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domingo, 5 de marzo de 2023

               El CONDE GIUSEPPE GUAZZONE DE PASSALACQUA
     -                                                               -El Rey del Trigo-
                                                                                         Autor: Cr. Adolfo Hipólito Santa María

   Giuseppe Guazzone, hijo de Carlo Guazzone y Caterina Pagella, nació el 17 de mayo de 1854 en Cascinali Pagella, entre Lobbi y San Giuliano Nuovo, provincia de Alessandria, Piemonti, Italia, en el seno de una modesta familia de agricultores.

   Después de completar el servicio militar en la ciudadela de Alessandria, y seguramente influenciado por las historias de mejores oportunidades en América, decidió en 1875 partir hacia la Argentina. Se embarcó en Génova con unas pocas liras en el bolsillo, y después de un mes de travesía desembarcó en nuestro país.

  Muy pronto consiguió empleo como aprendiz en la industria molinera. En muy poco tiempo había  acumulado suficientes ahorros para emprender la siembra de trigo, una actividad que en aquellos años todavía no estaba demasiado desarrollada en el interior de la provincia, a la que apostó convencido que sería un buen negocio .


José Guazzone

EN AZUL 

    El lugar elegido para comenzar sería el pueblo de Azul. Una población ubicada en la provincia de Buenos Aires, a 275 km de la ciudad de Buenos Aires, fundada por el coronel Pedro Burgos, cuando por encargo del gobernador Juan Manuel de Rosas llegó al lugar para instalar el Fuerte San Serapio Mártir del Arroyo Azul, el 16 de diciembre de 1832.

    En septiembre de 1876, con la habilitación del ramal del Ferrocarril Sud a Azul, se había acelerado el crecimiento del pueblo. Cuando Giuseppe llegó a Azul, ya existía una considerable cantidad de habitantes y una creciente actividad comercial e industrial.

    El censo de 1881, realizado por la provincia de Buenos Aires, dice que Azul tenía en este año una población de 16.090, de los cuales 11.346 eran argentinos y 4.744 extranjeros. En la población de extranjeros, entre otras nacionalidades, había: 1.314 españoles, 1.187 franceses, 1.626 italianos, 135 ingleses y 86 suizos. Las casas de comercio eran 260 y las industrias 69.

  Antes de instalarse había visitado el lugar, recorrido la campaña, y conseguido unas hectáreas donde sembrar el trigo que le gustaron. No se había equivocado al elegir el lugar donde sembrar, después de una primera cosecha abundante, "a la vuelta de tres años (de sembrar trigo) ya disponía de un capital de 81.000 pesos de moneda corriente que depositó en el banco Provincia". (1)

    De esos años en Azul poco se conoce. En otra publicación, sin aportar mayores precisiones, dice que: "Allí empieza a ser conocido por su capacidad de trabajo y ahorro, y por sus inversiones y negocios con los bancos de Azul". (2)

    En Azul se casó con Clotilde Poggio, italiana, el 21 de abril de 1883, de cuya unión matrimonial nacieron sus hijos: María Luisa, Catalina Josefina, Josefa Celina, Pedro Alfredo, Carlos, Walter Arturo y Velia Clotilde.

  Su hermano Pedro, unos años menor, también se radicaría unos años en Azul, donde se casó en 1888 con Josefina Ressia.


EN OLAVARRÍA

     El 15 de marzo de 1883 quedó habilitado el ramal del Ferrocarril Sud a Olavarría, un hecho que Giuseppe vería como una oportunidad para desarrollar un negocio,  y es entonces que decide trasladarse un año después a  Olavarría, lugar que se encuentra a 43,8 kilómetros de Azul. 

    Olavarría había sido fundada el 25 de noviembre de 1867, por el coronel Álvaro Demetrio Barros. En tierras que por ese entonces pertenecían al partido de Azul. 

    El 25 de octubre de 1878, Olavarría se transformaría en un partido más de la provincia de Buenos Aires.

   Cuando llegó Giuseppe a Olavarría, era un pueblo mucho más chico que Azul. Tres años antes de su llegada, el censo de la provincia de Buenos Aires de 1881, le daba una población total de 7.375 habitantes distribuidos en todo el partido, de los cuales había 2.354 extranjeros. En la planta urbana habitaban 740 y en la rural 6.635. En la población de extranjeros, entre otras nacionalidades, había: 554 españoles, 82 alemanes, 430 franceses, 68 ingleses, 542 italianos, 42 paraguayos y 64 suizos. Las casas de comercio eran 65 y las industrias 25. 

   En Olavarría Giuseppe instaló un comercio de ramos generales y un acopio de cereales, al que denominó "El 20 de Setiembre" en homenaje al XX de Setiembre de 1870 considerada por aquellos años una importante fecha patriótica de Italia.

    El lugar elegido para el almacén fue precisamente frente a las vías del Ferrocarril Sud, en la esquina de las calles Progreso (hoy Pringles) y Belgrano, y el acopio de cereales también frente a las vías del ferrocarril en la esquina de las calles Progreso (hoy Pringles) y San Martín.


Almacén "El 20 de Setiembre"

    En el periódico El Independiente del 28 de julio de 1888, editado en Olavarría, leemos el siguiente aviso: 
EL 20 DE SETIEMBRE. Almacén, ropería, tienda, mercería, ferretería. De  José Guazzone. Gran surtido de comestibles y bebidas de primera calidad, conservas de todas clases, caramelos y confites, ropa hecha para el trabajo y géneros propios para uso de los agricultores. Artículos de ferretería de todas clases y especialmente para agricultores.


    Y en otro aviso del mismo periódico vemos que se publicita el depósito de cereales y máquinas de agricultura.


    También fue el agente en Olavarría de La Italia, una compañía de seguros marítimos, fluviales y terrestres, y de La Protectora Agrícola una compañía de seguros contra la piedra.  



  Comenzó en Olavarría alquilando campos para realizar sembrados utilizando máquinas agrícolas modernas, conseguidas gracias a un acuerdo a pagar al término de las cosechas con la tradicional firma Juan y José Drysdale, a quienes se les llamaba " los habilitadores del agricultor". 

    En poco tiempo logró alquilar 14.000 hectáreas, después adquirió varias dentro del partido de Olavarría y luego fue extendiendo sus posesiones en otros partidos de la provincia de Buenos Aires.

    Las estancias de Guazzone en Olavarría sumaban un total de 18.500 hectáreas. Entre las que se  encontraban La Catalina, El Mirador y Colman.

    El nombre Catalina recordaba al de su madre y al de una de sus hijas. Tiempo después, en la localidad de Berutti tres estancias llevarán el nombre de sus otras tres hijas: Estancias La Luisa, La Josefina y La Velia.

    En la Estancia La Catalina había construido una espléndida  residencia.


La Catalina 


    Fomentó la inmigración de colonos, especialmente italianos de su provincia natal, a quienes contrataba por intermedio de su empresa de campo La Habilitadora. Les proporcionaba tierras, maquinarias y créditos que pagaban los colonos con el resultado de sus cosechas; convirtiéndose con el tiempo, gracias al sistema de producción que había establecido con los colonos, en el más fuerte acopiador de cereales del país.

    Giuseppe tuvo una activa participación en la sociedad olavarriense. En 1886, participó en la fundación de la Sociedad Rural de Olavarría integrando en varios períodos la comisión directiva. 

    En los años 1888, 1889 y 1890, fue parte de la Corporación Municipal en carácter de Municipal Titular. 

    En 1888 y 1891, integró la comisión directiva de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos Menotti Garibaldi, ejerciendo la función de presidente.

  Fue uno de los fundadores del Banco Edificadora de Olavarría, integrando el directorio en varias oportunidades.

   En 1906, formó parte de la comisión constituida en oposición al proyecto de ley que propiciaba la creación de un nuevo partido dentro del partido de Olavarría. 

    Integró la comisión formada el 22 de diciembre de 1911, con el propósito de recaudar los fondos necesarios para comprar los terrenos donde años más tarde se construiría el edificio propio de la Escuela Normal. En esa sesión se lo nombra junto a otras dos personas Presidente Honorario de la comisión. Los fondos se fueron recaudando mediante suscripción pública, siendo Guazzone uno de los mayores aportantes.

EN BERUTTI

    En 1889,  adquirió un establecimiento de 22.000 hectáreas en el partido de Trenque Lauquen, tierras a las que bautizó La Luisa, nombre que llevaba su primera hija.

   Cuando Guazzone compró esas tierras ya se estaba extendiendo la vía férrea del Ferrocarril Oeste que llegaría hasta Trenque Lauquen, y era consciente que esas vías pasarían muy cercanas a esos campos y seguramente sabía que una estación de trenes se construiría cerca de  ese lugar. En aquellos años, el ferrocarril era el único medio de transporte que hacía posible el desarrollo de una explotación agropecuaria como la que imaginaba Giuseppe. De esas cosas era consciente cuando en aquellos años decidió comprar esos campos de arenales salitrosos que parecían lejanos y poco productivos.

   Al cabo de dos años, aquellos que fueron críticos de la inversión realizada, no imaginaron que  esas tierras se convertirían en uno de los mejores trigales de la provincia de Buenos Aires. 

   Cuando fue al lugar para revisar los campos, Giuseppe llegó desde Olavarría en una americana (un tipo de carruaje), y como no existía pueblo ni hoteles, el Ferrocarril Oeste le dejó a disposición un vagón cama por unos días, así cuenta su hijo Walter el primer contacto con esas tierras.3

    El 7 de abril de 1890, una circular del ferrocarril establecía los nombres de las estaciones intermedias entre 9 de Julio y Trenque Lauquen, entre ellas se encontraba la Estación Berutti (sic).

    La construcción de una estación del ferrocarril y la distancia de kilómetros que había con Buenos Aires, le aseguraba a Guazzone poder acogerse a la ley 1969 del 25 de noviembre de 1877 de formación de Centros Agrícolas, que tenía importantes beneficios.

En el ARTÍCULO 1 de la Ley decía: 

- El Poder Ejecutivo procederá a la formación de centros agrícolas en la Provincia, tomando como base los terrenos que rodean las estaciones de los Ferrocarriles que no tuvie­ran en la actualidad un centro de población agrícola, y que siendo aptos para la agricul­tura, se hallen situados al exterior de un ra­dio de veinte leguas de la Capital Federal.
En el ARTÍCULO 3: 

- Los centros agrícolas creados por la presente Ley, podrán formarse, ya sea por ex­propiación que de la tierra haga el Poder Eje­cutivo de acuerdo a la Ley general de la mate­ria, ya por iniciativa de empresas o de los particulares propietarios de los campos men­cionados, que se sometan a las disposiciones de esta Ley.
Y disponía de un considerable beneficio en el ARTÍCULO 22: 

Los propietarios de tierras en los centros agrícolas gozarán de una rebaja de un 25 por ciento de los fletes establecidos para el transporte de su producción en los Ferrocarriles del Estado; los agricultores en ge­neral cuyos cultivos estuvieran fuera del radio señalado en el artículo 1º, gozarán de una rebaja del 10 por ciento sobre los fletes establecidos para el transporte de los productos de la agricultura.
   También la ley beneficiaba a los propietarios de los centros agrícolas con créditos del Banco de la Provincia, con una  amortización anual del 10 por ciento. Además, todo empresario a quien se haya autorizado para la organización de un centro agrícola, tenía derecho a hipotecar al Banco Hipotecario la tierra que destine a ese objeto, por una suma en cédulas igual a las tres cuartas partes de su valor real, atribuyendo a cada chacra el valor proporcional que corresponda, de acuerdo con el Directorio del citado Banco.

   En estos campos, tal como había hecho en Olavarría, instaló un depósito de acopio de cereales, y después fundó la Colonia La Luisa, que tenía una extensión de 9.970 hectáreas dividida en 121 chacras.

    El área de cada chacra, tanto en los centros oficiales como en los formados por particulares, no podía  tener menos de  veinte hectáreas, ni exceder de cien, de acuerdo al Art. 39 de la Ley. 

  También, del otro lado de la vía, la firma Pedro de Cousandier y Cía. había organizado la Colonia Cousandier,  después  denominada Colonia General Paunero.

  En el siguiente mapa catastral de la provincia de Buenos Aires, creado por Eigendorf y Lesser y editado por Carlos de Chapeaurouge, vemos delimitadas las tierras de la Colonia Cousandier.

Colonia Cousandier

     No sería La Luisa la única colonia fundada por Guazzone, también fundó más tarde la Colonia Alejandrina, nombre que hacía referencia a Alessandria su lugar de origen.

    En este mapa catastral de la provincia de Buenos Aires, de P. Ludwig, se puede observar ya delimitadas las tierras de las colonias La Luisa, Alejandrina y Paunero rodeando a la estación Berutti. 


Colonias La Luisa,  Alejandrina y Paunero.

    El edificio de la estación de Berutti se inauguró el 25 de agosto de 1890, en tierras que había cedido Guazzone a la empresa del ferrocarril y lo mismo había hecho la Colonia Paunero, para que allí se construyeran la estación y otras dependencias.

    En esta y otras tierras donadas por Giuseppe se crea alrededor de la estación el pueblo de Berutti, nombre que hace mención al patriota argentino Antonio Luis Beruti (1772-1842).

    La vía férrea separaba a la Colonia La Luisa de la Colonia Paunero.

  En tierras donadas por Guazzone se construyeron la Delegación Municipal, la Plaza Central (denominada desde 1935 José Guazzone), una comisaría y el cementerio. También donó la tierra para que se construyera una iglesia católica, a la que le cedió 160 hectáreas para la subsistencia del cura párroco, iglesia cuyo  nombre Santa Clotilde recuerda al de su esposa,  y  nombre que también tenía la casa de campo en una de sus estancias.

Santa Clotilde. Foto en Caras y Caretas

     En sus campos arrendaba parcelas y en otros casos las cedía utilizando el mismo sistema de producción que había establecido en Olavarría, contando también con colonos que en su mayoría provenían de Alessandria. A cada familia de colonos se le entrega tantas hectáreas como podían trabajar.

   Al comienzo los colonos hicieron ranchos donde vivir. Luego, cuando ellos mejoraron su situación, construyeron casas de material y un galpón. Se les entregó maquinarias, herramientas, animales, alimentos y semillas. En cada parcela se les hizo plantar montes de eucaliptos rodeados de tamariscos para reparo de las casas y corrales.  

La entrega de instrumentos de labranza y anticipos de dinero al agricultor, estaba establecido en el Art. 37 de la Ley. 

   La explotación establecida por Guazzone no estuvo exenta de problemas. En 1892, algunos de ellos, después de haber sido desalojados de las tierras, acudieron a la justicia de La Plata alegando que no habían podido pagar la renta por las ruinosas cosechas, como consecuencia de sequías, langostas y otras plagas de los cereales.

  Incluso las relaciones con sus vecinos no fueron del todo pacíficas, en una ocasión, allegados a Guazzone incendiaron campamentos de franceses vecinos para intimidarlos, provocando un conflicto que tuvo repercusiones en los medios de prensa de las dos colectividades. La colectividad italiana se expresó a través del diario La Patria degli italiani, en defensa de Guazzone, mientras que los franceses mediante el diario Le Courrier de La Plata.4

   En otras oportunidades sus vecinos presentaron quejas a la Municipalidad, porque se le ocurría cerrar o desviar la traza de uno u otro camino, ocasionándoles estas correcciones muchos contratiempos. 

    Guazzone era un hombre generosopero muy severo cuando algo no funcionaba como estaba previsto.  

    Siendo que esas tierras tienen un subsuelo de mucha salinidad,  un  día llamó a  técnicos en hidráulica para buscar una fuente de agua no salina, y una vez encontrado el lugar hizo construir un abrevadero para la caballada que tiraban las chatas que llegaban al molino, pero no dudó en desactivarlo un tiempo después cuando descubrió que se cometían muchos abusos en el uso del agua.

   Al igual que en Olavarría, Guazzone participaba en las comisiones directivas de aquellos años, preocupadas en el mejoramiento y crecimiento de Berutti. Una de ellas fue la Societá Italiana Di Mutuo Soccorso Príncipe Di Piemonti.5

    En 1893, Guazzone llegaría a reunir 390.000 quintales de trigo (39.000 Tn.), tan extraordinaria cantidad de cereal para aquellos años hizo que los diarios se hicieran eco del acontecimiento y que el general Roca en un discurso elogiando el hecho,  le bautizara con el nombre de "El Rey del Trigo".

    En Berutti erigió un molino harinero que cerró a principios de los años 20. Edificio que se transformó en 1935 en la empresa de tejido G.I.A.T. (Grandes industrias argentinas de trenzado).

   Esta empresa produciría toda clase de trencillas de seda, elásticos, artículos de mercería y corsetería, cintas, cordones de zapatos y ligas entre otros productos.

   La decisión de instalar la fábrica en Berutti fue de su hijo Carlos, que tenía una sedería y una fábrica similar instalada en Buenos Aires que un incendio destruyó casi por completo.

   Con la construcción de la fábrica, Giuseppe tenía proyectado construir cuarenta casas para los obreros, que luego se extendieron a cincuenta. Y para este fin había ordenado la fabricación de un millón de ladrillos, dice un aviso en el diario la Opinión del 4 de enero de 1935.6

   


    Su hijo Carlos haría también un notable y beneficioso aporte para los pobladores de Berutti regalando fracciones de terrenos, con la única condición de que a los treinta días de recibida la donación comenzarán los interesados a edificar las viviendas, según aviso publicado en el diario La Opinión del 2 de agosto de 1935. 


    El conde José Guazzone no pudo ver concretada estas obras, falleció el 30 de agosto de 1935. A cargo de la fábrica quedó su hijo Carlos, pero su temprana desaparición pondría fin a varios de los proyectos que él tenía para el mejoramiento de Berutti y la fábrica.

   Carlos Guazzone había nacido en Olavarría el 10 de septiembre de 1889. A los cuatro años se radicó en Italia, donde cursó todos sus estudios. Al estallar la Primera Guerra Mundial se enroló como voluntario en el ejército italiano, donde permaneció por espacio de cuatro años en el arma de artillería. Fue herido en combate y por sus actos de heroísmo recibió condecoraciones. Terminada la guerra regresó a la Argentina, donde colaboró con su padre en las explotaciones agropecuarias, y después, como hemos ya mencionado, en la construcción de la fábrica textil en Berutti.

  El 14 de marzo de 1925 se casó con Zulema Lazzarino, de cuya unión matrimonial nacieron dos hijos. Falleció en Italia el 4 de agosto de 1936, sus restos descansan en el Cementerio de la Recoleta.7

  De la fábrica textil se hizo cargo Eugenio Cavagliá, quien un tiempo después compró la empresa. Eugenio, junto a su esposa Ana Psihal, de origen húngaro, fueron quienes enseñaban a los obreros la forma de trabajar para confeccionar cada producto de la empresa; imponiendo a los trabajadores, entre los que había menores,  un  arbitrario sistema de trabajo, con el agravante que los obreros tenían magras retribuciones y trabajaban horas en exceso. 

 El periódico El Independiente, de Trenque Lauquen, en una nota publicada el 20 de mayo de 1936, había denunciado las malas condiciones de trabajo de los obreros. El descontento no se hizo esperar, y muy pronto los obreros declararon una huelga en procura de mejoras salariales, logrando de este modo nuevas condiciones de trabajo.

   En un edificio aledaño a la fábrica G.I.A.T. se creó la empresa B.A.T., que unidas conformarían la sociedad G.I.A.T. y B.A.T. S.A.C.I.F. Empresa que muy pronto se constituiría en una importante fuente de trabajo para el pueblo de Berutti, llegando a emplear a más de 200 personas. Y que, lamentablemente para la economía del pueblo de Berutti, hacia los años 70 comenzó una paulatina declinación, cerrando definitivamente años después.

EL TÍTULO DE CONDE

    Durante la Primera Guerra Mundial, José Guazzone donó a su patria varios cargamentos de cereal, y en agradecimiento el rey Vittorio Emanuele III, de motu proprio, el 25 de noviembre de 1926 le otorgó el título de Conde con el adicional del apellido De Passalacqua. Posteriormente, una Royal Letters del 17 de marzo de 1927, le otorgó el título personal de contar a sus hijos.
    En 1906, fue nombrado por el Reino de Italia Caballero del Trabajo (Cavalier della Corona in merito al lavoro). 

Sus vinculaciones políticas 

    El éxito de sus empresas, además de hacerlo un hombre muy rico, le dio una gran notoriedad en nuestro país y en su país de origen.  
  Esto le permitió establecer vínculos con importantes hombre de negocios, políticos y gobernantes de los dos países. 
   En un reportaje a Guazzone publicado en la revista Caras y Caretas el 30 de marzo de 1935, unos pocos meses antes de su muerte, Giuseppe le manifestó al cronista que tenía cierta amistad con Benito Mussolini, y como una muestra de sus dichos el periodista publica una foto dedicada y autografiada por el Duce. 


Foto autografiada por Mussolini

    

    La siguiente foto muestra a Giuseppe Guazzone en compañía del cónsul general del reino de Italia en Argentina, Dr. Ítalo Capanni, en su llegada a Buenos Aires. 

    El Consulado de Buenos Aires sufriría un atentado el 23 de mayo de 1928, con la explosión de una bomba que dejaría más de treinta heridos y nueve muertos. El hecho fue llevado a cabo por el sector que respondía al anarquista italiano Severino Di Giovanni y el objetivo era atentar contra el cónsul Ítalo Capanni, reconocido funcionario fascista, como parte de la lucha contra el fascismo italiano .

Foto del A.G.N.

En Alessandria

    Giuseppe no perdió el vínculo con su lugar de origen, y con el correr de los años viajaría seguido a Italia, donde permanecía allí parte del año. Por tal motivo decidió comprar la Villa della Ghilina en San Giuliano Nuovo, que se convirtió en su casa de verano. Guazzone también realizó obras de caridad en su tierra natal, en 1927 fundó en Alessandria el Jardín de Infancia Nocturno, donde hoy se encuentra el Hospicio Il Gelso, y en 1929 el Scaldatolo Públicco Giorno (un refugio para las personas). 
    Falleció en San Giuliano, Alessandria, el 30 de agosto de 1935. Una calle de Lobbi lleva su nombre. Sus restos se encuentran en el cementerio de Lobbi.

Giuseppe Guazzone - Foto del A.G.N.

Notas
(1) Hombres del surco, Luis Pozzo Ardizzi, página 101 y 102. 
(2) Extranjeros en Olavarría - Municipalidad de Olavarría. Página 86. 
(3) Huellas, página N.º 713.
(4) Huellas, página N.º 715.
(5) Huellas, página N.º 717. 
(6) Huellas, página N.º 771.
(7) Huellas, página N.º 772.


Bibliografía y fuentes consultadas
Anuario El Popular de Olavarría de 1935.
Archivo Histórico de Olavarría - Extranjeros en Olavarría - Primera Reseña -1867-1988 .
Archivo Histórico Nacional. 
Cavallotti, Zulema, y otras. Huellas Vol. 1 y Vol. 2 - Municipalidad de Trenque Lauquen. 1999.
Diario El Popular de Olavarría, septiembre de 1935. 
Diario La Nación, del 17 de mayo de 1954. 
El Independiente, periódico editado en Olavarría en 1888.
Pozzo Ardizzi, Luis. Hombres del surco. Editorial Raigal. Buenos Aires. 1955.
Revista Agricultura, del 20 de abril de 1893. 
Revista Todo es Historia. Nº 247. Enero 1988. Vida de Pueblo. 

Un agradecimiento muy especial para el periodista berutense Federico Tártara por su colaboración.