EL PARQUE CARLOS GUERRERO
"Carlos Francisco Guerrero o Carlos Severo Guerrero"
Autor: Cr. Adolfo Hipólito Santa María
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Casa de Arsenio Caviglia Sinclair |
En 1917, Estudiantes tenía 100 socios y
muy poco recursos, pero sus dirigentes no se conforman con ser solamente un club de fútbol en el escenario deportivo de
Olavarría, y es así como en el mes de septiembre sorprenden a la opinión en
general al anunciar que se disponen a construir ''un gran Parque y Campo de deportes, en el cual habrá canchas de
fútbol, de tenis, velódromo, plaza hípica, cancha de bochas, juegos atléticos,
un embarcadero y una balaustrada costeando el arroyo".
El 29 de agosto se aprueba lo acordado por
el escribano Ramón A. Rendón, que en nombre del Club ha obtenido del señor
Carlos Guerrero la quinta N.º 78 por
cinco años, con opción a otros cinco,
pagando un alquiler anual de 100 pesos. Pasado ese plazo, todos las plantaciones y obras de mampostería
que se construyeran, quedarían para el propietario.
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Carlos Francisco Guerrero |
El propietario de la quinta, Carlos Francisco Guerrero, nació en Buenos Aires el 13 de diciembre de 1847. Desde muy joven colaboró con su padre en la empresa familiar dedicada a los negocios navieros.
En 1871, comenzó a dirigir en diversos
establecimientos las tareas rurales, y con el tiempo logró adquirir numerosos campos
en la provincia de Buenos Aires, Córdoba y San Luis. En el partido Olavarría
fundó la estancia San Antonio. En 1892, junto a otros ganaderos crean la Liga
Agraria de la Provincia de Buenos Aires, cuya existencia concluyó en
1923.
En 1879 importó desde el Reino Unido el
primer toro Aberdeen Angus, de nombre Virtuoso.
Estableció una de las primeras fábricas
de conservas alimenticias. Participó en la política, por la Unión Cívica fue
candidato a legislador provincial en 1899.
Carlos Francisco Guerrero se unió en
matrimonio en 1876, con María Ignacia Rodríguez Gaete Castro, y a uno de sus
cinco hijos le pondría el nombre de su hermana Felicitas, cuya trágica muerte
tuvo un gran impacto en la sociedad argentina de aquellos años. Falleció en su
establecimiento Charles, en Juancho, partido de General Madariaga, el 23 de
enero de 1923. Su hija Felicitas sería, a su muerte, uno de los herederos del predio y de la estancia San Antonio en
Olavarría.
En una Asamblea de 16 socios se aprueba arrendar la quinta y hacer el parque. Días
más tarde, la comisión contrae con un
banco local una obligación de 2.500 pesos, con un interés del 9 por ciento y una
amortización del capital del 5 %.
El Presidente, al dar cuenta a la
Asamblea de la obra a emprenderse dice:
*'El club cuenta con
100 socios, cobrándose habitualmente 100 pesos mensuales. Los gastos del club
son: 25 pesos de alquiler de salón, 22 pesos de cobranza de recibos y empleado,
5 pesos de colocación de redes, $ 7.50 de luz y $ 10 para gastos generales Hay
de salida $ 69.50 y con los $ 61.42 que habrá que pagar por la letra serán $ 130.92,
es decir, que habrá un déficit mensual
de 30.92, pero con una propaganda activa se puede llegar a tener 150 socios, lo
que dejaría un saldo a favor del Club, sin contar las entradas que dará el parque en los días festivos. Por lo
tanto, la idea, como la he expuesto ligeramente, es bajo todo punto de vista
factible, llenará un vacío dentro de esta localidad y colocará a esta
Institución entre una de las más importantes de la Provincia" (acta
número 34 del seis de septiembre de 1917).
En la asamblea se aprueba la propuesta de
contraer el crédito de 2.500 pesos, el que es realizado con el Banco de
Olavarría, siendo garante el doctor
Juan A. Errecart y solidarizándose con él, en partes iguales, los miembros de la
Comisión señores Francisco Amoroso, Raúl Santafé, Humberto Carpi, Manuel R. Alistarán,
Pedro Giangreco, José Aristarán, José V. Ripoli, Juan Cervini, Fernando
Fioroni, José Andreis, y Pedro Miqueleiz Laplaza.
Aceptan el ofrecimiento del Ingeniero
Isnardi, que diseña gratuitamente el
Parque. Se reciben en donación plantas que hacen llegar al club el director del
presidio de Sierra Chica, señor Cristino Benavides y de los señores Antonio Cirigliano, Antonio Petrella,
Pedro J. Giamgreco, Francisco Amoroso, Juan Hoffman, Dr Juan Errecart, Manuel
Aristarán y otros vecinos.
Se colocó un molino
adquirido en la Capital Federal (ver en la foto)
Se compran en un remate de Regino Livio
20 chapas, a razón de cuatro pesos cada una y se contratan los servicios de la
carpintería Ippólito, para que por 50 pesos
confeccione una casilla para el cuidador, casilla que permaneció por mucho
tiempo en el lugar. Se toman algunos peones y se inician los trabajos. Era el
15 de Enero de 1918.
El 20 de febrero de 1918, se reúnen en
asamblea para elegir la nueva comisión directiva del club. Concurren 29 socios, y resultan electos los
siguientes:
Presidente, Francisco A. Amoroso,
Vicepresidente, José V. Ripoli; Secretarios, Manuel J. Arena y Raúl Santafé;
Tesorero, Pedro Giangreco; Prosecretario, Antonio Petrella; Vocales: Humberto
Carpi, José Aristarán, Carlos Fassina, Jose´Andreis, Glauco Azzi y Pedro
Miqueleiz. Comisión Revisora de cuenta:
Domingo Inzua, Manuel R. Aristarán y Orfel Nieto.
Comisión de Parques: Francisco A.
Amoroso, José V. Ripoli, Pedro J. Giangreco y Orfel Nieto.
Se trabaja
mucho en el Parque, se tapan los
zanjones, se terraplena, se alisa el terreno. Se plantan muchos árboles y cada uno tiene quien los
cuida y los atienda.
De día se
trabaja en el Parque, que en principio es solamente un pedazo de terreno removido, y de
noche se realizan las reuniones. Para acudir a ellas los miembros deben aportan
cada uno dos pesos. Dos pesos por cada reunión y las reuniones se sucedían y
eran realizadas a pleno.
La falta de recursos se hace sentir, se
están a punto de paralizar los trabajos del Parque y hay quien propone
abandonarlo, pero el doctor Errecart dice que eso no es posible y costea dos
peones de su propio peculio.
El señor Pedro Lizaso contribuye con 1.500
pesos, que el Club pagará como pueda sin interés. Dante Datteli aporta 500
pesos.
Se rifa un auto Ford, facilitando el
dinero para comprarlo el miembro Antonio Petrella.
El 5 de Julio de 1919, se produce la trágica inundación que afectó a toda la ciudad, y causa daños en el Parque que se estimaron en
1.500 pesos. También la inundación sepultó en el
arroyo el puente de hierro- el primero para pasos de vehículos-, construido en 1883
y ya en desuso, que estaba en las proximidades de la antigua usina eléctrica
uniendo las márgenes del arroyo, donde hoy se encuentra el puente de cemento
detrás de la compuerta.
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Vista del Puente de Hierro |
No importan los daños. Se insiste en el sembrado. Se buscan otros medios. Se lanza un manifiesto al pueblo pidiendo apoyo para la obra.
Se contrata el Cine Perrone (hoy Cine
Paris) por un mes, y se realizan
veladas cinematográficas los días 2, 9, 23 y 30 de noviembre, pero el público
no responde al llamado y luego de pagar los gastos, queda al Club un líquido
producto de solo diez y seis pesos con ochenta y cinco centavos.
Cuando viene algún equipo a jugar, los
miembros de la directiva aportan para pagarles el alojamiento, y cuando hay que salir, son los mismos
jugadores los que se pagan los pasajes.
Giangreco y Petrelle viajan a Buenos
Aires para entrevistarse con Carlos Guerrero y donan los gastos de su traslado.
En febrero de 1920 se renueva la comisión. Resultan
electos Presidente, F. Amoroso; Vice, J.
Ripoli; Secretarios, Manuel J. Arena y
Antonio Petrella; tesorero, P. Giangreco;
Pro, Raúl Santafé; Vocales: Luis I. Sallíes, Fernando FIoroni, Luciano
Indavere, Balbino González, Lorenzo Tejero y Pedro Miqueleiz. Suplentes Orfilio
Vannini, Pedro Lizaso, José Calero, Manuel R. Aristarán. Comisión Revisora de
Cuentas: Víctor Mieri, Juan Costa Rubert y Federico Hornig.
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Parque Carlos Guerrero ( Postal coloreada |
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Vista de un partido de fútbol en la cancha del Parque ( Postal coloreada) |
El 20 de Junio de 1920 se inaugura el Parque Carlos Guerrero, diseñado por el Ingeniero José S. Isnardi, y realizado con mucho esfuerzo por los miembros de la comisión.
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Teatro Menotti Garibaldi |
El 19 de junio se realizó en el Menotti
Garibaldi (local de la sociedad italiana) una velada teatral reponiéndose la obra "Las de Enfrente", que se ya se había estrenado en una velada de
las Damas de Beneficencia. Las señoritas Angélica Cereseto, Nélida Michelini,
María Andreu y el señor Agustín Muñoz ejecutaron piezas en guitarra. La niña
Blanquita H. Herbón cantó acompañada al plano por la señorita Luisa Pinto. La
señorita Elena Jansen recitó, e interpretaron la obra los jóvenes Orfilio
Vannini, Héctor Ruiz y Carlos Fassina, y las señoritas Delia Cereseto, Clementina
Sanucci, Delia Yanussi, Elena Jansen y Petra Agriani.
La inauguración del Parque Carlos Guerrero
fue una fiesta sencilla.
Dirigió la palabra al público el señor
José V. Ripoli, presidente fundador del Club,
que explicó el significado del acto y
pronunció palabras relacionadas con el Día de la Bandera.
Se corrió una carrera pedestre que
ganó Alberto Berrueta y en la que entró segundo José Di Mateo. Una exhibición gimnástica a cargo de alumnos de
las escuelas y se jugó un partido de fútbol entre la primera división de
Estudiantes y la de Blanco y Negro de Coronel
Suárez, partido que ganó Estudiantes
por 3 a 0.
El 9 de Marzo se realizó la Asamblea a la
que asistieron 18 socios con los de
la directiva.
Se constituye la comisión con los siguientes:
Presidente, Francisco Amoroso; Vice,
José V. Ripoli; Secretarios, Umberto Smith y Antonio Petrella; Tesorero,
Balbino G. González; Protesorero, Luis I. Saúles, Vocales: Raúl Santafé, P.
Giangreco, Fermín Sanucci, Lorenzo Tejero, Humberto Carpi, Orfilio Vannini,
José Calero. Suplentes: D. Isura, F. Hornig, Alfredo Grigera y Manuel J. Arena.
La Comisión Directiva, preocupada por la situación en que se
encuentra el Club con respecto a la quinta donde han empezado a construir el
Parque, destaca a los miembros señores Amoroso, Petrella y Gi'angreco, para que en compañía de los señores Ramón A.
Rendón y doctor Juan A. Errecart, entrevisten al señor Guerrero, solicitándole en •donación o venta el terreno
que ocupa el Parque. La entrevista fue
larga, y parecía que las gestiones iban
a fracasar cuando, el doctor Errecart,
mirando un cuadro con el retrato del hijo de Carlos Guerrero, le dijo:
—Señor
Guerrero: En memoria de su hijo, Vd. debe ceder al Club Estudiantes el terreno
que ocupa, y esta muchachada entusiasta levantará ahí un gran parque y campo de
deportes que se llamará "Garlos Guerrero" en memoria de su hijo, que
como ellos era joven y como ellos animoso. . .
El señor Guerrero se emocionó por el tono
solemne de las palabras del doctor Errecart. Miró largamente el retrato de su
hijo muerto y manifestó que cedía por 30 años la quinta 78, al Club Atlético
Estudiantes.
El hijo de Carlos Francisco Guerrero, cuyo
retrato había visto el doctor Errecart, era el de su primer hijo, Carlos Severo
Guerrero, de profesión ingeniero. Nació en Buenos Aires el 8 de octubre de 1877, y falleció el 2 de marzo de 1908 a la
edad de treinta años.
A la muerte de Carlos Francisco Guerrero,
la sucesión tuvo un gesto muy noble al
donar las quintas 77 y 78, y en esta
donación, como en otras gestiones que se realizaron, intervinieron los señores
Ramón A. Rendón, Dámaso Arce, Rudesindo Herbón, Francisco Indavere y los
miembros de la directiva.
Los donantes de las quintas 77 y 78 serían:
Felicitas Guerrero de Mihanovich, María
Teresa Guerrero de Llobet Cullen y Héctor M. Guerrero, habiendo sido un mediador
eficaz el doctor Quesada.
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Felicitas Guerrero de Mihanovic |
Felicitas Guerrero, cuyo nombre completo era Felicitas Corina Rosa, nació en Buenos Aires el 14 de abril de 1879.
Casada con Nicolás Santiago
Mihanovich Balestra, tuvieron cinco hijos: Felicitas, Carlos María, Jorge Luis,
Fernando Pedro y Nicolás Santiago.
Después se fallecer su esposo Nicolás
Santiago en 1920, Felicitas se casa con su cuñado Pedro Miguel
Mihanovich. El 11 de noviembre de 1953, a la edad de 74, Felicitas fallece en
Buenos Aires.
En la Asamblea del 21 de marzo de 1931,
Felicitas Guerrero de Mihanovich, María Teresa Guerrero de Llobet Cullen y Héctor Guerrero serían nombrados socios
honorarios del club.
El hecho de haber bautizado al Parque, sin el aditamento del segundo nombre o
indicando la filiación del homenajeado, y quizás también, porque el paso del tiempo hizo su parte; es muy común, que la gente al referirse al Parque Carlos Guerrero asocie
su nombre con el estanciero Carlos Francisco Guerrero. Pero, si tenemos en cuenta el motivo y el expreso deseo de Carlos
Francisco, como vimos anteriormente, el nombre del Parque debería hacer mención al ingeniero Carlos Severo Guerrero, su primer hijo. Siempre y cuando, no esté expresamente indicado en un acta del club o en el documento de donación del predio, que el nombre del Parque es en homenaje a Carlos Francisco Guerrero. Con respecto a las actas del club ya nada podemos averiguar, porque lamentablemente se perdieron totalmente durante la inundación que sufrió la ciudad de Olavarría.
FUENTES CONSULTADAS
muy interesante esta nota. Es muy importante tener conocimiento de lo que fuè la historia de este gran club y quienes fueron sus principales figuras.
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