Puesto en discusión este punto, y después de un cambio de ideas sobre el lugar indicado para su ubicación, se acordó que el médico de policía acompañado del medidor público procediera a inspeccionar e indicar el lugar oportuno para la formación de un cementerio. En el acta de la Corporación se transcribe la nota presentada por los comisionados que dice lo siguiente:
“Olavarría, Julio 14/ 1879. Al señor presidente de la H.C. Municipal, ciudadano Don Eulalio Aguilar.
Los que suscriben, comisionados por la H. C. Municipal que Vd. preside para inspeccionar entre las quintas baldías del ejido la más adecuada para establecer el cementerio. En cumplimiento de su comisión, con el debido respeto exponen: que después de un prolijo estudio de las condiciones de los terrenos de las quintas, creen que sobre la margen izquierda del arroyo Tapalqué al oeste del Pueblo, y a 1500 metros de la plaza del mismo, la quinta número cuarenta y uno reúne no sólo las condiciones higiénicas requeridas para el objeto que se destina, sino por el terreno mismo; dicha quinta se halla fuera de los vientos N y NE-S y SE con respecto al Pueblo y que reinan en la estación de verano; además el terreno es alto, con una capa de tierra de labor de un metro a un metro cincuenta de profundidad, la que asienta sobre sílice o arena, con la convicción de que dicho terreno se halla fuera de peligro de ser inundado por las aguas en tiempo de invierno. Creemos con esto dar por terminada la comisión con que se sirvió honrarnos esa H.C. -Dios guíe a Vd. Muy atte. Luis J. Gorbea, Agapito Guisasola”.Sin discusión fue aceptada por unanimidad la quinta indicada, acordándose al mismo tiempo que solo se cercaría lo que comprende al solar, por lo cual, se ordenó que se llame a licitación la construcción de doscientas varas de pared, de dos y media varas de alto, dos de luz y media de cimiento, y que las propuestas se presentaran en pliego cerrado en la sesión del 27 del corriente, debiendo especificarse el tiempo en que se daría por terminada la obra, la clase de material que se emplearía y las condiciones de pago.
Art.1. El Cementerio será común, sin más distinción que los sitios de las sepulturas, nichos, panteones y enterratorios.
Art. 2. El Cementerio se dividirá en secciones.
Art. 3. Reservase una parte del enterratorio para dar sepulturas a los protestantes.
Art. 4. Los terrenos destinados a bóvedas, panteones, nichos, etc. se cobrarán: a perpetuidad, por metro cuadrado, $ 15 m/n. Los destinados a enterratorio general, por cinco años, $ 8 m/n.Art.5. Los pobres de solemnidad tendrán sepultura gratis en el enterratorio general, sirviendo este además para los casos de epidemia.
Art. 7. Ningún cadáver podrá ser enterrado sin que preceda el permiso de la autoridad correspondiente.
Art. 8: Tampoco podrá ser enterrado ningún cadáver sin que hayan transcurrido veinticuatro horas en los casos ordinarios y 30 en los de muerte repentina.
Art. 10. Los cadáveres deberán ser conducidos al cementerio en ataúd o caja bien cerrada; y los que no sean inhumados en panteones o terrenos especiales lo serán en zanjas o sepulturas abiertas en el suelo del Cementerio. Estas sepulturas deberán tener por lo menos una profundidad de 1.30 metros por 1 de ancho y 2 de largo, siendo incumbencia del sepulturero abrir las sepulturas cobrando en retribución de su trabajo de $ 2 m/n. para adultos y $ 1 m/n para niños.
Art.1. Autorizase al D. E. para construir en el cementerio de la localidad un enterratorio común destinado a los pobres de solemnidad, cuyo estado de tales se justifique debidamente.
Art. 2. En este enterratorio se colocarán también restos de los pobres de solemnidad que actualmente ocupan las sepulturas comunes, a medida que terminen los plazos para que fueran expedidos.
Art. 3. Anexo a este enterratorio se construirá otro destinado a niños que se encuentren en las mismas condiciones.
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Cristo Yacente |
Otra tumba muy antigua que todavía se conserva, es la de Daniel Francis, cuyo epitafio está escrito en la lápida en el idioma inglés, y cuya traducción es:
CONSAGRADO A LA MEMORIA DE DANIEL FRANCIS Segundo hijo del difunto EDMUND MACKINLAY Nació el 10 de septiembre de 1856 en Liverpool. Falleció el 20 de mayo de 1882 en la Estancia Remington.
"Según los dichos de un peón de la estancia de apellido Basualdo, ese establecimiento quedaba en el partido de General Lamadrid, quien manifestó que el señor Mackinlay desempeñaba la tarea de mayordomo de la estancia, siendo un hombre bueno y apreciado por el personal y los vecinos de la zona gracias a su carácter llano y afable. Este señor hacía continuos viajes a Azul y a otros establecimientos que administraba en Rauch, pasando siempre por Olavarría. En uno de esos viajes siéntase repentinamente mal y falleció, siendo transportado entonces en un carro a Olavarría, donde fue velado y sepultado luego, en la quinta que ocupa el cementerio, que por aquel entonces estaba destinado a ese objeto. Según parece dicho señor tenía alguna relación con la familia de apellido Krabbe, posiblemente de parentesco, y ellos fueron los que enviaron la lápida." (3)
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Bóveda de Augusto Striebeck y familia. |
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Dr. C. Daniel Márquez |
A poco de andar por el pasillo central, nos encontramos con el Panteón de la Sociedad Española de Socorros Mutuos.
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Panteón de la Sociedad Española de Socorros Mutuos |
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Panteón de la Sociedad Italiana |
En el interior del tímpano (triángulo), la figura del escudo real de Italia (Fig. 8), sobre ornamentos de hojas de acanto, símbolo de inmortalidad.
Sobre el dintel de la puerta de entrada, las letras Q.E.P.D (que en paz descanse), y más arriba, en el interior de un semicírculo, una escena de Jesús Yacente (Fig. 9).
En el vértice superior del tímpano, la figura de un ángel con las alas extendidas (Fig. 10), que representa el ángel de la resurrección. Esta figura, obra del escultor Leopoldo Boccazzi, que está representado sosteniendo una trompeta, simboliza que tronará el día del Juicio Final para despertar a las almas.
Detrás del frontón, a la altura de los vértices del triángulo, ornamentos compuestos por tres elementos, que tienen: en la parte superior la figura de un crismón, monograma abreviado con las letras X (Chi) y P (Rho) entrelazadas, las dos primeras letras en griego de la palabra Christos; seguido por la cruz que se forma en la parte central del escudo italiano; y en la parte inferior, sujeta por una argolla, una corona de laurel, símbolo de recuerdo eterno y de victoria sobre la muerte. (Fig. 11)
La figura del crismón aparece a veces acompañado de otros elementos, como las letras α (alfa) y ω (omega), la primera y la última del alfabeto griego, que representan el principio y fin de todas las cosas, y las veremos a los costado del panteón.
En la parte superior del edificio, en cada extremo, una lámpara encendida, simbolizando la vida eterna.
A los costados del panteón, franqueadas por pilastras adosadas que simulan ventanas, una cruz, y arriba de la cornisa, en el interior de un arco elíptico, dos antorchas encendidas, cruzadas y hacia abajo, símbolos del fin de la vida. En la base, las letras alfa y omega. (Fig. 12)
“Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin”, repite Jesús estas palabras hacia el final de la visión apocalíptica. (Apocalipsis 22:13)(5) Por su forma, la letra alfa se relaciona con el compás, atributo del dios creador; mientras la omega se asemeja a la lámpara, al fuego de la destrucción apocalíptica.
Panteón de la Sociedad Argentina de Socorros Mutuos de Olavarría |
La Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos de Olavarría se fundó el 22 de septiembre de 1918, y en 1924 adopta el nombre de Sociedad Argentina de Socorros Mutuos de Olavarría.
El panteón de la Sociedad Argentina fue inaugurado el 21 de abril de 1929, y es obra de la empresa Hortensio Améndola. Consta de planta baja y de una alta a la que se accede por escaleras de mármol, ubicadas a cada lado de una plataforma techada por una cubierta triangular, que sostienen dos columnas dóricas unidas por un balcón.
En el interior del frontón y en relieve (Fig.13), la siguiente representación: en el centro del Manto Sagrado que cuelga con sus extremos plegados, la cabeza de Jesús con corona de espinas, flanqueado a la izquierda por la parte superior de una lanza, y a la diestra por un clavo. El espacio del frontón se completa con flores de rosas y hojas de acanto, símbolos estas últimas de inmortalidad. Representando toda esta escena el padecimiento, la crucifixión y muerte de Jesús.
Surmontado a la cabeza de Jesús, un pequeño triángulo equilátero, símbolo cristiano de la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo), y en su interior, el ojo divino que todo lo ve, cuyo significado es la omnisciencia y omnipresencia de Dios. "He aquí el ojo de Dios sobre los que le temen. Sobre los que esperan de su misericordia" (Salmo 33.18). Estas imágenes y símbolos son similares a las que podemos ver en el frente de la iglesia San José, que fueron incorporadas con la reforma de la iglesia en 1935.
Sobre el friso de la puerta de entrada de la planta alta, en el interior de un semicírculo que tiene una cruz en la parte media superior, un cáliz con hostia radiante (Fig.14). El cáliz en la liturgia cristiana es la forma trascendente del vaso. La copa en que se bebió el vino en la última cena y se lo relaciona con el Santo Grial. El cáliz aparece también recogiendo la sangre que brotó de la herida del costado de Cristo durante la Crucifixión, por obra de José de Arimatea. Es un símbolo de la Eucaristía y de la Redención del hombre. El pan y el vino, la carne y la sangre de cristo, su humanidad y su divinidad. “Quien coma de mi carne y beba mi sangre habita en mí, y yo en él” (Juan 6:56). A la derecha del cáliz una vid, simbolizando las uvas y el vino, y a la izquierda, ramas de palma, símbolo de martirio y triunfo sobre la muerte.
En el vértice superior del frontón la figura del Sagrado Corazón de Jesús (Fig. 15), y en cada extremo una urna cubierta, simbolizando al cuerpo convertido en polvo y la eternidad; y el velo que las cubre es custodia de esos restos; el velo es también un símbolo de ocultación y revelación y “sólo a través de Cristo se descorrerá” (II Corintios 3:14). (Fig. 16)
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Bóveda de la Familia Portarrieu |
En lo alto, la figura de un ángel con las alas desplegadas en señal de elevar el alma al cielo; y detrás del ángel, coronando la bóveda, una cruz que tiene en el centro la cabeza de Jesús con corona de espinas. (Fig. 18)
La bóveda fue construida por la firma Galbiati y Bonnel.
En una calle lateral, encontramos la bóveda de la familia de Juan Izzi, diseño del escultor Leopoldo Boccazzi.
A la entrada, antes de trasponer la puerta, en cada lado de la parte superior, la figura del Chrismon (Fig.1). Monograma de Cristo, compuesto por las letras griegas X y P superpuestas, se trata de una forma de escribir la palabra Cristo.
Fig.1
Según la leyenda, el Emperador Constantino el Grande se encontró antes de la batalla contra Majencio, con una aparición del Chrismon acompañado de estas palabras: ¡Con este signo vencerás!. Después de la victoria Constantino adopto el cristianismo como religión oficial.
Fig. 2
En los laterales, una alegoría de la Crucifixión de Jesús (Fig.2), representada por un cáliz con manto sagrado, coronado por una corona de espinas. El cáliz en la liturgia cristiana es un símbolo de la Eucaristía y de la Redención del hombre.
Fig.3
En la parte posterior de la bóveda un vitral con la imagen de Jesús (Fig 3)
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Bóveda de la familia Castaño-Pereira |
De singular belleza y simbolismo, presenta a la entrada de la bóveda dos columnas dóricas, bases de un frontón que tiene, en el vértice superior, la Reina del Cielo ( Theotokos)(7) sentada con los brazos abiertos, en señal de dar acogimiento a los difuntos; franqueada por dos grifos, animales fabulosos con cabeza de águila y cuerpo de león, en aptitud de impedir el ingreso de espíritus malignos (Fig. 19). En cada pilastra, tres antorchas encendidas, símbolos de vida eterna. Las antorchas apagadas y las que apuntan hacia abajo, generalmente estas últimas representadas cruzadas, simbolizan la muerte. (Fig. 20)
La bóveda, con una base cuadrada, es un símbolo del mundo terrenal, del mundo creado. El cuadrado es la expresión geométrica de la cuaternidad, es decir, de la combinación y ordenación regular de cuatro elementos (8), entre los cuales podemos citar: las cuatro edades de la vida, las cuatro estaciones y los cuatro puntos cardinales que suministran orden y fijeza al mundo; le sigue en la construcción un octógono, que representa el mundo intermedio, la transición hacia la resurrección, símbolo también de la regeneración; “en el cristianismo, la forma octogonal era la de los antiguos baptisterios, y pese al olvido o la negligencia del simbolismo de la época del Renacimiento, se la encuentra generalmente aún hoy en el cuenco de las fuentes bautismales." (9).
Muy antiguamente, el baptisterio estaba situado fuera de la iglesia, y solo aquellos que habían recibido el bautismo eran admitidos en el interior de él. El baptisterio es símbolo del renacimiento y el lugar por el que hay que pasar para ir de un mundo al otro, del mundo terrestre al celestial; y por último vemos en la bóveda la cúpula, el mundo celestial, la eternidad.
Corona la cúpula una lámpara encendida, símbolo de vida eterna.
La bóveda fue construida por la empresa de Rafael Montesi.
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Mausoleo del Dr. Pablo Fassina |
Al Cristo Yacente en la calle la principal del cementerio le sigue el mausoleo del Dr. Pablo Fassina, inaugurado el 26 de marzo de 1933. El 27 de noviembre de 2011, se colocó sobre un pedestal de mármol el busto que lo precede, que se encontraba en el hall del Banco de la Edificadora de Olavarría.
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Pablo Fassina (Foto A.H.M.O.) |
Pablo Fassina había nacido en 1858, en Italia, en el pueblo de Lomello, provincia de Pavia. De activa participación en la sociedad de Olavarría, fue socio fundador y primer presidente del directorio de la Sociedad La Edificadora, institución que después se transformó en el Banco de la Edificadora de Olavarría; socio fundador de la Sociedad Rural de Olavarría y su primer presidente, cargo que ejerció desde 1899 hasta 1931. Se desempeñó como concejal y presidente del Consejo Escolar. Fue también un entusiasta colaborador y directivo de varias instituciones de bien público de Olavarría. El gobierno de Italia le había conferido el título honorífico de Caballero del Trabajo.
Pablo Fassina se casó en Olavarría en 1890, con Mercedes Elichirigoyte y tuvieron nueve hijos. Falleció en Olavarría el 31 de marzo de 1931. Una calle y una plaza de Olavarría llevan su nombre.
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Mausoleo de Arsenio Caviglia Sinclair |
La poesía, escrita en lengua gauchesca y arbitraria ortografía, comienza cuando el abuelo le pregunta al muchacho que estaba haciendo al sereno, y éste le responde:
Taba mirando el sielo,
Salpicadito ’e estrellas
que parecen de plata
¡Pcha qué lindo, aguelo,
Tener un par d'espuelas
Con dos rodajas mácuas
Hechas con plata d’ ellas!
Lo haría escarsiar arriba
al petiso rosiyo,
y ansina los paisanos
me mirarían los pieses
cuando voy los domingos
a vender pasteles.
Guanaco en las cumbres,
culebra en el monte,
barquito en los ríos
y viento en el llano;
y tal vez por eso, porque se olvidaron,
o quizás tan sólo porque no quisieron
conquistar el aire
los gauchos centauros,
de espacios no sabes;
de haberlo tentado,
por dócil, por fuerte, por noble, ¡por criollo!
Caballito pampa… ¡hubieras volado!
Prescindiendo de la clasificación botánica del cactus, en el cristianismo “el árbol es también símbolo de la fe cristiana en la Resurrección y en la Redención, que tiene lugar mediante el sacrificio de Cristo en la Cruz”.(10)
Es posible también, aunque no está escrito como en las otras piedras, que las figuras de la piedra similar a un menhir, representen al poema PO` El Botija, donde una madre desesperada viendo que su hijito se moría, implora al santo Padre por su salvación; y ofrece si hace el milagro de salvarlo, la majadita de veinte cabras blancas, un saino bragao, también la mula y hasta la mano zurda.
En el final dicen lo versos:
Arsenio Caviglia Sinclair nació en Olavarría el 19 de junio de 1896, y se graduó de maestro a los 18 años. Fue maestro en diferentes escuelas del distrito de Olavarría. Su primer cuento titulado Los Tigres los publicó en Mundo Argentino, en 1915. Colaboró, entre otros diarios, con La Razón, Crítica, Noticias Gráficas y El Día de la ciudad de La Plata; también con las revistas Caras y Caretas, Mundo Argentino y Novela Semanal. Fue ganador del primer premio y medalla de oro en los Juegos Florales organizados por la Revista Caras y Caretas, con motivo del cincuentenario de la ciudad de Bolívar, provincia de Buenos Aires. En 1927 ganaría otro concurso literario, esta vez organizado por el diario El Día, de La Plata, con tres cuentos titulados: Volvamos a Casita, El Caballo Moro y Flores de Campo, que juntos fueron publicados en un libro ese mismo año. En 1932, publicaría otro libro de cuentos con el título de Tierra Bruta. Un compilado de sus poesías se publicaron en el libro Poesías Camperas. En su casa de la avenida Colón, ubicada entre las calles Moreno y Rivadavia, se constituyó la primera comisión del Club Estudiantes de Olavarría, siendo elegido secretario del club. Falleció el 22 de marzo de 1947.
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Panteón de la Sociedad Española |
En el subsuelo se encuentran los restos del escultor José Herrero Sánchez. Había nacido el 3 de abril de 1910, en la ciudad de Salamanca y realizado sus estudios en Madrid, en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando.
En 1950 arribó a nuestro país, y en un principio se radicó en la ciudad de Pigüé, provincia de Buenos Aires, donde tenía parientes. Su primera gran obra la realizó para la ciudad de Puán, en la provincia de Buenos Aires, monumento al Dr. José María Juanena (foto), obra que se inauguró en junio de 1952. Ese mismo año se enteró que la Agrupación Clase 1913, de Olavarría, tenía la idea de realizar un monumento a la madre. Se contactó con la comisión y presentó un proyecto del monumento que fue aceptado.
El 20 de junio de 1954 se colocaba la piedra fundamental, y el 18 de octubre de 1955 se inauguraba el Monumento a la Madre en la Plaza Coronel Olavarría.
Se instaló transitoriamente en Olavarría para construir el monumento pero la vida de la ciudad y su gente le gustaron tanto que decidió radicarse. En pocos años adquirió una casa en la calle Vélez Sarsfield 3333, donde instaló su taller.
Produjo, además de las ya mencionadas, entre otras obras: Monumento a la Madre (1956), en Espigas, partido de Olavarría, provincia de Buenos Aires; Monumento a la Madre (1957), en Colón, provincia de Buenos Aires; Monumento a la Madre (1958), en Rojas, provincia de Buenos Aires; Monumento a la Madre (1962), en Chacabuco, provincia de Buenos Aires; Monumento a la Madre (1966), en General Lamadrid, provincia de Buenos Aires; Monumento a la Madre (1968), en San Francisco de Bellocq, partido de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires; Monumento a la Madre (1976), en Goyena, partido de Pigüé, provincia de Buenos Aires; y el Cristo Resucitado, en Sierras bayas, partido de Olavarría.
Panteón de la Sociedad Libanesa |
También en la calle central del cementerio se encuentra el Panteón de la Sociedad Libanesa de Socorros Mutuos.
En mayo de 1920, la colectividad árabe de Olavarría se reúne con la intención de conformar una sociedad de beneficencia que los agrupe. Pero, por diferencias entre los participantes, surgen dos asociaciones. La sociedad Líbano Árabe, el 7 de junio de 1920, y la Sociedad Líbano Siria de Beneficencia y Socorros Mutuos que se funda el 9 de julio de 1920. Años después, el 30 de junio de 1929, acuerdan fusionarse con el nombre de Sociedad Líbano –Siria de Socorros Mutuos, para finalmente, en 1938, adoptar la denominación de Sociedad Libanesa de Socorros Mutuos.
San Marón de Líbano era un monje anacoreta sirio. Había nacido en el siglo IV, en Siria, y su fallecimiento aconteció en Antioquia, cerca de Siria, en el año 410.
Es un santo venerado tanto en el mundo cristiano de Oriente como en el de Occidente, fundador de la comunidad católica oriental que lleva su nombre, la Iglesia Católica maronita.
La festividad de San Marón se celebra el 9 de febrero para la Iglesia Católica, y el 14 de febrero para la Iglesia ortodoxa.
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Mausoleo de los Emiliozzi |
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Parte posterior del Mausoleo de los Emiliozzi |
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Los Hermanos Emiliozzi |
Procedentes de Buenos Aires, Dante y Torcuato Emiliozzi, junto con sus padres Torcuato Emiliozzi y su madre Adalgisa Bormioli, se instalaron en Olavarría a finales de 1918. Torcuato tenía seis años y Dante José sólo dos. Un mes antes había llegado Torcuato padre a instancias de Francisco Martinese, quien en sus comienzos se dedicó a la fabricación de carruajes, y después había montado un importante taller de reparación de automóviles.
De profesión mecánico, Torcuato padre ingresa al año siguiente como jefe de máquinas de la usina eléctrica, puesto que consigue por haber arreglado los motores afectados por la inundación de 1919, que dejaron sin luz a la ciudad. En 1923 adquirió una casa en la calle Necochea Nº883 (3299), lugar que años después se convertiría en el “santuario tuerca” de los Emiliozzi. Poco a poco los hijos se interesaron y aprendieron el oficio de su padre, que les despertó desde temprano la afición por el deporte automotor.
El 12 de octubre 1932, Torcuato (hijo) debutó en el automovilismo como copiloto de José Laureano Valerga, en un coche con motor Ford A preparado en el taller de su padre. La prueba, en la categoría de Fuerza Libre, se realizó en la ciudad de Lincoln y llegaron terceros.
Dante debutaría como piloto el 24 de octubre de 1940, en la localidad de Urdampilleta, partido de Bolívar, en la categoría Ford T; vencedor de la carrera, fue descalificado por algunos detalles que se apartaban del reglamento. Desde 1936 a 1948, con la excepción del período de abril de 1942 hasta finales de 1947, donde fueron las carreras suspendidas por la contienda mundial, los hermanos participaron como pilotos en las categorías de Fuerza Libre, Fuerza Limitada y Ford T, utilizando coches Ford A, Fiat 519 y Ford T adaptados para las competencias. En total participaron en 33 carreras, obtuvieron 15 triunfos y en otras 6 llegaron en segundo lugar.
Dejaron de correr ese mismo año, y por “capricho”, según contaría años después Torcuato, reiniciaron la actividad. Preparaban el motor de un auto que conducía Jacobo Falíck, quien vivía en Olavarría, y “un día abandonó, en Entre Ríos, se comentó que la culpa era nuestra porque solo sabíamos preparar Ford T y nada más. Entonces pensábamos que no era cierto, y para demostrarlo preparamos uno para nosotros, y así nació la “Galera” (…) de esta manera entramos al TC, casi por capricho”. (11)
En 1949, empezaron a trabajar en un motor sin tener el auto, y cuando la Ford Motors Company ni siquiera los fabricaba para sus vehículos, construyeron el motor que revolucionó el TC en los años cincuenta: adaptaron válvulas a la cabeza de un motor Ford 59-A-B, que venía de fábrica con válvulas laterales, y lo montaron sobre una cupé Ford, modelo 1939, que compraron a los hermanos Letoile, de Tandil.
Comenzaron a correr en 1950, y en un principio se alternaron en el manejo del auto con el compromiso de que así sería hasta que alguno de los dos hiciera los primeros puntos, y fue finalmente Dante quien consiguió los primeros puntos en una carrera que se realizó el 5 y 6 de mayo de 1951, en La Pampa. El 24 de mayo de 1953, obtuvieron el primer puesto en una carrera para No Ganadores, realizada en la localidad de Chacabuco.
Corrieron 183 carreras, llegaron primeros en 43 y en otras 24 en el segundo lugar. El 31 de marzo de 1963, ganaron en Necochea superando los 200 kilómetros por hora de promedio, un récord para aquellos años.
Campeones Argentinos en los años 1962, 1963, 1964, 1965 y subcampeones en 1969.
Torcuato Emiliozzi nació el 30 de mayo de 1912 y falleció el 14 de febrero de 1999. Dante José nació el 10 de enero de 1916 y falleció el 24 de enero de 1989.
El 19 de octubre de 2013, en el histórico taller de la calle Necochea, se inauguró oficialmente el Museo Municipal Hermanos Emiliozzi.
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Tumba de Dámaso Arce |
Alejada de la calle principal del cementerio se encuentra la tumba del artista Dámaso Arce, obra del escultor Leopoldo Bocazzi, y presenta como alegoría principal una escena donde una figura que representa a Dios recibe a toda una familia. Debajo, en un rectángulo y en el interior de tres círculos, la cabeza de Jesús, un cáliz y la cabeza de la Virgen María.
En la parte superior del frente de la base, su nombre y apellido en letras que parecen cinceladas; debajo, el escudo de la República Argentina cubierto a la izquierda por un pequeño escudo con la figura de un león rampante, una de las figuras del escudo de España, su tierra natal. Simbolizando que se sentía argentino con corazón español. (Fig. 24)
Dámaso Arce nació Corporales, España, el 11 de diciembre de 1874. Se trasladó a la Argentina con su padre en 1887 para radicarse en la localidad de Indio Rico, partido de Tres Arroyos.
Con la muerte repentina de su padre debió desempeñarse en tareas muy rudas para un joven de 15 años, trabajó de peón rural y en un horno de ladrillos.
Años más tarde se radicó con sus hermanas en la ciudad de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires, donde se inició en la actividad de platero y joyero en el negocio de la familia Bagardi.
En 1901 se trasladó a la ciudad de Olavarría, entrando como platero en el taller de Alejandro San Martín. Poco después, fue contratado como oficial platero por la sociedad Luis Broggi y Cía., quedando en poco tiempo al frente del negocio. En 1905 adquirió el establecimiento para desarrollar sus actividades de forma independiente. A partir de entonces comenzó a gestarse su faceta de coleccionista, reunió un gran patrimonio que transformaría luego en un museo con el nombre de Hispano-Americano, despertando así la atención del público e importantes personalidades en el campo de la etnografía, la paleontología y el arte. Adquirió obras de representativos artistas argentinos, entre ellas, varios cuadros de su amigo el pintor Quinquela Martín.
Continuó desarrollándose como orfebre, creando numerosas obras destinadas para su museo. En 1937 expuso en la galería Witcomb de Buenos Aires "presentando piezas alejadas de los lineamientos tradicionales de la orfebrería rioplatense y de la florida ornamentación de la región pampeana, y optando por diseños que incluyen un abigarrado conjunto de personajes y figuras... ".
A través de ellas expresó una concepción casi escultórica de los relieves, siendo un extraordinario exponente de su arte la obra de orfebrería denominado El Jarrón. Al fallecer Arce en 1942, sus familiares hicieron donación de gran parte de sus bienes a la municipalidad de Olavarría. En 1954 se concretó la adquisición del inmueble, que había pertenecido inicialmente al Dr. Ángel Pintos, y posteriormente a la familia Grimaldi, para crear el Museo Municipal que lleva su nombre.
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Bóveda de la familia Cajén |
La representación más sencilla es el punto en el centro del círculo, el Punto es el emblema del Principio y el círculo es el del Mundo.(14)
En el simbolismo geométrico, con relación al plano cósmico, todo lo circular concierne al cielo, lo cuadrado a la tierra, lo triangular (con el vértice hacia arriba) al fuego y al impulso de ascensión inherente a la naturaleza humana y, en consecuencia, a la función de comunicación entre la tierra (mundo material) y el cielo ( mundo espiritual). (16).
La pirámide truncada y la simbología que contiene, nos dice que la tarea por hacer y la obra no concluyen.
Calavera con tibias cruzadas
En dos de los nichos, que se encuentran en el lado izquierdo del cementerio, encontramos el símbolo de la calavera con las tibias cruzadas; símbolo de la muerte, de la caducidad de la existencia. Sin embargo, es también "lo que resta" del ser vivo una vez destruido su cuerpo.(18). Generalmente, se las representa con el agregado de adormideras. Este símbolo suele verse en tumbas de aquellos que fueron masones.
Nunca se harían tantas y tan grandes maravillas divinas en beneficios nuestro, si con la muerte del cuerpo se extinguiese el alma.
Es inevitable que estemos tristes cuando al morir, nos dejan los que amamos. Pues, aunque sabemos que no nos dejan para siempre, sino que por algún tiempo nos preceden a quienes hemos de seguirles.
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4 Ver en este mismo blog, la nota: El cura Castro Rodríguez y la primera iglesia de Olavarría
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Actas de la Corporación Municipal
Anuario del diario La Democracia, del año 1929
Anuarios del diario La Democracia de Olavarría, 1941 y 1943.
Anuario del diario El Popular de 1935.
Anuario del diario El Popular de Olavarría, del año 1929
Album de Olavarría. 1867- 25 de Noviembre -1947
Baldock, John. El Simbolismo Cristiano.
Caviglia Sinclair, Arsenio. Poesías Camperas
Caviglia Sinclair, Arsenio. Tierra Bruta
Diario La Democracia.
Diario Tribuna
Digesto Municipal. 1891-1911 Municipalidad de Olavarría
Emiliozzi, Irma. Los Emiliozzi. De la Historia a la Leyenda.
Ferrer, Eulalio. El Lenguaje de la Inmortalidad
Filardo, Claudio. Leopoldo Boccazzi- Vida y Obra
Filardo, Claudio, José Herrero Sánchez
Minor Walther, Sin Galera.
Panati Charles. Los Orígenes Sagrados de las Cosas Profundas.
Schwarz-Winklhofer y H. Biedermann- El libro de los Signos y Símbolos.
Un agradecimiento especial para el periodista Néstor Saavedra, por el aporte de algunas de las fotos que ilustran la nota, a la traductora pública Ana Laura Benigni, por colaborar en las traducciones y a Lorena Santa María por las fotografías del cementerio.
Extraordinario trabajo de investigación histórica del cementerio de Olavarría, en una serie de investigaciones que respaldan la seriedad del texto tan cuidado como certero en todo lo que afirma y confirma. El enriquecimiento significativo que implica la continuidad de la parte histórica del lugar, con detalles de especializado conocimiento de arquitectura y del significado místico de los elementos y construcciones que repasa con tanta generosidad de esfuerzo y composición son de valía notable para destacar. Diría que es un texto para publicar con la mayor amplitud, porque es un trabajo que colabora para conocer, lectura placentera mediante, sobre el pasado de un lugar tan importante como necesario en cualquiera población donde, además del reposo eterno de personas es lugar de memoria, recogimiento y expresión de profundos sentimientos. Felicitaciones y aplauso para un trabajo tan enjundioso tan valorable.
ResponderEliminarMuy agradecido por su comentario. Supera todas mis expectativas que tenía antes de la publicación de la nota. Aunque debo confesarle, que me queda el deseo de conocer el origen del comentario. Muchísimas gracias, y un cordial saludo.
EliminarHola ! Habrá fotos de los antiguos hornos de ladrillo de Olavarría ?
ResponderEliminarAlgun registro o un lugar donde pueda buscar información .
Hola, me gustaría saber si en ese cementerio hay sepulturas con el apellido, Sanchez, Saavedra, Montero.
ResponderEliminarGracias
Excelente artículo, completísimo, gracias por su labor de recopilar y compartir.
ResponderEliminarExcelente redacción muy completa me encanto
ResponderEliminarMuy buen articulo. Felicitaciones.
ResponderEliminarExcelente. Tendrá usted información sobre donde se han guardado los libros con los datos de las personas allí sepultadas. Gracias.
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