
el emblema masónico del compás y la escuadra.
.
En el Álbum Biográfico de los Libres
Pensadores de la República Argentina, de 1910, tenemos noticias de la
existencia de solo dos Logias en Olavarría. .En la parte correspondiente a Logias
del Interior encontramos a las logias masónicas
Obreros de Olavarría: Ven.ˑ.
Luis Montenegro; Sec.ˑ.
Pedro Cedrun, y Primitivos Obreros de Olavarría: Ven.ˑ.
Francisco Vannini; Sec.ˑ. A. Baltz.[20]
La Logia Primitivos Obreros de Olavarría
tenía su sede en la calle Dorrego, entre Lamadrid y España, construida por el Sr.
D'amico, se le permitió en el fondo del
terreno hacer una casa para vivir él y su familia.
En 1909, el Venerable Maestro de la logia Primitivos Obreros de Olavarría era Francisco Vannini, y secretario Alberto Baltz. En 1912, Cesàre R. Montes y Alberto Baltz; y en 1918, Francisco Baldana y Pedro Ruíz. El 22 de marzo de 1917, tenemos novedades sobre esta logia, por una carta dirigida al Intendente municipal Sr. Rafael Muñoz, donde se le solicita “que esta sociedad sea exonerada de los impuestos municipales de alumbrado y limpieza por el edificio que actualmente posee en la calle Dorrego entre Lamadrid y España manzana 81”.[21] Firman la carta: el Venerable Dámaso Arce y el Secretario Guerino Fiorini.
De esta última logia, podemos leer en una de las actas que: “el 10 de octubre de 1923, el Taller se dirigía al Consejo del Interior de la autoridad superior, a efectos de plantearles su total disconformidad ante la suspensión otorgada al H.ˑ. José M. Dale.”
El 10 de noviembre de ese mismo año, la logia anunciaba su separación de la Masonería Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
El 8 de enero de 1924, la Masonería Argentina comunicaba a la Logia Primitivos Obreros de Olavarría su radiación de la Obediencia y la anulación de su carta constitutiva. Poco después, se integraría a la Gran Logia Nacional Argentina.
La última de las logias masónicas de Olavarría, Primitivos Obreros de Olavarría, abatiría columnas aproximadamente a finales de la década del cuarenta.
Integraron las logias masónicas de Olavarría: Francisco Baldana, Pedro Ruiz, Federico Sacher, José Arena, Dámaso Arce, Adrián Usabiaga, Benjamin Bensabath, M. Mazucchi, Santiago Coiro, Juan Béttiga, Filisberto Camburs, Amadeo Grimaldi, Antonio Galli, y José Vannini entre otros.
En 1989 se hallaron los archivos de la Logia Primitivos Obreros de Olavarría y algunas actas de las logias anteriores. La documentación se encontró en el sótano de la casa ubicada en la calle Dorrego de nuestra ciudad, cuyo frente puede verse en esta nota.
Personajes de la historia olavarriense que fueron masones.
ÁLVARO BARROS ( 1827-1892)
ÁLVARO BARROS ( 1827-1892)
El fundador de Olavarría, nació en la ciudad de Buenos Aires el 18 de marzo de 1827. Fueron sus padres don Álvaro Demetrio Santiago Barros de la Cuadra y doña Manuela García Ferreyra. Iniciado en la Logia Regeneración Nº 5 en 1866, al año siguiente fue el fundador y primer Venerable Maestro de la Logia Estrella del Sud de Azul Nº 25; afiliado el 20/07/1869 a la Logia Confraternidad Argentina Nº 2, perteneció a la misma hasta su muerte. Destacado militar y político, también incursionó en el periodismo y escribió libros. Se casó con Adela Eastman Islas, de cuya unión nacieron Álvaro B., Adela Justina, Jorge Federico y Juan Carlos. Después de la muerte de su esposa se casó en 1879, con Carmen Saavedra Zabaleta. Emigró junto a sus padres a Uruguay en 1840. Regresó a Buenos Aires junto al Ejército Grande del General Urquiza. En 1866 fue designado jefe de la Frontera Sud, en una parte del lugar asignado, sede de la comandancia y conocido como puntas del arroyo Tapalqué, había una pequeña fortificación que había construido su antecesor, el coronel Ignacio Rivas. Instalado Álvaro Barros en el lugar, mejoró las instalaciones y, como le pareció un lugar conveniente para la creación de un pueblo, lo solicito al Gobierno. El 26 de noviembre de 1867 el Gobierno autorizó en ese lugar la creación del pueblo de Olavarría. Igual solicitud había hecho con anterioridad el coronel Ignacio Rivas, sin obtener la respuesta del Gobierno. Como jefe de la Frontera Sur se quejó al Gobierno por el mal estado de los soldados y denunció a los comerciantes inescrupulosos y la falta de controles que autorizaban todo tipo de fraudes, situación que llevaba a los indios a cometer robos para lucrar con sus frutos. Barros fue redactor y colaborador de El Nacional, La República y El Pueblo; también aparecieron varios artículos suyos en los Anales de la Sociedad Rural Argentina y la Revista del Río de la Plata. En 1870, en colaboración con su amigo el Dr. Carlos Paz, publicó su primer folleto refiriéndose a la política mitrista. Es en la Revista del Río de la Plata, la cual aparecía mensualmente y dirigían Andrés Lamas, Vicente Fidel López y José María Gutiérrez, donde escribió hacia fines de 1871 y durante 1872 una serie de artículos, que luego aparecieron, a finales de 1872, en su libro Frontera y Territorios Federales de las Pampas del Sur; dedicado a su amigo y ex gobernador doctor Adolfo Alsina. En 1873 fue electo senador provincial en representación del Partido Autonomista, el partido político de Leandro Alem, Adolfo Alsina, José Hernández y Aristóbulo del Valle, entre otros.
Designado presidente del Senado, el 12 setiembre de 1874 reemplazó al gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Mariano Acosta, quien fuera electo vicepresidente de la República acompañando a Nicolás Avellaneda en la fórmula triunfante del 11 de abril de 1874. El 24 de setiembre de 1874 estalló la revolución encabezada por el general Mitre, recibiendo por tal motivo el mando de las fuerzas de la Capital.
En 1877, Álvaro Barros publicó un segundo libro, con el título Actualidad Financiera de la República Argentina, el cual dedicó a Nicolás Avellaneda. En el libro estudia la situación socio-económica de nuestro país, expone sus problemas y plantea soluciones. Por decreto del 21 de octubre de 1878, es designado gobernador de la Patagonia. Álvaro Barros continuó ejerciendo sus funciones dentro del Ejército y en 1882 recibió la efectividad del grado de coronel. En 1887 fue nombrado vocal de la Comisión Inspectora del Colegio Militar, cargo que desempeñó hasta su muerte, el 13 de enero de 1892, después de una larga enfermedad en la ciudad de Buenos Aires. Sus cenizas descansan en Olavarría, al pie del monumento que lo recuerda en la plaza homónima.
IGNACIO RIVAS (1827-1890)
Se inició en la Logia Regeneración Nº 5 el 22/08/1857. Natural de Paysandú, Uruguay, sus padres fueron Ignacio Rivas e Ignacia Graces. En 1844 ingresó en Montevideo, como cadete, en el Batallón Libertad, que comandaba el General Paz. Se incorporó al ejército de Urquiza y participó en la batalla de Caseros del 3 de febrero de 1852. En 1855 fue destinado a la Frontera Sud con asiento en Azul. En el lugar, conocido como puntas del arroyo Tapalqué, levantó un pequeño fortín, cuyas ruinas subsistieron varios años, después que las fuerzas de la frontera se concentraran en Azul, con motivo de los combates con los indios en las batallas de Sierra Chica (1855) y Tapalqué (1856). En 1864, Rivas ocupó de nuevo los campos donde se encontraba el fortín, aprovechando los tratados de paz con el cacique Calfucurá. En enero de ese año solicitó el traslado de la comandancia al pequeño fortín, para formar cuarteles permanentes, lo cual le fue autorizado. El 15 de diciembre, en carta enviada al Presidente de la República general Bartolomé Mitre, le comenta de la situación del campamento y le propone la formación de un pueblo en ese lugar (hoy Olavarría), pues estaba seguro que atraería rápidamente pobladores por la inmejorable calidad de los campos, que estaban provistos de aguadas permanentes. No obtuvo la respuesta de Mitre, y alistado al ejercito para la guerra con el Paraguay se alejó del lugar. En 1870 regresa a la Frontera Costa Sud, y en 1872 libró la batalla de San Carlos, en el partido de Bolívar, contra el cacique Calfulcurá, contando con la ayuda de las huestes del cacique Cipriano Catriel, logra vencerlo. Haciendo causa común con el general Mitre, el 24 de setiembre de 1874, se levantó en armas contra el Gobierno Nacional. Había convencido al cacique Cipriano Catriel que se plegara a la revolución. Vencida ésta, permaneció alejado del ejército hasta 1877. Falleció el 8 de abril de 1880. Una calle en Olavarría y otra en Azul llevan su nombre.
EULALIO AGUILAR (1819-1882)
Nació en 1819 en Tucumán, hijo de Fancisco Aguilar y Catalina Villafaña, en 1869 se casó con Gregoria Villafaña. Figura con trabajos masónicos en la Logia Estrella del Sud desde 1871. En 1872 fue designado Alcalde del Cuartel 10º (Olavarría). Fue Juez de Paz y Presidente de la primera Corporación Municipal de Olavarría instalada en 1879. También integró la Comisión Municipal de Policía y Tierras de Azul en 1878. Antonio G. Del Valle lo recuerda como uno de los primeros pobladores que levantó su rancho de totora entre las sierras “Dos Hermanas”, donde se estableció con su hacienda. Los malones incendiaron su población y le robaron la hacienda más de una vez. Vivió largos años en soledad, defendiendo sus intereses. Cuando la expedición del General Roca al Desierto, Don Eulalio fue visitado en su rancho por el jefe militar, a quien narró episodios de la guerra con la indiada. Estanislao S. Zeballos lo recuerda en su Viaje al país de los araucanos de la siguiente manera: “Era en verdad, el heroico ermitaño de la pampa. Hombre culto, noble tipo, de alta y elegante talla y robusto cuerpo, de fisonomía fina venerable e imponente, terminada en densa y luenga barba blanca, con una solemne expresión de tristeza y resignación en los ojos; traía a la memoria el Moisés grabado por Doré para la biblia”. Una Calle de Olavarría lleva su nombre.
Fue iniciado en la Logia Estrella del Sud el 12 de agosto de 1871. En 1874 fue electo 2º Vigilante y en 1878 Experto. Alcanzó al menos el gr. 18.
Nació el 18 de mayo de 1835, en San Vicente, provincia de Buenos Aires, hijo de Manuel Muñoz y Tomasa Biglos, se casó en Azul en 1860 con Feliciana Ferreira. Junto con su padre, Manuel, intervino en el combate de Sierra Chica (1855). Fue Capitán del Batallón 16 de Guardias Nacionales. Tuvo destacada participación en la batalla de Laguna de Burgos (1871). Por su valor en combate, Muñoz y Matías B. Miñana (otro Hermano Masón) recibieron del Gobernador bonaerense Mariano Acosta sendas espadas, con sus nombres inscriptos en la empuñadura, junto al escudo provincial y la fecha de la batalla. La correspondiente a Muñoz se encuentra en el Museo Etnográfico y Archivo Histórico de Azul “Enrique Squirru“, el cual también conserva un retrato suyo. Constituida en 1879 la primera Corporación Municipal en Olavarría, fue elegido Procurador Municipal. Muñoz se desempeñó como Municipal en Azul y en Olavarría, alternadamente.
En Azul lo hizo en los años 1878, 1887 y 1890; mientras que en Olavarría en los períodos 1879-1880,1880-1881 y 1882-1883. Pero fue entre los 59 y los 63 años cuando logró desempeñar el más alto cargo que alcanzara en su vida, ya que fue electo Senador Provincial, convirtiéndose en el primer azuleño en abrazar tal logro.
Y desde ese cargo resultó decisiva su acción para lograr que Azul fuese declarada ciudad en 1895. Una calle de Olavarría hoy lleva su nombre. Azul, en cambio, no lo recuerda.
JOAQUIN POURTALÉ (1831-1886)
Fue iniciado el 15 de agosto de 1868 en la Logia azuleña, y ese mismo año ocupó el cargo de 2º Diácono. En 1870, con el grado de Maestro, fue electo Orador continuando en 1871. Alcanzó al menos el gr. 18.
El Dr. Sarramone (“Bearneses” p. 139) dice que “ya desde la década del 1830 andaba por las tierras del Azul el fundador de la familia Pourtalé”.
Por su parte, Yuyú Guzmán nos cuenta que la familia provenía de Orthez, en los Pirineos franceses. El primero de los Pourtalé en llegar al país fue Pedro, quien tras tentar suerte en el Uruguay llegó al Azul en tiempos fundacionales. Luego vinieron sus hermanos. Primero María, para casarse con un compatriota de apellido Vignau. Luego Juan, Pablo y Santiago.
Pedro y sus hermanos formaron en el Partido de Azul la estancia “Las Cortaderas” en las suertes 73 y 74. Juan Pourtalé contrató a un joven compatriota bearnés, que era maestro, llamado Juan Luciano Fortabat Sala. Entre sus alumnos estaba la hija de Juan, la joven Helena Pourtalé Vigneau. En poco tiempo nació una relación de amor entre la alumna y el maestro, y se casaron en España (San Sebastían, Guipuzcoa) en 1888. Él tenía 34 años y ella 22. De esa unión nacieron cinco hijos varones: Juan Isidoro Aquiles, Pedro Jorge Silvestre, Luciano Carlos, Enrique Pablo y quien sería después el fundador de la compañía de cemento Loma Negra, Alfredo Fortabat.
Joaquín Pourtalé, quien ahora nos ocupa, era primo de Juan, Pablo, Santiago y María. Radicado en la zona de Olavarría, en 1873 fundó la estancia “La Tigra”, que comprendía una superficie estimada entre 12 y 16 leguas cuadradas. Constituida la primera Corporación Municipal de Olavarría en 1879, fue elegido como municipal suplente. En su estancia instaló en 1881 los primeros alambrados que existieron fuera de la zona de Azul y Tapalqué. Una calle de Olavarría lleva su nombre.
Ingresó a la Logia Estrella del Sur de Azul en 1877, año que en los registros aparece con el grado de Aprendiz. Nació en Buenos Aires en 1820, se casó con María Gómez y tuvo 8 hijos, seis varones y dos mujeres. La mayor de las hijas-Justina- se casó en Azul con el General Francisco Leyria (también masón). Ocupó diversos cargos municipales en Azul desde 1861. Formó parte del grupo fundador de la Sociedad Económica y de Fomento de Azul en 1870. En 1874 presidió la Corporación Municipal de Azul, siendo a la vez Juez de Paz. Constituida la primera Corporación Municipal de Olavarría en 1879, fue elegido Municipal Tesorero. Continuó como Municipal Titular por el período 1880-1881. Una calle de Olavarría lleva su nombre.
MATIAS MIÑANA (1833-1905)
Matías B. y Miñana nació en la ciudad de Buenos Aires en 1833. Hijo del coronel Ventura Miñana y María Trinidad Ponce.
De muy pequeño se radicó en Azul junto a su familia. Participó en esta zona en diversos combates y en la "Guerra del Paraguay, y también en la Revolución Radical de 1893. Se desempeñó como concejal y presidente de la Corporación Municipal de Azul. Fue comandante de la Guardia Nacional, y junto a Celestino Muñoz, los jefes que lograron contener y dominar, en 1871, la sublevación de los caciques Manuel Grande, Chipitruz y Calfuquir, en el recordado combate de Laguna de Bustos.
Ingresó a la logia masónica Estrella del Sud, siendo en 1874 fue elegido 2º Experto, y en 1875 1er. Experto.
El 25 de octubre de 1878, previo informe del Departamento de Ingenieros para determinar los límites del nuevo partido, se declaró cabecera del partido de Olavarría al pueblo ya establecido sobre las puntas del arroyo Tapalqué, y por decreto del 16 de mayo de 1879 se fijaron los límites del partido y se designaron las autoridades, quedando como Juez de Paz Eulalio Aguila y comandante militar Matías Miñana
De ser un estanciero rico, en el final de sus días vivió en una extrema pobreza.
Matías B. y Miñana murió en Azul el 11 de octubre de 1905. Se hallaba viviendo solo, pues había enviudado varios años antes, en un domicilio sito en Moreno y Benito Juárez (actual Gral. Julio A. Roca).
El intendente Eufemio Zavala y García firmó un Decreto en el que en su Art. 1 establecía que "La Intendencia Municipal sufragará todos los gastos que origine el sepelio" y además donaba a perpetuidad "un nicho en el Cementerio Central".
Una ex estación de trenes, dentro del partido de Olavarría, lleva su nombre.
DÁMASO ARCE (1874-1942)
El orfebre Dámaso Arce
Dámaso Arce nació en la aldea de Corporales, provincia de La Rioja, España, el 11 de noviembre de 1874. Se trasladó a la Argentina con su padre en 1887, para radicarse en la localidad de Indio Rico, Partido de Tres Arroyos.
Con la muerte repentina de su padre debió desempeñarse en tareas muy rudas para un joven de 15 años, trabajó de peón rural y en un horno de ladrillos. Años más tarde se radicó con sus hermanas en la ciudad de Tres Arroyos, Provincia de Buenos Aires, donde se inició en la actividad de platero y joyero en el negocio de la familia Bagardi. En 1901 se trasladó a la ciudad de Olavarría, entrando como platero en el taller de Alejandro Sanmartín. Poco después, fue contratado como oficial platero por la sociedad Luis Broggi y Cía, quedando al frente del negocio que estaba ubicado en la calle Vicente López entre la calle Belgrano y Dorrego. En 1905 adquirió el establecimiento para desarrollar sus actividades de forma independiente. A partir de entonces comenzará a gestarse su faceta de coleccionista, reuniendo un gran patrimonio que transformará en un museo con el nombre de Hispano- Americano, despertando la atención del público e importantes personalidades en el campo de la etnografía, paleontología y arte. Adquirió obras de representativos artistas argentinos, entre ellas, varios cuadros de su amigo el pintor Quinquela Martín. El museo fue inaugurado el 12 de octubre de 1923.
Continuo desarrollándose como orfebre, creando obras destinadas para su museo. En 1937 expuso en galerías Witcomb de Buenos Aires, "presentando piezas alejadas de los lineamientos tradicionales de la orfebrería rioplatense y de la florida ornamentación de la región pampeana, y optando por diseños que incluyen un abigarrado conjunto de personajes y figuras... " , dirían los críticos de la muestra. A través de ellas expreso una concepción casi escultórica de los relieves. Siendo un extraordinario exponente de su arte, la obra de orfebrería denominado el Jarrón. Al fallecer Arce en 1942, sus familiares hicieron donación de gran parte de sus bienes a la Municipalidad de Olavarría. En 1954 se concretó la adquisición del inmueble, que había pertenecido inicialmente al Dr. Ángel Pintos y posteriormente a la familia Grimaldi, para crear el Museo Municipal que fue inaugurado en 1961 y lleva su nombre.
(1)Emilio J. Corbieri, La Masonería, pág. 190.
(2)Nombre tomado de la Leyenda Araucana de Ercilla,
cuyo significado sería: Guerra a España o Expedición a Chile- Véase el
testimonio de Zapiola, en el libro de Enrique de Gandia, La Independencia de América.
3) Alcibíades Lappas, La Masonería Argentina a
través de sus Hombres, pág. 71
4) Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados
Masones: “Qué es la Masonería” y “Orígenes
y Propósitos y Objetivos de la Masonería”
(5) Alcibíades Lappas, La Masonería Argentina a través de sus hombres, págs. 77 y 78.
(b) Gentileza del Cr. Darío Sánchez Abrego de su artículo Masonerías y Medallas Masónicas del Centro de la Provincia de Buenos Aires
[1]Su
Vicepresidente, el Sr. Sebastián Coiro y el Sr. Severo De Martini son
mencionados en documentos pertenecientes a
la Logia Luz del Sud de Azul.
[5] Este hecho podría tener relación con la
comunicación recibida el 7 de julio y,
nos hace suponer, que los integrantes separados de la Logia Obreros del Sud
para formar Obreros de Olavarría se llevaron con ellos los fondos de la Logia.
[6] He considerado conveniente agregar a cada
escritura abreviada (tripuntada) la palabra completa, para una mejor
comprensión de la lectura.
[7] Columnas: Adornos de los talleres masónicos
que varían en su forma y significado según sus grados y ritos. Columnas de
armonía, de orden y del templo. En las logias simbólicas existen dos en la
Puerta de entrada del templo con los nombres B.ˑ.
(Boaz) y J.ˑ. (Jachin), en recuerdo a las dos columnas
que adornaban la entrada del Templo de Salomón en Jerusalén.
[8] En las votaciones se utilizaba un sistema
con bolillas blancas y bolillas negras. La bolilla blanca significa una opinión
favorable, y la bolilla negra una desaprobación.
[9] Hermano Hospitalario: Es el encargado de
visitar, cuidar y socorrer a los enfermos que sean miembros de la Logia. Es el
que tiene a su cargo el tesoro de beneficencia, para distribuir los socorros y
limosnas que acuerde la logia.
[10] Sebastián Coiro, dedicado a la carpintería
y venta de muebles, tenía una casa en la calle Alsina entre Coronel Suárez y
General Paz.
[11] Rosario Grande, destacado grabador y
medallista.
[12] Dignatarios: Los Hermanos que están
revestidos en los talleres con alguna dignidad. Lo son en funciones de una
Logia los cinco primeros cargos de la misma: los venerables, vigilantes, orador
y secretario. Las tres primeras dignidades se llaman Luces.
[13] Oficiales: Son los funcionarios de las
logias que siguen en dignidad a las luces del Taller. Cada oficial tiene nombre
o título de sus funciones. Los oficiales son elegidos individualmente entre sus
miembros, por la mayoría absoluta de los sufragios y en escrutinio secreto. Sus
funciones duran generalmente un año, y su número en el Rito Escocés Antiguo y
Aceptado llega a doce.
[14] Carlos Paladino, Breve informe sobre las Logias Masónicas en Olavarría, pág. 137.
[15] Se han eliminado las abreviaturas masónicas para una mejor comprensión. Descripción de Enrique Rodríguez, en Martín Urrutia y la Protegida.
[16] Información oficial de la Gran Logia de
LL.ˑ. y AA.ˑ. MM.ˑ. en la revista Símbolo. El haberle otorgado la Orden un
número diferente, que a la anterior con igual nombre, se la debería
considerarse como una nueva Logia. Situación que elevaría a cuatro las Logias
regulares que se constituyeron en Olavarría.
[17] María Langiano y Pablo Ormazábal,
"Católicos y masones en Olavarría: Una relación conflictiva en la década
del 80.” 6to Encuentro de historia
regional 7 noviembre 1992, pág. 78, Municipalidad de Olavarría.
(*)ACE Azul, leg. Olavarría, docum.6. Por ese entonces existían en Olavarría las logias masónicas Obreros del Sud , fundada en 1889, y Obreros de Olavarría fundada en 1891.
[18] Se refiere al padre Bertolini, cura vicario
de la Iglesia San José, quien entregó la dirección del Colegio Belgrano-Mitre
al Sr. Ojeda, reconocido masón.
[19] Información oficial de la Gran Logia de la
Argentina de LL.ˑ. y AA.ˑ. MM.ˑ. en la revista Símbolo.
[20] Véase a Emilio J. Corbiére, "La
Masonería, Política y Sociedades Secretas en la Argentina”. Buenos Aires, 1998.
[21] "Extranjeros en Olavarría” Primera
Reseña 1867-1988. A cargo de Aurora R. Alonso de Rocha, pág.7
Excelente investigación. Gracias.
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